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La “Guía de Vinos, Bodegas y Destilados de Galicia” acaba de llegar a las 10 ediciones como el referente para conocer los mejores vinos gallegos de cada añada. Creada por Luis Paadín, su edición 2019 recibió el prestigioso premio IWC Merchant Awards como la mejor iniciativa de divulgación en el mundo del vino en España.
La edición 2020 acaba de salir de la imprenta y está siendo presentada estas semanas por Luis y por su hijo Alejandro. Para su elaboración fue imprescindible la implicación de bodegueros y profesionales, especialmente de los 39 expertos que participaron en los 25 paneles de cata con que se elaboraron las 2.000 referencias de la guía.
En total, fueron catados más de 1.500 vinos, de más de 500 bodegas, “la totalidad de las amparadas en las DO e IGP de vino de Galicia”, destaca el responsable de catas, Alejandro Paadín.
Además, incluye referencias de destilados, mapas climáticos y pluviométricos de los últimos tres años en Galicia, por DO, y mapas litológicos y de relieve.
El resultado es un manual completo de clasificaciones y cata con 432 páginas en color, exenta de publicidad y con 1.134 fichas de los vinos gallegos.
La edición 2019 acaba de recibir hace un mes en Madrid el prestigioso premio IWC Merchant Awards como la mejor iniciativa de divulgación en el mundo del vino en España. ¿Que supone para vosotros esta distinción?
Un reconocimiento desde fuera de Galicia a un momento histórico de nuestros vinos; sin ellos no habría Guía y gracias a ella la totalidad de las bodegas de Galicia ponen a disposición de técnicos y consumidores un “catálogo” en un formato nuevo, sin publicidad y alabado por el sector del vino y el editorial. Y por supuesto, un reconocimiento a nuestro trabajo y contumaz empecinamiento en la puesta en valor de los vinos y destilados de nuestro país.
¿Que destacarías de la edición 2020 que acaba de salir al público?
El histórico de medallas, cada día más valorado por los consumidores y distribuidores a la hora de seleccionar marcas. Y la nueva apuesta por acercar el nombre de las parcelas de las que proceden las uvas. Esto ayudará a entender mejor los vinos, a valorarlos por el origen de sus uvas y es una forma de poner en valor no sólo las marcas, sino las viñas, el territorio.
En general, ¿que os sorprendió de los vinos que analizasteis en esta edición 2020 y como influyó la cosecha?
No nos sorprendió nada especialmente, si ratificamos en primer lugar que las elaboraciones en general son impecables y el rigor y la supervisión en busca de la calidad por parte de los Consejos Reguladores es fundamental para este avance. Si a eso le añadimos que las viñas empiezan a tener una edad muy interesante y los cuidados de ellas son más respetuosos, es fácil alcanzar estas altas cuotas de calidad.
Contrariamente a lo que piensa la mayoría del sector, para nosotros las añadas no son determinantes de calidad, son fundamentales para la diversidad, lo que las hace más atractivas, menos rutinarias. Y eso con el paso del tiempo a los vinos los hace más interesantes.
“El éxito de la Guía es un reflejo de la madurez del sector del vino en Galicia”
¿Cuál fue el vino blanco y el tinto que recibieron la máxima puntuación y por qué motivos?
Llevamos muchos años en el sector y por nuestras manos pasan todos los años las fichas de cata de más de 50 enólogos, sumilleres y periodistas. Este conocimiento nos llevó a no creer en las puntuaciones absolutas; comprobamos que muchas veces pueden ser injustas, ya que si cambias los sumilleres, las puntuaciones varían e incluso con los mismos sumilleres cambias el día o la hora y el resultado es bien diferente.
Por eso, utilizamos criterios de la Organización Internacional del Vino (OIV) para marcar la diferencia a través de medallas. Las catas las realizamos con botella tapada y los Grandes Oros son aquellos vinos que en dos ocasiones diferentes en tiempo y con sumilleres diferentes alcanzan entre 92 y 100 puntos. Esos son los mejores entre los mejores.
¿Nos podríais avanzar algo de cómo se prevén los vinos gallegos de esta vendimia 2019?
Todo lo que probamos apunta a que fue un año de una viticultura relativamente cómoda, por lo que habrá muchos vinos con altas cuotas de calidad y seguramente les permita a las bodegas embotellar mayor diversidad. Por lo tanto, creo que nos tocará catar muchos más vinos. Eso es lo que más nos gusta, así que será un gran año para todos nosotros.
¿Algo más que quieras añadir?
El éxito de la Guía es un reflejo de la madurez del sector del vino en Galicia, porque igual que cuando una sociedad evoluciona, edita un periódico, una comunidad con proyección enológica tiene que tener su propia guía.
Valoración general sobre los vinos de las distintas Denominaciones de Origen Gallegas en la Guía de Vinos, Bodegas y Destilados de Galicia 2020:
La valoración siempre es buena, pues los Consejos Reguladores velan por eso. Esto lo debemos tener todos claro.
En general cada año detectamos vinos mejor elaborados, afortunadamente se van dando cuenta que las maderas son una herramienta, no ataúdes en los que enterrar la fruta. También vemos una uva mejor cultivada y cuidada, que redunda claramente en la calidad de los vinos.
Valdeorras:
Los blancos elaborados con uvas godello procedentes de viñedos de cuotas elevadas son únicos, poliédricos. Las garnachas viejas bien plantadas, denostadas en otro tiempo, demostraron que no todo tiene que ser mencía.
Ribeiro:
Los blancos se desentienden del exceso de untuosidad, vuelven a la elegancia, complejidad y equilibrio. Los tintos, afortunadamente bajan los rendimientos de las uvas y se empieza a ver su potencial.
Monterrei:
Tras un par de añadas con una climatología muy problemática, vuelven a la normalidad y a encontrar vinos que son siempre una apuesta segura, para vinos del año y vinos de guardia, tanto en blancos como en tintos. Son caballo ganador.
Rías Baixas:
Ya se empiezan a liberar y no sólo hacen vinos en base a una uva y para el gran público, dejan que el territorio se exprese, vinos sin afeitar, con toda su frescura natural. Afortunadamente también cada día hay más consumidores interesados en este tipo de vinos.
Ribeira Sacra:
Ya no solo “vende” mencía, cada año van a más en su empeño de meter un paisaje en cada botella. Van consiguiendo, ya no un paisaje Patrimonio de la Humanidad, sino el paisaje de verdad, lo del entorno de donde proceden las uvas que producen el vino. Eso es un paisaje en una botella.
