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El Sindicato Labrego Galego (SLG) ha celebrado en Ordes (A Coruña) su Congreso de Leche, en el que reeligió como responsable del sector lácteo de la organización a la ganadera vilalbesa Lupe Prado. La Dirección de Leche del SLG saliente de este congreso, cuyos miembros fueron elegidos en asambleas comarcales que se celebraron en las últimas semanas por toda la geografía gallega, tendrá entre las primeras tareas de su agenda nombrar cuatro representantes provinciales, que apoyarán a la responsable del sector, Lupe Prado.
En su intervención inaugural, la secretaria xeral del Sindicato Labrego, Isabel Vilalba, advirtió de que, si computamos el margen existente entre el precio medio de la leche en la Unión Europea y el precio medio en Galicia, las granjas gallegas dejarán de ganar 10’66 millones de euros al mes.
El tema de los precios fue una de las cuestiones centrales del Congreso. El SLG sigue defendiendo la necesidad de que haya un precio base negociado por los agentes del sector y de que, a partir de ahí, se vaya sumando o restando en base a calidades. Y todo eso, plasmado en un contrato de obligado cumplimiento. «Pero siempre, en primer lugar, un precio justo negociado; solo después, el contrato», señala la organización en nota de prensa.
«Lejos de esto, actualmente es la industria la que impone de manera unilateral los precios, hace y deshace criterios de calidad para manipular esos valores a su antojo y obliga a firmar los contratos que previamente redacta sin concurso de la parte productora», critica el Sindicato Labrego.
Regulación de mercados y costes de producción
Otro de los ejes reivindicativos que se desprende del Congreso, celebrado ayer, es la regulación de mercados: «Deberemos garantizar un nivel de renta mínimo para todas las personas trabajadoras de la explotación, y para esto se hace necesaria la regulación del mercado. En caso contrario, la concentración de la producción en muy pocas explotaciones será inevitable, con el consiguiente cierre de las pocas que nos quedan».
La organización agraria debatió asimismo diversos factores que influyen en los costes de producción de las explotaciones gallegas, tales como la dificultad para acceder a una base territorial suficiente, los ataques continuados de la fauna salvaje, impuestos que ve excesivos o sacrificios «innecesarios» -dicen- en el marco de campañas de saneamiento ganadero.
