¿Por qué se producen brotes de mixomatosis pese a vacunar a los conejos?

Un estudio de la Universidad de Oviedo revisa los factores que pueden explicar la pervivencia de esta enfermedad en las granjas cunícolas. Las estrategias de vacunación son claves para reducir la incidencia, así como extremar las precauciones biosanitarias

¿Por qué se producen brotes de mixomatosis pese a vacunar a los conejos?

El investigador Kevin Dalton, en la jornadas cunícolas celebradas en Cimag-GandAgro.

Las granjas de conejos llevan años vacunando a sus animales para evitar la inciencia de la mixomatosis, una de las enfermedades víricas más importantes en el sector. Esta afección debilita el sistema inmunitario de los conejos, que terminan muriendo por una infección bacteriana, mientras presentan síntomas como la hinchazón, afecciones en la piel o daños pulmonares. Sin embargo, pese a que se vacunen, siguen produciéndose brotes de mixomatosis en las granjas lo que ha llevado a un equipo de la Universidad de Oviedo a investigar las causas de estos fallos vacunales.

El investigador Kevin Dalton, del departamento de Bioquímica y Biología Molecular, del Instituto de Biotecnología de Asturias, en que se ha llevado a cabo la investigación, presentó algunas de las claves de este estudio en las jornadas sobre cunicultura organizadas por Cogal y celebradas en días pasados en el marco de la feria Cimag-GandAgro 2019. “Lo que queríamos era, utilizando las herramientas disponibles, dar respuesta al sector y saber por qué seguía habiendo mixomatosis en las granjas vacunadas”, apunta Dalton.

La vacuna, en el punto de mira

Los investigadores se centraron inicialmente en evaluar si las cepas del virus circulando habían mutado, lo que podía motivar que la vacuna no estuviese resultando totalmente efectiva. “Pese a que es un virus muy complejo, es uno de los únicos virus que sabemos cómo se introdujo, cuándo y cómo era esa cepa, por lo que podemos compararlas cepas actualmente circulando ”, explica el investigador Kevin Dalton.

“Es uno de los únicos virus que sabemos cómo se introdujo, cuándo y cómo era esa cepa, por lo que podemos compararla”

Estos datos se conococen puesto que la mixomatosis fue introducida como una medida para controlar la población de conejos en Europa en 1952.. Esta afección, que sobre los conejos brasileños era casi inocua, resultó letal en los conejos europeos, convirtiéndose más tarde en una lacra.

Comparar las cepas actuales con las que se habían utilizado para desarrollar las vacunas les permitió comprobar que el virus apenas ha sufrido variaciones, por lo que las vacunas continuan siendo efectivas. “En los más de 60 años que el virus lleva circulando en España no ha habido grandes cambios que evidencien una pérdida de efectividad de las vacunas”, concreta Dalton.

Pese a que las vacunas que se comercializan actualmente resulten efectivas, los investigadores están trabajando también en producir nuevas vacunas que reduzcan el riesgo biosanitario.

La efectividad de la estrategia de vacunación

Tras verificar que las vacunas son eficaces para controlar el virus, los investigadores se centraron en evaluar los métodos de aplicación. Con este estudio constataron que la aplicación de la vacuna con una inyección intradérmica empleando Dermojet, resulta más efectiva que aplicarla con aguja, mediante una inyección subcutánea.

Los resultados de un estudio en granjas, de seroconversion utilizando un kit comercial de ELISA, demostraron que con las inyecciones subcutáneas una gran parte de los animales vacunados no consiguen desarrollar una respuesta inmunológica suficiente contra el virus y solo los animales con altos niveles de anticuerpos fueron protegidos mientras que, animales con positivos débiles fueron susceptibles a la enfermedad. “El experimento fue muy exigente”, matiza el investigador.

Evaluar la protección de los animales

A la hora de reducir la incidencia de la mixomatosis en las granjas, los investigadores insisten en la importancia de realizar estudios serológicos regulares en las explotaciones. Este seguimiento sirve para determinar el estado de protección de los animales y realizar revacunaciones cuando sea necesario en lugar de hacerlo de manera indiscriminada o intuitiva, como viene haciéndose hasta el momento. “No hay una pauta genérica que pueda aplicarse a todas las granjas para programar las revacunaciones sino que es preciso conocer el nivel de protección de los animales para decidir cuándo es el mejor momento para volver a aplicar una vacuna”, puntualiza Dalton.

Los estudios serológicos permiten hacer las revacunaciones cuando sean necearias y no de una forma indiscriminada

Otro aspecto que los investigadores consideran clave para reducir la presencia de mixomatosis se centra en diferenciar a los animales que han sido vacunados de aquellos que se han infectado con virus silvestres. Conseguir hacer esta diferenciación permitiría eliminar los posibles portadores del entorno de la granja y reducir la carga de virus.

Así, este grupo de investigación trabaja también en poder hacer cepas de vacunas que puedan diferenciarse del virus silvestre, como ya se está haciendo con otras cepas de vacunas en sectores como el porcino.

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Factores a tener en cuenta para reducir el contagio de la enfermedad.

La liebre ibérica, ¿un riesgo para las granjas?

Al margen de la eficacia de las vacunas, Dalton también insistió en la jornada sobre la importancia de prestar atención a factores de riesgo para el contagio de la mixomatosis en las granjas. Mientras los cunicultores llevan años tratando a los conejos silvestres como una amenaza para la bioseguridad de las explotaciones cunícolas, Dalton advirtió que en los últimos meses se ha detectado que también la liebre ibérica se ve afectada por la mixomatosis. De esta forma la liebre se ha convertido en una nueva amenza para las granjas, ya que esta enfermedad se transmite por las secreciones de los animales infectados e incluso los animales muertos siguen siendo un foco de infección.

En 2018 se detectaron más de 200 casos de liebres ibéricas afectadas por el virus

Durante los últimos 60 años solo se había constatado un número reducido de casos de mixomatosis en liebres, sobre todo en los años 1950 y 1960 y puntualmente en 2014 en Reino Unido. Sin embargo, en 2018 en España se detectaron más de 200 casos de liebres ibéricas afectadas por el virus en 19 provincias, según los últimos datos aportados por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. “Es algo nuevo. Se ha producido un verdadero salto de especie y el virus se está propagando muy eficazmente en la población de liebre ibérica porque se ha adaptado al medio”, indica el investigador.

Además, ante los casos de mixomatosis en liebres no cabe la posibilidad de realizar un proceso de vacunación, por lo que los investigadores insisten en que los cunicultores deben extremar las precauciones biosanitarias en las granjas, ya que son las únicas extrategias efectivas para evitar contagios. El investigador recomendó a los productores informar a las autoridades al detectar liebres o conejos en las proximidades de su granja muertos o con síntomas de mixomatosis.

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