Los países nórdicos reducen en un 70% la incidencia de la mamitis: ¿Como lo lograron?

El manejo del rebaño, la prevención o la mejora de las razas son algunos de los aspectos claves para conseguir una menor afección de la enfermedad. El veterinario Olav Osteras revisa los factores más determinantes para reducir los casos en los últimos años

Los países nórdicos reducen en un 70% la incidencia de la mamitis: ¿Como lo lograron?

Una ganadería de pastoreo en Suecia.

En los últimos 25 años, los países nórdicos (Suecia, Noruega, Finlandia, Dinamarca e Islandia) han conseguido reducir la incidencia de la mamitis en un 70% incidiendo en la prevención y el manejo de sus rebaños. Así, han conseguido una producción más eficiente y superior, pese a la reducción en el número de ganaderías y cabezas de ganado que se produjo en estos años.

“La clave es reducir la tasa de nuevas infecciones e incrementar las curaciones, a base de un buen manejo e inmunidad del rebaño”

Frenar la incidencia de una de las infecciones más importantes para el vacuno de leche como son las mamitis clínicas también les ha permitido reducir la cantidad de antibióticos. “La clave es reducir la tasa de nuevas infecciones e incrementar la tasa de curaciones”, explica el veterinario Olav Osteras, que trabaja como consultor de Tine S.A., la mayor cooperativa de productos lácteos en Noruega. El experto participó recientemente en las IX Jornadas Técnicas de Vacuno de Leche organizadas por Servet Talavera, una firma especializada en el control integral de mastitis y la calidad de leche y cuyo director técnico es Luis Miguel Jiménez.

Para conseguir reducir los nuevos casos de mastitis e incrementar las curaciones Olav Osteras remite a una receta basada en un buen manejo y lograr una buena inmunidad en el rebaño. Ganaderos y veterinarios desempeñaron un papel fundamental para reducir los casos en estos países.

Cambio de criterio

Uno de los países en los que se detectó una reducción significativa de los casos de mamitis clínica fue Noruega, con una disminución que casi alcanza el 70%, si bien la tendencia fue similar, aunque con fluctuaciones, en el resto de países. Al analizar la evolución de la enfermedad, Osteras detecta que fue determinante el cambio de aptitud en el tratamiento para reducir la incidencia y a la par el uso de antibióticos.

A comienzos de los años 90, la gran presión de la sociedad sobre el uso de antibióticos en el sector primario hace repensar los tratamientos. En el caso de Noruega, los esfuerzos se centraron primero en la industria del salmón, que empleaba en sus factorías en torno a 42 toneladas de antibióticos al año en 1992. En 3 años consiguieron que esa cifra pasase a 1 tonelada al año y en la actualidad se sitúa en 0,5 tonelada.

Comenzaron a tratar con antibiótico solo los casos que tuviesen infección

Tras el salmón, las presiones se centraron en el sector ganadero que a comienzos de los 90 empleaba en torno a 9 toneladas al año. “Comenzó a concienciarse tanto a ganaderos como veterinarios de tratar con antibiótico solo aquellas vacas que realmente tuviesen infección, ya que el resto no necesitan tratamiento”, concreta el veterinario.

Además, los veterinarios comenzaron a informar de todos los tratamientos para incluirlos en una base de datos con la que tener un registro oficial. Estos datos también fueron utilizados por otras administraciones para asegurar la trazabilidad de los alimentos. Se contabilizaban los casos de mastitis clínica registrados, los casos estimados, los antibióticos utilizados, así como otros tratamientos empleados. “Contar con estos registros fue muy positivo para analizar cómo actuaban los distintos países ante la mastitis”, indica.

Mayor prevención

Otro de los factores que contribuyó a reducir la incidencia de mastitis derivó de incrementar la prevención y para ello fue determinante contar con datos que pudiesen facilitar la toma de decisiones. En Noruega, la Asociación de Vacuno de Leche comenzó a recompilar información sobre los rebaños como la bacteriología tanto en el tanque de leche como por vaca, así como los casos de mastitis que se producían que aportaban información tanto al ganadero como a los veterinarios. “Tomar la decisión adecuada en el momento preciso para cada vaca puede ser crucial para atajar la mamitis en la granja”, comenta Osteras.

“Tomar la decisión adecuada en el momento preciso para cada vaca puede ser crucial para atajar la mamitis en la granja”

El registro de los animales también permitió mejoras en la crianza de los animales. “El registro de animales es muy importante cuando quieres incentivar las medidas de prevención”, indica el veterinario. Además, en las granjas de los países nórdicos, pese a las diferencias que existen entre las condiciones de producción de unos a otros, se produjo un cambio estructural hacia un manejo más profesional con mayores rebaños y ordeños automáticos.

En el afán por contar con registros sobre la salud de sus rebaños decidieron incluir la misma metodología para poder establecer comparaciones entre los distintos países e incorporar aquellas medidas que fuesen teniendo resultados positivos. De hecho, en los años 90 habían detectado que las diferencias en los métodos de cálculo ofrecían datos muy dispares, así es que mientras Noruega y Suecia en esa época contaban con una incidencia de mastitis del 20% en el caso del primero se contabilizaban 0,48 casos por vaca mientras que en Suecia la tasa era de 0,21 casos por vaca. “Comparar los resultados entre los diferentes países nos ayudó mucho a mejorar la salud de la ubre de nuestras vacas”, concreta el veterinario.

Valorar los recuentos celulares

Al disponer de datos que les permitieran una comparativa pudieron fijarse en las medidas que aplicaba cada país y los resultados que obtenían frente a la mastitis. Uno de los casos más significativos fue el de Finlandia donde detectaron una reducción importante de los casos derivada de los cursos de técnicas de ordeño que estaban impartiendo en el país y con los que habían mejorado el manejo y la detección de la mastitis. “La cooperación entre países es fundamental a la hora de buscar soluciones a un problema común como la mastitis”, valora.

“La mamitis le cuesta al ganadero en términos de leche que deja de producir pero también en el mayor consumo de pienso de la vaca”

Los recuentos celulares fue otro de los aspectos a tener en cuenta, ya que incide directamente tanto en la calidad de la leche como en la producción. Así, cuando la vaca está luchando contra la infección produce un mayor número de células somáticas y esto conlleva un coste dado que se reduce el volumen de producción y al mismo tiempo se incrementa la ingesta de alimento por parte del animal. “La mamitis le cuesta al ganadero en términos de leche que deja de producir pero también en el mayor consumo de pienso, ya que comen más porque lo necesitan para recuperarse”, comenta el veterinario. Se estima que una vaca necesita 2,5 kilos de glucosa diaria para luchar contra la infección.

El veterinario también incide en la importancia de contar con unos recuentos celulares bajos para conseguir una leche de mayor calidad. Si aumentan los recuentos celulares se incrementa la presencia de enzimas que incluso pueden ser agresivas y que tienen un impacto sobre la calidad de la leche para la elaboración de quesos y en la duración de la leche sin deteriorarse.

En base a la experiencia y los registros de estos años, Osteras alerta que pueden darse diferencias entre los recuentos celulares en el tanque de la leche y la incidencia real de la enfermedad en la ganadería. “Los recuentos de células somáticas en el tanque solo nos dan información de la gestión que se hace de la leche, pero no nos dice realmente el estado de la ganadería”, indica el veterinario.

Terapia de secado

La terapia de secado selectivo ha sido uno de los cambios que se ha introducido en los países nórdicos, aunque de diferente medida en función de cada región, lo que les ha permitido realizar comparativas efectivas. Mientras que en Noruega, las terapias de secado estaban casi prohibidas para evitar la resistencia de bacterias, otros países como Suecia y Dinamarca llevaban años utilizándolas sin detectar una mayor resistencia. “Estos datos nos hacen pensar que una terapia de secado realizada adecuadamente no implica un aumento de la resistencia bacteriana”, concreta el veterinario.

Por este motivo, en los últimos años Noruega ha apostado por realizar terapia de secado selectivo a sus rebaños tras una selección de los ejemplares en base a la bacteriología y los recuentos de células somáticas. En países como Suecia o Dinamarca el secado se utiliza si hay infección.

Mejoras en las razas

La mejora genética de las razas en producción ha sido otro de los factores determinantes en la reducción de la mastitis. Se estima que el 30% de la reducción de mastitis clínicas se debe a la eficiencia de los cruces de razas con la raza de vacas noruegas. De esta forma han conseguido incrementar la resistencia y la producción lechera. “En los años 70 teníamos síntomas muy graves de la mastitis, incluso con gangrenas, que ahora ya no se ven en las granjas y eso se debe, en parte, a la mejora genética de la raza”, explica el veterinario.

«El 30% de la reducción de mastitis clínicas se debe a la eficiencia de los cruces de razas

Pese a las mejoras logradas en los últimos años, el objetivo en estos países es lograr una tasa de incidencia que se sitúe en el 0,05 por vaca al año y recuentos celulares en tanque por debajo de 100.000 células somáticas. “Ya tenemos granjas con estas cifras y estamos convencidos de que es posible lograrlo”, concluye el veterinario.

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