«Un país que desprotege al sector agrario, pone en peligro a su población»

El sector lácteo, el buque insignia del campo en Galicia, mantiene la calma ante la crisis del coronavirus. La demanda parece garantizada, si bien hay incertidumbre en los mercados y temor a que la epidemia afecte a centros de transformación o distribución

«Un país que desprotege al sector agrario, pone en peligro a su población»

Si alguna lección se puede sacar de las estanterías de los supermercados vacías de leche, carne o huevos, como estuvieron en los primeros días de la crisis del coronavirus, es la de la importancia de ganaderos y agricultores. «Estamos viviendo una situación en la que la prioridad es garantizar el abastecimiento alimentario básico de la población. Es en lo que está trabajando el sector lácteo y el resto de sectores alimentarios de Galicia. Es importante que la sociedad tome conciencia sobre esto», expone desde el Sindicato Labrego su secretaria general, Isabel Vilalba.

Tras unos primeros días de alta demanda de las cadenas de distribución, el campo espera una normalización de los pedidos. Serán superiores a los habituales y se espera que compensen el parón de hostelería y restauración, por lo menos en el sector lácteo, ya que otros sectores como el vino, el vacuno mayor o la flor cortada se enfrentan a un duro escenario por el cierre de la restauración o de sus mercados.

«En el sector lácteo hay tranquilidad. Las granjas están suministrando bajo contratos y si bien sí es cierto que hubo caídas de precio de los sólidos lácteos en los mercados internacionales, eso puede cambiar en cualquier momento» -analiza el director gerente de la Asociación Gallega de Cooperativas Agroalimentarias, Higinio Mougán-. «Además, el mercado internacional tampoco debería tener gran influencia aquí», valora Mougán.

La misma opinión es compartida desde Unións Agrarias. «Hay incógnitas en los mercados y el futuro dependerá mucho de la evolución de la economía y de la pandemia, pero una cosa está clara. La gente va a seguir bebiendo leche y comiendo quesos y yogures. Se perdió la demanda de la restauración, pero se aumentó la demanda doméstica. En cuanto al mercado internacional, la leche en polvo desnatada cayó un 8% en el último mes (28 euros), pero no está ni mucho menos en su peor momento», valora Javier Iglesias, de Unións Agrarias.

Existe temor a que una caída de las exportaciones lleve a Francia y a Alemania a desviar producto a bajo precio a España

Existe, no obstante, cierto temor en el sector a que una ralentización de los mercados de exportación pueda llevar a grandes exportadores europeos, como Alemania o Francia, a derivar parte de su producción a España a precios bajos. «Si eso se llegase a dar, tendría que producirse una actuación contundente de la Administración para proteger a un sector que es básico. Como tiene que quedar claro en esta crisis, un país que desprotege al sector productor, pone en peligro su población», advierte la secretaria general del Sindicato Labrego, Isabel Vilalba.

Industrias
Entre tanto, las industrias lácteas funcionan a pleno rendimiento. En los últimos días, firmas como Lactalis, Leche Celta, Capsa, Clun o Naturleite han manifestado su compromiso en intensificar su trabajo para garantizar el suministro de lácteos a la población. El temor que existe en la cadena alimentaria es a un posible brote de coronavirus en cualquier industria, que por ahora no se produjo. «Si eso se produjera, podría haber líneas que se vieran obligadas a parar», se reconoce en las distintas organizaciones del sector.

«En la actual situación, hay que pensar en alternativas para la transformación y distribución de alimentos, en caso de que grandes centros de transformación o distribución se vieran afectados por la pandemia», considera Isabel Vilalba, que aboga también en un futuro por apoyar una mayor producción de derivados lácteos y cárnicos en Galicia.

Ulega aplaza 2-3 meses las negociaciones de los nuevos contratos con las industrias

La crisis del coronavirus cogió en plena negociación de los nuevos contratos de la leche a Ulega, la organización de productores impulsada por Unións Agrarias, que agrupa a cerca de 2.000 granjas en la comunidad. Ante esa situación, la organización llegó a un acuerdo con las industrias para aceptar provisionalmente sus ofertas de contrato por un periodo de 2-3 meses, tras el que se espera poder retomar las negociaciones. Es un acuerdo que afecta a los contratos con todas las principales industrias que operan en Galicia, como Lactalis, Capsa, Celta, Río o Reny Picot, entre otras.

Desde Unións Agrarias también se defiende que cualquier contrato firmado por una granja durante el Estado de alarma debe revisarse una vez que se normalice la situación, pues en estos momentos no hay posibilidades reales de negociación ni de búsqueda de alternativas por parte de las granjas.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Solicitamos su permiso para obtener datos estadísticos de su navegación en esta web, en cumplimiento del Real Decreto-ley 13/2012. Si continúa navegando consideramos que acepta el uso de cookies. OK | Más información