«Los terneros son hoy un valor desaprovechado en las explotaciones»

El de Castro de Riberas de Lea es, junto a Amio y Silleda, uno de los tres mercados de referencia en Galicia. En sus cuatro décadas de vida fue cambiando mucho y hoy sobrevive casi exclusivamente con los terneros para recría. Hablamos con Roberto Lorenzo, su responsable

Roberto Lorenzo no Mercado de Castro de Riberas de Lea

Roberto Lorenzo no Mercado de Castro de Riberas de Lea

La especialización en la producción de leche en muchas explotaciones gallegas centró el valor de la recría en las hembras que nacen y relegó a un segundo plano a los terneros machos. Cada día los ganaderos están más convencidos de la necesidad de mejorar las condiciones de las terneras desde el momento en que nacen como futuro que son de las granjas y ponen empeño en la mejora de las instalaciones y en el manejo y cuidados de las novillas como reemplazo necesario para las vacas en producción y como forma de mejora genética en la explotación. Pero, que pasa con los terneros?

«Para muchas explotaciones en Galicia los terneros son un residuo más, priman la producción de leche y están centradas en eso y por falta de tiempo o de personal no pueden perder tiempo con ellos, así que los machos les estorban», responde Roberto Lorenzo, responsable del Mercado de Castro, a donde llegan cada semana un promedio de 600 terneros.

«Para muchas explotaciones en Galicia los terneros son un residuo más, priman la producción de leche y están centradas solo en eso»

Roberto lleva 18 años al frente de este mercado. Desde esa experiencia acumulada recuerda que «los terneros eran tradicionalmente un valor en las explotaciones y hoy son un valor desaprovechado». «Los ganaderos no se dan cuenta de que recriando los machos tienen un valor añadido en sus explotaciones. Pero algún día igual nos pasa factura a las explotaciones centrarse solo en la leche. Yo pienso que es perfectamente compatible y complementario cebar en las explotaciones y dedicarse a la leche», asegura.

Esta es una práctica muy poco frecuente en Galicia, que se da en muy pocas granjas lecheras, con alguna excepción, como es el caso de SAT Gomelle, en Guntín, pero que es habitual en otros países. Por ejemplo, en Portugal, las principales explotaciones lecheras del país, como Casal de Quintanelas o Agro-Pecuária Afonso Paisana están apostando en la actualidad por la recría de los machos hasta la edad de sacrificio para abastecer directamente el mercado con su carne.

Los terneros salen de las explotaciones con muy pocos días

El mercado de Castro de Riberas de Lea, en el ayuntamiento lugués de Castro de Rei, se celebra los miércoles y tiene como mercado de referencia el de Pola de Siero, en Asturias. «Si el de Pola de Siero va bien, aquí hay demanda», explica Roberto, que añade que «también los precios fluctúan bastante en función de la demanda».

Un macho cruzado de vaca hosltein con toro de carne (limusín o rubia galega) puede rondar los 330 euros y baja a los 240 euros si es hembra. En el caso de los frisones, «los pintos buenos, que son contados, de entre 48 y 52 kilos, llegan a los 160 euros, pero los que son malos, de unos 40 kilos, se venden en lotes y valen muy poco, alrededor de 35 euros», explica. «A veces vienen terneros con muy pocos días», reconoce Roberto, que añade que «en muchos mercados incluso les cuesta ya aceptarlos».

«De Francia y de Holanda vienen terneros mucho mejores a buenos precios. Ellos mandan para aquí sus excedentes y devalúan el mercado español, coma con la leche»

El interés por mandarlos lo antes posible y la falta de atención y cuidados hace que su calidad sea baja. «Los terneros gallegos no los quiere nadie porque son malos. De Francia y de Holanda vienen terneros mucho mejores, más duros y a buenos precios. La política agraria europea la hicieron ellos a su imagen y semejanza. Mandan para aquí sus excedentes y devalúan el mercado español. Lo vemos con la leche, pero también con los terneros», afirma.

Casi todo lo que hay en el Mercado en Castro de raza frisona son machos. «Hembras vienen pocas, solo aquellas que no tienen valor lechero», explica el responsable de las instalaciones. La introducción de semen sexado para garantizar la descendencia para recría de las mejores vacas incide además en esta situación.

Una de las tres lonjas de referencia en Galicia

Tratantes observando os animais nas instalacións do Mercado de Castro Riberas de Lea

Tratantes no Mercado de Castro

El Mercado de Castro forma parte de la Asociación Española de Mercados de Gando, dentro de la que se encuentran también las otras dos lonjas ganaderas semanales de referencia en Galicia, la de Amio en Santiago de Compostela y la de Silleda. Además de los gallegos, la Asociación engloba a los principales mercados de ganado del Estado: Torrelavega, Medina del Campo, Pola de Siero, Talavera de la Reina y León.

El número de animales que pasan cada semana por Castro se fue reduciendo mucho en los últimos años, pero se mantiene, en el caso de los terneros, en niveles semejantes a los de Silleda, con unos 600 animales a la semana. Amio suma más que los dos juntos, unos 1.500 terneros semanales. «Amio antes era los jueves y lo que no se vendía aquí acababa de comercializarse allí, pero cuando cambiaron para los miércoles a nosotros nos mataron», recuerda Roberto.

La competencia con Amio, que cambió de día del jueves al mércores, hirió de muerte a Castro

La competencia con Amio, que se celebra en el mismo día, fue el motivo principal que hizo que prácticamente desapareciera de Castro el ganado mayor. «Antes llegó a haber 2.000 animales a la semana entre ganado mayor y menor», recuerda Roberto. 

Descarga dos becerros o martes pola noite nas instalacións do Mercado de Castro

Descarga dos becerros o martes pola noite nas instalacións do Mercado de Castro

Otra de las diferencias entre Amio, Silleda y Castro es el sistema de venta. «Aquí es venta directa entre los tratantes y los compradores, así que el pescado está casi todo vendido y colocado el mismo martes por la noche cuando llegan los camiones, sin esperar siquiera al miércoles, día propio de la feria y hay terneros que pasan por 4 ó 5 manos antes de salir del Mercado», indica.

A Castro acuden unos 50 tratantes de toda Galicia. Su filosofía, explica Roberto es la de que «allí donde compras no puedes vender», por lo que el movimento entre los tres mercados gallegos es habitual. Además, dice, «compradores mayoristas en Galicia los hay contados y acuden a los tres mercados».

A Castro acuden unos 50 tratantes de toda Galicia. Su filosofía es: «allí donde compras no puedes vender»

Los terneros que llegan el martes por la noche a las instalaciones de Castro de Riberas de Lea proceden de explotaciones de toda la provincia de Lugo, desde A Mariña a Monforte, pero fundamentalmente de la comarca de la Terra Chá. El área que rodea a Castro, con los ayuntamientos de A Pastoriza, Castro de Rei y Cospeito, es una de las principales zonas lecheras de Galicia con un importante número de cabezas de ganado.

El destino de la mercancía era tradicionalmente Asturias, Cataluña, Zamora y cebaderos de Aragón pero cada vez más los terneros quedan en centros de destete y cebaderos en Galicia. «Ahora mismo menos mal que están los cebaderos y centros de destete gallegos, Cataluña tira poco», dice Roberto, que añade que «al cebarse en Galicia, muchos terneros ya no pasan ni por los mercados, van directamente de las explotaciones a los cebaderos». El que Eliseo López y su hijo Elio tienen en O Arneiro, a pocos kilómetros de Castro, es uno de los más importantes de la provincia de Lugo.

«Es un motor local importante, por eso lo mantenemos»

O polbo é protagonista todos os mércores en Castro

O polbo é protagonista todos os mércores en Castro

El Mercado de Castro Riberas de Lea se celebra en las actuales instalaciones, propiedad del Ayuntamiento de Castro de Rei, de manera ininterrumpida desde el año 1977, cuatro años antes por ejemplo del nacimiento de la Central Agropecuaria de Galicia en Silleda. Con el traslado desde el viejo campo de la feria a la ubicación actual se mantuvo el miércoles como día de celebración pero en estas cuatro décadas fueron desapareciendo los ganaderos individuales que llevaban sus vacas, cerdos, ovejas o caballos a vender a la feria.

El vacuno menor es hoy el principal sustento de Castro. El vacuno mayor, igual que el ganado ovino, caprino y porcino fueron también mermando. Ni siquiera la recuperación hace una década del mercado de vida, que tiene carácter comarcal, el último sábado del mes sirvió para mantener el número de animales presentes. «En otra época venían muchas vacas de Alemania y Holanda», recuerda Roberto.

El Mercado de Castro Riberas de Lea generó el año pasado un volumen de negocio de 5 millones de euros, unos 100.000 euros a la semana

Cerdos, ovejas o vacas adultas son casi testimoniales hoy en Castro, donde el 90% de los movimientos son de terneros. Un total de 29.697 terneros pasaron el año pasado por las instalaciones de Castro, frente a los 31.584 de 2017, los 33.121 de 2016, los 38.432 de 2015, los 35.134 de 2014 o los 43.123 de 2013. Crecen por contra el número de caballos, que tienen una feria de año específica en el mes de septiembre. Más de 500 equinos fueron vendidos en Castro el año pasado.

El Mercado de Castro Riberas de Lea generó el año pasado un volumen de negocio de 5,1 millones de euros, unos 100.000 euros a la semana. La cifra fue mermando la medida que lo hacían el número de cabezas vendidas en él (5,3 millones en el 2017 y 6,7 millones generados en 2016).

Cita inexcusable con el pulpo

Pero más allá de la innegable utilidad directa que el Mercado de Castro tiene para las explotaciones ganaderas de la comarca, lo que sí supone es un estímulo para la vida económica de la localidad, que todos los miércoles se llena de gente que acude a comprar distintos productos y a comer el pulpo en la carballeira donde antes era la feria de ganado.

«Cobramos 1,30 euros por cada ternero que usas las instalaciones, nosotros no encarecemos al animal»

«Es un motor importante para el pueblo, por eso lo mantenemos», admite Roberto, que recuerda que el Ayuntamiento de Castro de Rei es quien corre con los gastos de mantenimiento de las instalaciones, que ocupan una superficie de 26.000 metros cuadrados y fueron objeto de varias mejoras en estas cuatro décadas: cierre perimetral, muelles de carga, boxes para los animales, etc.

«Gastamos 100.000 euros recientemente en las divisiones para separar en lotes a los terneros y ahora precisamos invertir otros 100.000 euros en poner panel sandwich en el techo para mejorar las condiciones tanto de frío en invierno como de calor en verano», explica el responsable de las instalaciones. A mayores, tres operarios municipales limpian y desinfectan el recinto cada miércoles al finalizar el mercado, que también cuenta con personal administrativo.

El Ayuntamiento cobra una tasa de 1,30 euros por cada animal que usa las instalaciones para minimizar estos costes. «Lo que cobramos es poco, nosotros no encarecemos al animal», argumenta Roberto. Los terneros cuando salen a la ruta llevan un rehidratante para el viaje. Llegan el martes por la noche y marchan el miércoles a mediodía o por la tarde para aprovechar de este modo la ruta del transporte que viene de Amio.

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