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Bodega Alanís es un referente histórico de los vinos de la Denominación de Origen Ribeiro. Fundada en Barbantes en el año 1910, fue adquirida a finales del siglo pasado por Bodegas Gallegas, grupo creado por Manolo Arnoya y propietario, entre otras, de las bodegas Rectoral de Amandi o Rectoral do Umia.
Sus vinos “Gran Alanís” y “San Trocado”, elaborados con uvas de variedades autóctonas y preferentes del Ribeiro, están presentes en los 5 continentes. Hablamos con Antonio Muñoz González, director técnico de Bodegas Gallegas.
El Gran Alanís recibió en el 2018 la medalla de oro en el Concurso Mundial de Bruselas ¿Cómo nació este vino y que lo llevó a lograr esta distinción?
El Gran Alanís lo creamos en el año 2009 a partir de una mezcla de un 75% de treixadura, la variedad reina del Ribeiro, y un 25% de Torrontés, pero el resultado no nos convenció. Seguimos experimentando y en el 2011 dimos con el coupage plurivarietal más idóneo: un 70% de Treixadura, un 15% de Godello y un 15% de Albariño, por supuesto de uva producida en la Denominación de Origen, con las características diferenciadoras que le aporta nuestro terroir.
¿El secreto para que guste tanto y tenga éxito en los concursos a los que lo presentamos? Pues que es un vino muy fácil y agradable de beber, con un equilibrio entre alcohol y acidez. Su aspecto es brillante, con tonos amarillos limón y reflejos verdosos, y aromas frutales. Es un vino que al probarlo deja frescura en el paladar, con un paso amable y equilibrado.
¿Donde tenéis vuestros principales mercados?
Si bien a nivel del grupo Bodegas Gallegas exportamos ya el 40% de nuestra producción, el vino de Bodega Alanís lo vendemos en alrededor de un 80% en España, correspondiendo la mitad a Galicia. Se puede comprar en las principales cadenas de alimentación y también en la hostelería.
El Gran Alanís fue creciendo en estos años, posicionándose en lugares donde antes no estaba, y hoy ya comercializamos algo más de 200.000 botellas.
¿El San Trocado es el vino premium de Bodegas Alanís?
Es un vino diferente, en este caso un monovarietal elaborado a partir de 100% uva Treixadura. Lo sacamos al mercado en el año 2011 y en este momento vendemos unas 100.000 botellas, comercializadas en prácticamente un 90% en Galicia.
Sois una de las pocas grandes bodegas del Ribeiro que no tienen viñedo. ¿De donde procede vuestra uva?
De pequeños y medianos viticultores registrados en la Denominación de Origen con los que tenemos contratos homologados. Gran parte de la uva con la que elaboramos tanto el Gran Alanís cómo el San Trocado procede de Solaina Minei, una moderna plantación vitícola, modelo de cooperación entre los vecinos para poner en valor tierras improductivas y crear empleo en el rural, que se encuentra en el ayuntamiento de Castrelo de Miño, en la aldea de As Bouzas.
“Mantenemos un contrato a 10 años con Solaina Minei, un moderno viñedo de 38 hectáreas en Castrelo de Miño”
Son 38 hectáreas de viñedos que nos producen la uva Treixadura , Godello o Albariño con la que elaboramos nuestros vinos. Desde el año 2010 llevamos trabajando con ellos y firmamos un contrato a 10 años, que nos da seguridad tanto a los viticultores como a nosotros.
¿ Bodega Alanís tiene previsto plantar viñedos propios en el Ribeiro?
Es una realidad que hay un envejecimiento evidente de los viticultores que nos suministran de uva y como bodega por supuesto que nos preocupa.
En este sentido, estamos mirando de comprar tierras para hacer plantaciones modernas de viñedo, sobre todo en los ayuntamientos de A Arnoia, el ayuntamiento natal de Manolo Arnoya, el fundador del Grupo Bodegas Gallegas, como en el ayuntamiento de Cenlle.
A día de hoy Bodega Alanís plantaría de inmediato 100 hectáreas de viñedo en la Denominación de Origen Ribeiro, pero lo que nos frena es el enorme minifundio y la dificultad de poder contactar con los propietarios de los terrenos.
En este sentido, me parece muy necesario el Plan Estratégico del Ribeiro, impulsado por el Consejo Regulador y por la Diputación de Ourense, para ver cuantas son las hectáreas reales de viñedo que están cultivadas en la Denominación de Origen, que variedades hay y a partir de ahí tener una estrategia para crecer.
¿Cómo ves el futuro de esta Denominación de Origen?
Sin duda tenemos un potencial enorme porque los vinos del Ribeiro están entre los tres mejores del mundo, puesto que tenemos muchas variedades de uvas autóctonas, todas de excelente calidad, y que en vinos plurivarietales muestran un carácter único y que enamora a quien los prueba.
Sin embargo, tenemos que encarar la realidad: La mayor parte de los viticultores son gente mayor, que se va a jubilar, y que trabaja el minifundio. Para tener futuro tenemos que apoyar a la gente joven, que sea profesional, de forma que la viticultura sea su actividad principal, que se asocie para reducir costes de producción e ir a plantaciones modernas y de mayor tamaño.
Tenemos competencia de vinos blancos de otras Denominaciones de Origen como Rueda en las que producen a mucho menor precio, por lo que, sin olvidar que nuestra apuesta es claramente por la calidad y por la diferenciación, no debemos perder de vista la importancia de bajar los costes de producción.
¿Y como valoráis recuperar el cultivo de variedades tintas en el Ribeiro?
Es cierto que en la antigüedad los vinos que se producían en el Ribeiro eran sobre todo tintos, con variedades que aún conservamos como la Sousón, el Ferrón o el Brancellao. Pero hoy nuestras ventas y el mercado de los vinos gallegos están fundamentalmente en los blancos, y creo que llevamos muchos años de retraso para posicionarnos en los tintos de calidad y ser competitivos.
