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Frigoríficos Bandeira S.L., situado en el lugar de A Bandeira en el ayuntamiento pontevedrés de Silleda, es una de las empresas líderes en el sector. Más de 30 años de trayectoria y una apuesta por la carne de calidad lo convirtieron en un de los referentes en el sacrificio, despiece y transporte de ganado bovino.
Fue en 1984 cuando José y Avelino Cochón fundaron la empresa, y a día de hoy, junto con sus esposas, son los únicos socios partícipes. Comenzaron con el matadero inmersos ya en el negocio de la carne, con la experiencia en el trato del ganado adquirida generación tras generación. En la actualidad los dos hermanos continúan a formar parte del equipo de profesionales de esta empresa que cuenta con 80 trabajadores directos y que alcanzan los 220 empleos indirectos.
«Desde muy niño tuve un contacto directo con la empresa, en lugar de jugar al fútbol iba con un amigo a comprar vacas»
Daniel Cochón, hijo de José, es la tercera generación inmersa en el negocio de la carne, ya que su abuelo paterno también había estado centrado en el trato del ganado. Daniel es uno de los responsables directos de la gestión del matadero a día de hoy como director general de producción y logística «aunque en realidad en el día a día, hay que hacer de todo», comenta. «Hay un equipo de profesionales, los primeros mi padre y mi tío, que llevan sobre sus cuestas enormes responsabilidades, procurando que todo encaje, que todo esté en regla y que todo fluya. Yo soy quien en estos momentos recojo los méritos de todo el equipo», matiza Cochón.
Hace 14 años que Daniel forma parte del plantel de la empresa pero desde niño tuvo un contacto directo con el matadero «en lugar de jugar al fútbol iba con un amigo a comprar vacas», recuerda.
Frigoríficos Bandeira consigue una facturación de más de 50 millones de euros. Concretamente en el 2017 tuvieron una facturación récord, pasando de los 48 millones de 2016 a 56 millones. «El objetivo para este año es mantenernos en esas cifras y creo que vamos por buen camino. Pero las cifras nunca son lo más importante», concreta Daniel. Además, el empresario destaca que «los márgenes de beneficios actuales en el sector son muy pequeños, por lo que hay que hacer muchos números y muchos esfuerzos por mantenerse».
Un incremento del 70% de la producción en 10 años
El negocio fue cambiando gradualmente en los últimos años y se vieron en el deber de mejorar y ampliar aspectos como la capacidad frigorífica, los controles microbiológicos -por encima de los estrictamente legales- así como el control de los procesos productivos, el bienestar animal… Hoy en día, la empresa cuenta con algo más de una hectárea de terreno en A Bandeira y capacidad de almacenamiento para dos millones de kilos. En estas instalaciones sacrifican unas 1.200 reses a la semana lo que supone que al año se aproximan a los 60.000 ejemplares cuando en el 2007 sacrificaban en torno a los 17.000 animales.
En estos últimos años uno de los ámbitos a los que tuvieron que dedicar mayores esfuerzos fue a la adaptación a los nuevos requerimientos normativos en materia de bienestar animal, que en este sector consiste en minimizar el dolor, angustia o sufrimiento de los animales en el sacrificio. «Todo nuestro personal que interviene en la conducción, estabulación, sujeción, aturdimiento y sacrificio de los animales posee la preparación y destreza necesarias para llevar a cabo estas labores de forma humanitaria y eficaz», explica Daniel.
Otro de los puntos donde pusieron especial atención fue en el transporte de los animales. «La flota de camiones que nos presta este servicio cuenta con una estructura confortable y adecuada. Procuramos disminuir la densidad de carga en trayectos largos y separamos los animales de diferentes características», concreta.
Automatización de la línea de sacrificio.
Al margen de estas modificaciones, hace poco más de un mes acometieron una de las últimas reformas en el matadero. En este caso automatizaron la línea de sacrificio con una inversión próxima al millón de euros.
Ganado del noroeste de la Península Ibérica
Trabajan sólo con ganado vacuno mayor, su mayoría nacido y criado en Galicia, Asturias y el norte de Portugal. «Desde que nos dedicamos al sacrificio y comercialización del vacuno mayor la selección del ganado siempre fue nuestra fortaleza, en consecuencia el negocio fue creciendo y los clientes fueron demandando nuestro producto», apunta Daniel.
La mayor parte de las reses que llegan a A Bandeira fueron adquiridas en mercados, ferias y subastas pero también cuentan con una amplia red de proveedores que trabajan en el sector como tratantes así como ganaderos.
Algunos de los ejemplares de mayor calidad proceden precisamente de criadores de ganaderías de muy reducido tamaño que creían los animales con un esmero casi desmesurado, una crianza típica en Galicia que no se basa en exclusiva en el rendimiento económico. «Afortunadamente están apareciendo jóvenes muy preparados que siguen este tipo de crianza tradicional con el propósito de conseguir una vaca extraordinaria», comenta Daniel.
Carne de calidad para las grandes cocinas
El principal mercado para la carne procedente de Frigoríficos Bandeira es el territorio nacional, que asume el 64% de su producción. Algunos de los mejores restauradores del país, como Martín Berasategui, el cocinero con más estrellas Michelín de todo el panorama nacional, acostumbra a emplear carne procedente de A Bandeira, «para nosotros es toda una honra», confiesa Daniel.
Al margen del mercado nacional, Frigoríficos Bandeira exporta al resto de Europa el 35% de sus carnes.
IXP Vaca e Boi
El pasado mes de febrero las instalaciones de Frigoríficos Bandeira acogían un acto para promocionar la recién creada Indicación Xeográfica Protexida Vaca e Boi de Galicia, que apuesta por la carne procedente de vacas y bueyes nacidos, criados y sacrificados en Galicia, y de cuyo Consejo Regulador forma parte la firma silledense.
Por ahora apenas están notando un mayor incremento de la demanda de carne bajo esta indicación. «Cuanto más exigente es el consumidor más espacio encontrará la certificación, ya que, sin lugar a duda la carne gallega es un producto de calidad, pero hay que darle más tiempo», valora Daniel.
«Por fin la carne de vaca gallega se está poniendo de moda en Galicia»
En este sentido y a la hora de valorar el mercado de la carne en la comunidad, Cochón apunta que «por fin la carne de vaca gallega se está poniendo de moda en Galicia. No se trata de una moda pasajera sino que cada vez más gente se está dando cuenta de la calidad de esta carne y atraídos por su sabor y valor nutritivo deciden consumir carne de vaca o buey, no solo de manera tradicional sino de formas más modernas», concreta.
Expansión hacia Madrid y nuevos retos
Además de las instalaciones gallegas, Frigoríficos Bandeira reforzó su presencia en el Mercado Central de la Carne de Mercamadrid. La empresa llevaba años presente pero en el 2015 decidieron adquirir un módulo de venta de productos cárnicos en este mercado consolidado como el mayor de Europa en alimentación perecedera. La firma realizó una inversión de más de un millón de euros para disponer de una superficie de 1.000 metros cuadrados adaptados para el despiece y conservación de la carne.
Esta ampliación fue otra de las apuestas por «estar cerca del consumidor» una máxima que pretenden seguir en los próximos años. Otro de los retos que se le presentan es el aprovechamiento que las ventajas tecnológicas le pueden ofrecer en los procesos productivos para conseguir «carne gallega de alta expresión».
