Pros y contras del robot de ordeño y requisitos antes de instalarlo

La dificultad para encontrar mano de obra junto a la importante presión comercial están llevando a que cada vez sean más las ganaderías, sobre todo en Galicia, Asturias y Cantabria, que instalan robots de ordeño. Sin embargo, lo que se presenta muchas veces como la garantía de comodidad para el ganadero presenta también sus inconvenientes y requiere tener en cuenta una serie de consideraciones antes de comprarlo.

En este sentido, la empresa Queserías Entrepinares organizó el pasado jueves en Vilalba (Lugo) una jornada técnica para sus ganaderos proveedores en la que dos expertos en la materia, Xabier Bermúdez Salgueiro, veterinario de FarmVet, y Arnau Álvarez, asesor de ganaderías lecheras, explicaron los pros y los contras del robot de ordeño.

Xabier Bermúdez comenzó realizando un repaso por este dispositivo, que se ideó en Holanda en los años 90 como una herramienta para ganaderías con poca disponibilidad de mano de obra, y que en el año 2001 llegó a España y en el 2004 a Galicia. En esta comunidad ya existen algo más de 300 robots y su número no para de aumentar, al igual que en la Cornisa Cantábrica, donde se ajusta a un tipo de ganadería familiar, de tamaño medio y con poca disponibilidad de mano de obra. “La expectativa de ganar comodidad y calidad de vida, junto a la enorme presión comercial juegan también un papel muy importante que explican el aumento de las ventas de estos aparatos”, reconoce Xabier Bermúdez.

¿Que hay que tener en cuenta antes de comprar robot de ordeño?

Según el veterinario de Farm-Vet antes de pensar en comprar un robot de ordeño el ganadero debería hacerse las siguientes preguntas:

-¿Vamos a partir de instalaciones nuevas? En ese caso deberían adecuarse al robot de ordeño.

-Si partimos de unas instalaciones antiguas, es necesario prever como va a ser el tráfico de las vacas hacia el robot, si van a tener confort suficiente y si se va a generar una buena higiene entre ordeños, ya que cada aparato ordeña unas 60 vacas.

-También es necesario tener en cuenta si prevemos crecer, ya que el robot puede ser un factor limitante para el crecimiento de las ganaderías. De hecho, las grandes granjas de vacuno de leche no cuentan con robot, al serles más rentable en este momento contratar mano de obra.

-El ganadero también se debe preguntar cual es el objetivo que persigue con la compra del robot: mayor calidad de vida, mayor producción de leche por vaca, más calidad de leche, más datos sobre nuestros animales y si esta información va a ser realmente utilizada….

Requisitos morfológicos y de bioseguridad en el rebaño antes de instalar el robot de ordeño

El robot requiere que las vacas tengan una buena morfología de ubre y de patas para poder realizar correctamente el ordeño. Esto nos puede obligar a realizar un importante descarte en nuestro rebaño, lo que debe ser tenido en cuenta. En concreto:

-Las vacas deben tener una buena inserción de ubre y colocación de pezones. Así, pezones muy juntos o muy separados suelen provocar problemas al brazo del robot para determinar su posición y llevar a que queden sin ordeñar.

-Vacas con malos aplomos, como patas demasiado juntas también van a causar problemas de ordeño al robot.

-Ordeñabilidad: “Mi experiencia es que el robot no soporta bien vacas duras de ordeñar ni a las que se ha administrado oxitocina en sala”, asegura Xabier Bermúdez.

Uno de los ganaderos presentes en la jornada de Entrepinares y que cuenta con robot de ordeño explicó que para evitar descartar vacas productivas por estos motivos sigue ordeñando en sala las vacas con mala morfología de ubre, evitando así su descarte.

Por otra parte, y dado que cada robot ordeña de media a unas 60 vacas, puede ser un foco de propagación de enfermedades de la ubre. Para evitarlo sería recomendable realizar un descarte de los siguientes animales:

-Vacas infectadas y diagnosticadas con microorganismos potencialmente contagiosos, como Streptococcus Agalactiae, Streptococcus Aureus, Protothecas y Mycoplasma, que deben ser determinados mediante una prueba PCR en tanque.

 “Con el robot de ordeño aumentan los descartes y las exigencias de bioseguridad”

-Es necesario extremar la bioseguridad en la granja, sobre todo en la entrada de animales. Es aconsejable que caso de comprar animales se verifique que están libres de estos patógenos contagiosos, exigiendo una prueba PCR a nivel de ubre.

-Es necesario también preguntarse si se descartan las vacas crónicas, pues mientras en una sala de ordeño se pueden dejar para el final, en un robot de ordeño no, con lo que puede ser un foto de propagación de estos patógenos de la ubre.

-En el caso de dos o más ganaderos que se unen para construir unas nuevas instalaciones en común, juntar los rebaños e instalar uno o varios robots de ordeño es necesario que todos los socios trabajan antes, en origen, con un técnico de calidad de la leche para que no se propaguen enfermedades de la ubre al unir los rebaños.

Manejo de las vacas con robot de ordeño:

El manejo de las vacas después de instalar el robot de ordeño cambia substancialmente para el ganadero, sobre todo durante los primeros meses, en el que los animales se tienen que adaptar y es preciso calibrar el aparato.

En este sentido es necesario tener en cuenta que:

-El ganadero va a dejar de ver las vacas 2 o 3 veces al día, como se hace en la sala de ordeño, donde más problemas se detectan. Es cierto que el robot proporciona multitud de información que es analizada por el ganadero en la pantalla del ordenador. Pero esto no substituye el contacto visual, por lo que el ganadero debería seguir pasando tiempo observando sus vacas.

-Con el robot las vacas ganan en bienestar, con menor sobreordeño, pero también es cierto que aumenta el riesgo de infecciones de la ubre. Sin embargo, es preciso destacar que al realizar 3 o más ordeños por vaca al día, el robot provoca un efecto lavado de los gérmenes que colonizan las glándulas mamarias.

-A veces con el robot se produce una sobreestimulación de los pezones, con lo que la vaca no es ordeñada correctamente. En este sentido, es necesario recordar que sólo el 20% de la leche se encuentra en la cisterna de la ubre, mientras que el 80% restante es leche alveolar, que precisa de una estimulación correcta para ser ordeñada.

-Es imprescindible configurar los parámetros de ordeño del robot, adaptándolas a cada ganadería en particular. En concreto, es necesario adecuar a cada granja tanto el vacío, como la frecuencia y la relación de pulsación.

A este respecto, se puede evaluar si un robot está ordeñando bien o no mediante una evaluación de la condición de los esfínteres de los pezones.

Uno de los ganaderos presentes en la jornada, y que cuenta con robot de ordeño, compartía la necesidad de realizar un ajuste frecuente del aparato: “Hay que calibrar la máquina todas las semanas, por una vaca le puede dar una patada y desequilibrar el brazo, y no sólo cuando viene el técnico a hacer la revisión”, destaca.

-Es cierto que el robot dispone de varias herramientas para evaluar la salud de la ubre, como la conductividad, el RCS por extrapolación o el RCS por conteo de células. Sin embargo, los datos que facilita el Control Lechero siguen siendo más precisos que los del robot, existiendo una diferencia de entre un 5 y un 25% entre uno y otro. “El Control Lechero con robot sigue siendo necesario porque es más fiable. Y si el ganadero hace o quiere realizar secado selectivo, aún es más aconsejable seguir en Control Lechero”, subraya Xabier Bermúdez.