“¿Regular el eucalipto? Veremos si hay que regularlo más porque ya está muy limitado”

La Dirección Xeral de Planificación e Ordenación Forestal va a cumplir en unos días sus primeros seis meses de actividad. Hablamos con su director general, José Luis Chan, para abordar las líneas estratégicas del trabajo del departamento

“¿Regular el eucalipto? Veremos si hay que regularlo más porque ya está muy limitado”

José Luis Chan, ante la Dirección Xeral, en San Lázaro (Santiago).

La separación en la Administración entre gestión del monte y lucha contraincendios era una vieja demanda del sector forestal, que entendía que los incendios se comían buena parte de los presupuestos y esfuerzos públicos dedicados al monte. El dictamen parlamentario sobre la ola de fuegos de 2017 abogó también por esa separación, que se llevó a la práctica con la creación en diciembre del 2018 de la Dirección Xeral de Ordenación e Planificación Forestal, desmarcada de la Dirección Xeral de Defensa do Monte, encargada de los incendios.

Casi seis meses después de la división de competencias, hablamos con el director xeral de Ordenación e Planificación Forestal, José Luis Chan, un profesional con una experiencia larga en los servicios forestales de la Consellería de Medio Rural y que en los últimos cuatro años fue jefe de servicio en la provincia de A Coruña.

En el sector forestal hubo descontento en los últimos años por la gestión de las subvenciones en todo lo referente a su convocatoria, plazos e inspecciones. También quejas por los retrasos o falta de inversiones en montes conveniados. ¿Separar gestión forestal e incendios va a permitir una corrección de esos errores?
– La separación de la gestión es un hecho. Tenemos ahora mismo una Dirección Xeral de Ordenación e Planificación Forestal con unas competencias diferenciadas, con un servicio dedicado a la propiedad forestal, otro a la sanidad de los montes, otro al fomento forestal y un cuarto servicio centrado en los montes de gestión pública. Por lo tanto, hay líneas del ámbito forestal que corresponden a esta Dirección Xeral, otras a la Dirección Xeral de Defensa do Monte y otras compatibles con las dos direcciones. En función de eso, se irán determinando los presupuestos anuales.

En cuanto a las ayudas, ahora mismo tenemos todas las ayudas ya lanzadas, estamos pagando las órdenes de silvicultura y forestación 2018-2019 y estamos a punto de aprobar la orden de forestación 2019-2020. También estamos revisando los expedientes de ayudas de silvicultura 2019-2020, que llevan muy poca anualidad para este año, pues lo importante es que tanto comunidades de montes como propietarios y empresas de servicios forestales tengan tiempo de organizar sus medios para acometer todos los trabajos. Por eso estamos convocando ayudas bianualizadas, que es lo lógico.

Por otro lado, tenemos aprobadas ayudas para proyectos de ordenación que afectan a casi 130.000 hectáreas y está aprobado el apoyo a la creación de 12 nuevas Sociedades de Fomento Forestal (Sofor), al amparo de la convocatoria 2018-2019. Para la orden de Sofor 2019-2020, en la que estamos trabajando, haremos alguna modificación.

La figura de las Sofor la crearon en el 2011 con el objetivo de enfrentar uno de los grandes problemas del monte, la reducción del minifundio, pero hasta el momento tuvo un escaso éxito. ¿Barajan otras fórmulas para enfrentar el problema del minifundio forestal?

«Crearemos entre dos y cuatro nuevas figuras para promover la gestión conjunta del monte»

– El movimiento asociativo de buscar fórmulas de gestión conjunta de la propiedad particular en Galicia no es fácil, a nadie se le escapa. El monte no es una excepción, pero en la primera orden de ayudas se aprobaron 10 Sofor, ahora son 12 más (22 en total). El camino, como decía el poeta, se hace andando. Por eso queremos darle continuidad a las Sofor, porque sabemos que ya hay iniciativas fuera de estas órdenes de ayudas para iniciar nuevas Sociedades de Fomento Forestal, pero al mismo tiempo, estamos estudiando todo lo que la ley pone a nuestra disposición para crear entre dos y cuatro figuras nuevas de agrupaciones de gestión conjunta.

Algunas de estas nuevas figuras serán más ambiciosas y otras más sencillas, igual encaminadas a garantizar sólo una gestión conjunta de mínimos, manteniendo a la vez la propiedad individual. Esas figuras asociativas pretendemos que aparezcan ya en la Lei de Movilidad de Tierras, en la que está trabajando la Consellería.

«Las fórmulas asociativas deberán contar con una fiscalidad que las incentive, un tema que abordaremos con la Administración central»

En cuanto tengamos las nuevas figuras reglamentadas, habrá que abordar algo que depende de la Administración central, que es tener una fiscalidad idónea para todas esas fórmulas, que esa fiscalidad sea un atractivo que sirva de impulso para que la gente se organice.

Si queremos un medio rural activo, las inversiones y aprovechamientos tienen que tener una fiscalidad idónea, cuando además el aprovechamiento forestal se obtiene en un periodo largo de tiempo, no hablamos de cosechas anuales sino de muchos años y unos riesgos evidentes. Precisamos por tanto una fiscalidad que favorezca la gestión forestal.

Pasemos a algunos de los temas que están siendo más polémicos en los últimos años, Plan Forestal y eucalipto. En el borrador del Plan Forestal, hablan de limitar la superficie del eucalipto en Galicia. ¿Tienen previsto establecer restricciones a su plantación en determinadas comarcas?
– Respecto al eucalipto, cada uno opina lo que considera oportuno, que es algo válido, pero hay que opinar siempre sobre un eje de coordenadas reales. Si disfrazamos la realidad según nos conviene, estamos haciendo un flaco favor.

La política forestal en Galicia está siempre condicionada por un factor clave, el fuego. Somos una comunidad con incendios forestales y que en un porcentaje alto son intencionados. Por tanto, hablo en plural, le ponemos fuego al monte, que es algo inconcebible en otros países europeos.

«Hay qué preguntarse por qué el propietario elige el eucalipto y ya no se plantea otras especies»

Entonces, ante esa situación de inestabilidad y de falta de garantías, la gente reacciona con las cartas que mejor tiene. ¿Qué le garantiza el eucalipto a la gente?. Un rendimiento económico, incluso un rendimiento económico a corto plazo, y una garantía de que, en el caso del eucalipto globulus, tiene una capacidad de rebrote. Es una especie que para los propietarios tiene una serie de ventajas a la hora de valorar que plantar en sus montes.

Hay que preguntarse por qué los particulares eligen el eucalipto para sus montes y por qué ya no se plantean la utilización de otras especies que también serían adecuadas para esas superficies. En cuanto a la regulación del eucalipto, en el Plan Forestal, que aún no está aprobado, se habla de la regulación y minoración de la superficie forestal del eucalipto.

¿Acometerán entonces esa regulación del eucalipto?
¿Que la plantación del eucalipto la hay que regular?. La plantación de eucalipto veremos si hay que regularla más, porque ya está muy regulada. El eucalipto no se puede plantar en núcleos rurales, por supuesto en núcleos urbanos, no se puede plantar en suelo rústico de especial protección agropecuaria, no se puede plantar en la Red Natura, no se utiliza como especie en los montes de gestión pública y hay una serie de distancias detalladas tanto en la Lei de Incendios como en la Lei de Montes que obligan a la retirada de eucaliptos y pinos en determinadas circunstancias: ríos, carreteras, viviendas, núcleos rurales, etc.

«Haremos un inventario forestal cada 5 años, pero de forma anual tendremos datos para valorar la evolución de las distintas especies en el monte»

Por tanto, hay ya mucha regulación que limita la plantación de eucalipto. ¿Con eso mantendremos un umbral de superficie de eucalipto que consideramos adecuado?. Pues eso hay que verlo.

Para tomar decisiones, tenemos que basarnos en información contrastada. Los inventarios forestales a nivel estatal se hacen cada diez años. Eso se puede considerar idóneo a nivel de otras comunidades autónomas, pero en Galicia, teniendo especies de crecimiento rápido, no parece que eso permita un seguimiento adecuado de la evolución de las masas. Nuestra intención es plantear un inventario forestal continuo para tener una revisión más detallada cada cinco años, pero anualmente tendremos datos para valorar la evolución de las superficies en base a la información de talas, vuelos satelitales y datos de los viveros.

Habla de que el eucalipto está muy regulado, pero otra cosa es el grado de cumplimiento de la regulación. En las comarcas lácteas, es una queja recurrente la impunidad de las plantaciones ilegales en tierras agrarias. ¿Piensan aplicar un mayor control?

«Llevamos tramitados más de 1.500 expedientes sancionadores por plantaciones ilegales»

– A veces se hacen juicios de valor, como si todo estuviese bien o mal. Cuando bajamos a la planificación territorial, a nadie se le escapa que la ordenación del territorio en muchos Concellos no es de todo correcta. A la hora de determinar si un suelo rústico es ordinario, de protección agropecuaria o de protección forestal, hay dificultades. Hay personas que entienden que porque haya actividad agrícola en una zona, eso ya es agrícola 100%. A lo mejor, esa actividad agrícola está sobre un suelo rústico de protección forestal, con lo cual se puede plantar.

Es también cierto que hay plantaciones que se hicieron en un determinado momento sobre suelos que deberían ser agroganaderos exclusivamente. En ese sentido, hay que decir que se llevan tramitados cerca de 1.500 expedientes sancionadores, pero hay más de 4.000 advertencias y apercibimientos, aparte de un trabajo continuo del personal de la Consellería para trasladarle a los propietarios la necesidad de retirar plantaciones sin llegar a la fase de sanción.

“El descenso de las coníferas en Galicia es un tema que nos preocupa y que tenemos presente”

Hablaba antes de que los propietarios se están decantando de forma mayoritaria por el eucalipto. ¿Ve posible políticas que incentiven alternativas, como los pinos?
– Las coníferas siempre fueron un aprovechamiento básico del sector forestal gallego. La industria forestal gallega está basada mayoritariamente en el aserrío de coníferas, por lo que el descenso de superficie de pinares que se aprecia en los sucesivos inventarios forestales es un tema que nos debería preocupar y que tenemos presente en la Dirección Xeral.

La especie que paulatinamente va bajando en superficie es el pino porque empuja fuerte el eucalipto y hay cambios de especies entre pinos y eucaliptos. Las frondosas se mantienen más o menos constantes en torno a las 600.000 hectáreas que dan todos los inventarios.

En cuanto a las ayudas, quiero remarcarlo, a ver si queda claro de una vez. Las ayudas de la Xunta para silvicultura y forestación son siempre para potenciar coníferas y frondosas autóctonas. No hay ninguna línea de ayudas ni inversiones dedicadas al eucalipto. Por lo tanto, podremos valorar si las ayudas son suficientes o no para potenciar plantaciones de pino, pero que las ayudas están enfocadas hacia las coníferas no es algo discutible.

También son de destacar los movimientos que han aparecido en el sector privado, como la plataforma que creó parte del sector forestal para potenciar las coníferas. Que el sector forestal se organice para defender algo que es vital para ellos, en una comunidad donde el 98% del monte es particular o vecinal, es de aplaudir y hasta es lógico y coherente.

¿Qué impacto cree que alcanzará la plaga del nematodo del pino, que ya afecta al sur de Pontevedra, y qué se puede hacer al respecto?
– Las amenazas de riesgos bióticos y abióticos en Galicia y en la Península están a la orden del día. La globalización tiene ventajas, pero de cara al movimiento de recursos naturales, está produciendo la introducción de plagas y enfermedades. El nematodo entra por Setubal (Portugal) a inicios de siglo y se extiende por todo Portugal, que es zona demarcada.

«Estamos entrando a cortar madera quemada en el 2017 que queda, sobre todo, en montes particulares de Pontevedra»

En Galicia, tras los primeros positivos, lo teníamos controlado, pero tuvimos la mala suerte de que se produjese un incendio forestal de gran magnitud en la zona demarcada, con lo cual el vector que expande el nematodo del pino, que es un coleóptero, el ‘Monochamus galloprovincialis’, encontró un hábitat propicio. Los coleópteros suelen anidar en la madera y tener una etapa de perforadores, por lo que cuando comienza a haber madera seca, es la panacea para ellos.

Tras los incendios, hubo un comportamiento ejemplar de las comunidades de montes en la retirada de la madera quemada. En cuanto a la propiedad particular, tiene los problemas que sabemos todos. Hay un porcentaje importante de propietarios desconocidos y propietarios que no son silvicultores activos. En estos momentos, estamos entrando nosotros a cortar esa madera afectada por los fuegos en el sur de Pontevedra, a fin de reducir los riesgos.

El nematodo es una plaga que afecta a otros países y nunca se logró una medida concreta que solucione el problema. En el Centro de Investigación Forestal de Lourizán iniciamos un plan para comprobar si había cierta resistencia en las familias gallegas de pino que maneja el Centro y los primeros resultados coinciden en que hay una serie de familias que tienen una cierta resistencia a la enfermedad. Tendremos que profundizas en las investigaciones, pero toda mejora en genética forestal no tiene resultados inmediatos en el monte. Ahora bien, hay esa posibilidad y la vamos a trabajar.

En cuanto al Plan Forestal de Galicia, en el que la Consellería lleva trabajando varios años, ¿cuándo está previsto tener un documento final, para su posterior aprobación?
– Cuando se creó la Dirección, encontramos el Plan Forestal a punto de ser finalizado, pero coincidió con que la comisión parlamentaria creada en el Parlamento Galego a raíz de la ola de fuegos del 2017 elaboró un dictamen con una serie de 123 recomendaciones. Entonces, parece lógico que esas recomendaciones, que contaron con un amplio consenso, se incluyan en lo que ataña al Plan Forestal para que se reconozcan claramente.

«Nuestra intención es tener finalizado el Plan Forestal en junio o a comienzos del verano»

Por otro lado, estamos elaborando una información estadística, a modo de anuario de estadística forestal, con datos cerrados a 31 de diciembre del 2018, y todas las referencias a talas, montes de gestión pública, etc. van a utilizar esos datos. Estamos a la espera también de que el Ministerio nos remita oficialmente la documentación de un inventario de especies de crecimiento rápido en Galicia, del que ya presentó un avance, a fin de incluir esos datos.

Durante el desarrollo del Plan Forestal, hubo además muchas aportaciones y por eso estamos revisando todo el documento. Nuestra intención es tenerlo finalizado a lo largo del mes de junio o comienzos del verano.

Con ese documento, se continuará por un lado la tramitación medioambiental y por el otro, la coordinación con las otras fuerzas políticas para que valoren el contenido del Plan Forestal. Sería conveniente que ese Plan fuera respaldado por todas las fuerzas políticas, pues establece las directrices a seguir en el monte en Galicia en el periodo 2020-2040.

“Queremos tener un contrato de gestión pública de montes vecinales antes de que finalice la legislatura”

José Luis Chan en su despacho.

José Luis Chan en su despacho.

Los convenios y consorcios que tienen suscritos con la Xunta parte de los montes vecinales acabarán, a más tardar, a finales del 2021. ¿Cómo están enfocando la rescisión de esos convenios?
– Estamos agilizando todas las rescisiones de convenios que vienen de parte, es decir, por solicitud de las comunidades de montes o particulares. En los dos últimos meses, debemos llevar rescindidos en torno a 50 montes, más de 6.000 hectáreas, y estamos semanalmente rescindiendo consorcios y convenios.

Hay también una posibilidad de rescindir de oficio desde la Administración unilateralmente, pero parece lógico que, ya que esa gestión pública duró décadas, se hable con las comunidades, y hay comunidades que ya están solicitando la rescisión, por lo que mientras que esa línea esté abierta, seguiremos trabajando así.

A una parte de los montes vecinales que están conveniados tienen previsto ofrecerles un nuevo contrato de gestión pública. ¿Qué previsiones tienen para su puesta en marcha?
– Nos gustaría abordarlo en esta legislatura. En la Lei de Montes se marcan las prioridades de montes que van a ser objeto de esa gestión pública, que irá enfocada a montes protectores, montes de alto valor genético, masas de frondosas y montes descapitalizados. Esas superficies, si no se abordan desde una iniciativa pública, probablemente va a ser complicada ponerlas bajo el paraguas de una gestión forestal sostenible.

También parece lógico que montes productivos, incluso con eucaliptales, no estén bajo el paraguas de la gestión pública, pues tienen medios suficientes para gestionarse directamente por la propiedad y además, para el manejo de masas de coníferas y frondosas autóctonas, tendrán apoyo de las líneas de ayudas de la Xunta.

Cuando se conocen los informes anuales de talas en Galicia, siempre llama la atención del sector la baja cifra de talas en montes vecinales conveniados. ¿Ve posible una mejora de rendimientos en las superficies de gestión pública?

«En gestión pública hay mucho monte claramente protector. A nivel productivo, no se pueden comparar con otros montes»

– La primera conclusión de la información de talas es que en los montes de gestión pública las talas de madera son menores, pero hay que tener en cuenta que tenemos mucho monte claramente protector en gestión pública. Los últimos cuatro años estuve de jefe de servicio en la provincia de A Coruña y en esta provincia, donde no hay mucho monte en gestión pública, los montes que teníamos eran montes en los que productivamente se podía sacar algo, pero no se podían comparar con otros próximos. Teníamos montes de Camariñas, el Pindo, la zona alta de Barbanza, la zona de la Cova da Serpe… No se podían comparar con montes próximos que producían eucalipto en cotas bajas y con capacidades de crecimiento de 30 metros cúbicos por hectárea y año.

Si en Lugo hablamos de los Ancares, en Ourense del Macizo Central o en Pontevedra del Suído, hablamos de montes con una capacidad productiva inferior a otros montes. No obstante, tuvimos hace poco una reunión con los jefes de servicio provinciales y vamos a tratar de hacer un esfuerzo para aumentar las talas y la silvicultura. Los montes de gestión pública deberían ser montes modelo, pero para eso tendremos también que reducir la superficie en gestión pública y así está estipulado en el Plan Forestal. Probablemente una superficie adecuada pueda estar en 100.000 o 125.000 hectáreas. Ahora estamos, ya bajando, en torno a las 270.000 hectáreas.

Una idea sobre ““¿Regular el eucalipto? Veremos si hay que regularlo más porque ya está muy limitado”

  1. Alberto

    Os terreos xa teñen propietarios, os políticos que se adiquen a outra cousa, os propietarios deben decidir libremente o que plantan nos seus terreos.
    Non lle regalemos as terras a os políticos.

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