¿Qué requisitos han de cumplir los llamados vinos de pago?

Mientras en España se contabilizan casi 70 Denominaciones de Origen en la producción de vino, apenas se cuentan una veintena de vinos de pago, una diferenciación que ha estado ligada a la calidad, pero que implica también otros requerimientos.

El experto Luis Leza Campos, ingeniero agrónomo y diplomado en Viticultura y Enología, detalla algunos de los aspectos que diferencian a los vinos de pago y que, al igual que otras diferenciaciones, pueden ser una oportunidad para la comercialización de los vinos gallegos.

“Las figuras de calidad diferenciada se erigen como un elemento clave en las políticas de desarrollo y sostenibilidad de los tejidos rurales”

Los vinos de pago se incluyen dentro de las diferenciaciones acogidas a una Denominación de Origen Protegida, del mismo modo que otras distinciones como pueden ser Vino de Calidad, Denominación de Origen Calificada o Denominación de Origen. “Las figuras de calidad diferenciada se erigen como un elemento clave en las políticas de desarrollo y sostenibilidad de los tejidos rurales”, apunta Leza, que participó a finales del pasado año en unas jornadas en la Ribeira Sacra sobre las oportunidades que ofrecen los vinos de pago.

Leza incide en que la comercialización de productos que deben su especificidad al medio geográfico en el que se producen, como es el caso de los vinos de pago, puede resultar muy beneficiosa para el mundo rural, especialmente para las zonas menos favorecidas y más apartadas, al poder contribuir a la mejora de la renta de los agricultores y al asentamiento de la población rural, favoreciendo la sostenibilidad social y medioambiental en esas zonas.

Asimismo, tanto los vinos de pago como otras diferenciaciones vinculadas al origen de la producción como las Denominaciones de Origen son una herramienta de utilidad en las exportaciones y permiten una mayor diversificación de la producción.

Requerimientos para los vinos de pago

La normativa española que regula los vinos de pago es la disposición adicional 3ª de ley 6/2015. En ella se recogen los requisitos que deben cumplir los vinos que quieran comercializarse bajo esta denominación. La vinculación geográfica es una de sus principales señas, ya que estos vinos deben contar con características edáficas y de microclima propias que lo diferencien y que permita distinguirlos de otros de su entorno.

La uva deberá proceder de los viñedos ubicados en el pago y el vino también tiene que elaborarse, almacenarse y, en su caso, criarse de forma separada de otros vinos. Además, la elaboración del vino debe realizarse en bodegas situadas en el mismo pago. Solo si la Administración competente lo autoriza, podrá elaborarse en bodegas situadas en las proximidades del pago, pero dentro del municipio que se ubique.

Los vinos de pago se asocian generalmente a vinos de parcela en parte también porque hay una limitación para los viñedos que se encuentren bajo esa denominación. De hecho, la extensión máxima de los viñedos de un vino de pago debe ser inferior a la del término municipal en que se ubique.

Han sido vinos asociados a la calidad desde un principio y la normativa también recoge que deben implantar un sistema de calidad integral que ha de ser, como mínimo, con los criterios básicos que se manejan para las Denominaciones de Origen.

La normativa europea estipula que los vinos de pago deben cumplir los requisitos que se le exigen a los vinos catalogados bajo una denominación de origen protegida. Así, es preciso que tengan un nombre relacionado con la región geográfica en la que se producen. Esta es también una de las especificaciones que establece la normativa estatal, puesto que el nombre del pago debe ser conocido y vinculado de forma tradicional al cultivo de esos viñedos que permiten obtener un vino con rasgos y cualidades singulares. Debe existir un vínculo entre el vino y el origen, que además esté presente de forma notable en el nombre.

Las exigencias europeas para los vinos de pago estipulan que las uvas procedan de la zona y que la elaboración del vino se haga en el pago así como que se empleen variedades de vid procedentes de la especie Vitis vinífera.

Los vinos de pago en España

En España, los vinos de pago se localizan en 4 comunidades autónomas y Galicia, pese a su trayectoria vitivinícola, aún no cuenta con ningún vino en esta categoría. Castilla – La Mancha, Navarra, Valencia y Aragón son las únicas que contabilizan vinos con esta distinción.

Castilla la Mancha, con 12 vinos de pago es la comunidad con mayor número de vinos de esta categoría

Además, buena parte de los vinos de pago españoles se han aprobado antes del 2011, cuando esta tramitación era una competencia nacional. Así, 14 de los vinos de pago que hay actualmente en España se aprobaron de esta forma. Castilla la Mancha es la comunidad con mayor número de vinos de pago, un total de 12, de los cuales 8 fueron aprobados antes del 2011.

Figuran nombres como Calzadilla, Campo de La Guardia, Casa del Blanco, Dehesa del Carrizal, Dominio de Valdepusa, Finca Elez, Guijoso y Pago Florentino. A ellos se sumaron entre 2012 y 2019 otros 4 vinos tramitados ya ante la Comisión Europea y aprobados ya por ella: El Vicario, La Jaraba, Los Cerrillos y Villagarcía.

Navarra es la segunda comunidad con mayor número de vinos de pago. Nombres como Arínzano, Otazu y Prado de Irache se encuentran dentro de esta distinción. En Valencia, se contabilizan 3 vinos de pago: El Terrerazo, Los Balagueses y Vera de Estenas. Mientras en Aragón solo el vino Aylés se incluye en esta categoría. Todos ellos fueron tramitados antes del 2011, a excepción de Vera de Estenas, tramitado ante la Comisión Europea.

¿Qué ha frenado a los vinos de pago?

Según explica Leza, hay distintos factores que han motivado que el número de vinos de pago no sea más elevado en España, pese a la producción vitivinícola estatal. Uno de los principales motivos son las reticencias de la Comisión Europea frente a esta figura, lo que “provoca un significativo retraso en su aprobación”, apunta el experto.

También hay que recordar que los vinos de pago son iniciativas de particulares, que consideran que cumplen con los requisitos establecidos, a diferencia de otras distinciones como las Denominaciones de Origen, que son colectivas. Si bien, los vinos de pago pueden surgir también al amparo de la Denominación de Origen. “Hay casos que se han aprobado en zonas con Denominación de Origen de las que los solicitantes han querido desmarcarse y diferenciarse”, explica el ingeniero agrónomo. En otras ocasiones, los vinos de pago se tramitaron en zonas no adscritas a una Denominación de Origen, como es el caso del vino de pago Dominio de Valdepusa, Finca Elez o Villagarcía, entre otros.

El hecho de que la Asociación Grandes Pagos de España integre bodegas que carecen del reconocimiento legal crea confusión sobre esta figura

Además, existe cierta confusión sobre la propia figura de los vinos de pago. En este sentido, también hay diferentes elementos que a lo largo de los años han motivado reticencias frente a estos vinos. Uno de estos factores es la existencia de la Asociación Grandes Pagos de España, que integra a bodegas que, en su mayoría, carecen del reconocimiento legal de vinos de pago.

También existen en el mercado vinos con marcas registradas antes del año 2003 que llevan el nombre de “pago de” sin contar con el reconocimiento legal de esta categoría. “La protección del término vino de pago a partir de su regulación en 2003 no ha permitido un registro posterior de este tipo de marcas”, detalla Leza.