«Los ganaderos no nos sentimos apoyados ante el lobo»

Los productores critican los retrasos de las indemnizaciones y un escaso apoyo en las ayudas a la prevención. La caza legal de la especie se mantiene bajo mínimos, con sólo una decena de ejemplares abatidos en Galicia desde 2011

«Los ganaderos no nos sentimos apoyados ante el lobo»

Pintada contra el lobo en Castilla, donde también hay conflictividad por ataques al ganado.

El lobo es visto en el campo como un mal innecesario, pero la realidad es tozuda. Hubo, hay y seguirá habiendo lobo en Galicia. La población del cánido, de hecho, se recuperó en las últimas décadas. El número de lobos crece en toda Europa y Galicia no es una excepción. Hay unos 800 en la comunidad, que provocan de media alrededor de cuatro bajas diarias en el ganado de las explotaciones gallegas.

Los ataques del lobo crean en el rural un malestar que encuentra una diana clara en la Administración. Cuando el pasado fin de semana, una funcionaria de Medio Ambiente acudió a las jornadas sobre el lobo organizadas en Friol por el grupo O Xan, en el que participan ganaderos, cazadores, investigadores y ecologistas, le llovieron las recriminaciones.

«Durante el periodo 2010-2015, estuvimos en la práctica sin ayudas de prevención de daños» (Joan Alibés)

Había en la sala ganaderos afectados por ataques, que hablaron de burocracia, de años de retraso en el cobro de indemnizaciones y de la necesidad de mayor sensibilidad hacia sus problemas. No faltó tampoco quien sugirió llevar los lobos a la muralla de Lugo o a la Xunta. Los ganaderos sienten que el lobo está protegido por las Administraciones y por parte de la sociedad urbana y que ellos, en cambio, carecen de apoyos frente al lobo.

Errores a corregir
¿Qué se precisa para mejorar la coexistencia del lobo con la ganadería?. Joan Alibés, ganadero de ovino y caprino en Meira, ingeniero agrónomo e integrante del grupo O Xan, resume la situación: “Si el lobo se considera un patrimonio a proteger, lo tiene que ‘pagar’ toda la sociedad”, valora.

«El principal error -señala Alibés- fue que en el periodo 2010-2015 estuvimos en la práctica sin ayudas para la prevención de los ataques del lobo. La segunda cuestión es que hubo retrasos de varios años en el pago de las indemnizaciones, aunque es cierto que ahora se están poniendo al día en los pagos”.

«Hay casos de ejemplares marcados con collares de radiotransmisión que fueron abatidos de forma ilegal» (Luis Llaneza, biólogo)

Ese panorama -valora Joan- conduce a los ganaderos hacia una tercera vía, la caza del lobo como manera de prevención de daños, que «debería ser la última opción y no la única». El problema es que la caza legal del lobo en Galicia, autorizable cuando hay daños constatados, se encuentra bajo mínimos.

Desde 2011 hasta 2016, ambos inclusive, se permitieron 25 acciones de caza (13 batidas, 12 esperas), con el resultado de 8 lobos muertos, a los que hay que añadir otros 2 abatidos en la Reserva de Caza de Ancares. Son cifras ridículas, sobre todo si se comparan con la mortandad ilegal de la especie.

Caza ilegal
«Tuvimos casos de ejemplares marcados con collares de radiotransmisión que fueron abatidos de manera ilegal. Hay una mortandad ilegal importante», admite Luis Llaneza, uno de los biólogos responsable del censo del lobo realizado en Galicia.

El uso de métodos indiscriminados como lazos, veneno o la caza furtiva preocupan en O Xan. «Hay determinados puntos de Galicia donde los ganaderos perdieron mastines por el veneno que hay en el monte», lamenta Joan Alibés.

Hacer un cálculo de los ejemplares que mueren cada año de manera ilegal resulta aventurado, pero teniendo en cuenta que hay 90 manadas de lobo que crían cada año en Galicia, y descontando la mortandad natural que tiene la especie, no es disparatado pensar que al menos caen un centenar de lobos cada año de forma furtiva, si no más.

Oposición social a la caza legal del lobo
El problema del furtivismo incontrolado, que opera en la impunidad, contrasta con la oposición ecologista que generan las batidas autorizadas por la Administración en casos de daños reiterados al ganado. «¿Esa oposición a las batidas no generará un aumento del furtivismo?», se preguntan en O Xan.

La impunidad del furtivismo contrasta con la oposición ecologista que generan las escasas batidas autorizadas

Desde O Xan recuerdan que cualquier ganadero afectado por ataques o cualquier grupo de ganaderos puede solicitar ante la Xunta la ejecución de batidas contra el lobo por daños: «Lo recomendable es hacerlo con un consenso de la sociedad de caza local y con un acuerdo de un grupo de ganaderos, pero se puede solicitar incluso a título personal».

Visión de los cazadores
Otra cuestión a tener en cuenta es el escaso interés que parece despertar el lobo entre los Tecores. «Para los cazadores, el lobo no es una especie atractiva» -señala Antonio Mota, de la Unión de Tecores de Galicia (Unitega)-. «Las sociedades de caza somos colaboradoras obligadas en el control del lobo, pero cuando hablas con los Tecores, no hay ninguno donde los socios estén interesados en la caza del lobo».

«Hace unas décadas, el cazador de lobos era visto como un héroe. Hoy en día, los ‘urbanitas’ lo ven mal» (Antonio Mota, Unitega)

La oposición social que genera la caza del lobo es uno de los factores que no gusta entre los cazadores. «Hace unas décadas, los cazadores de lobos eran héroes y paseaban el lobo por la aldea. Hoy en día, matar lobos no está bien visto por la sociedad ‘urbanita’. Otro factor es que el lobo es una especie difícil de localizar y de matar y además, constituye un peligro para los perros», señala Antonio Mota, de Unitega, un colectivo que agrupa a 91 Tecores de Galicia y que aboga por entender la caza desde una perspectiva social, no deportiva ni comercial.

La muerte de perros por ataques de lobo durante la caza de otras especies, como corzo o jabalí, se registra con una incidencia que desde Unitega creen frecuente. «Queremos ver el alcance del problema y crear un registro de los perros de caza afectados. Vamos a valorar si hay posibilidad de que el seguro que tenemos pueda cubrir las pérdidas de perros por ataque de lobo», anuncian.

Balance de las ayudas de prevención de 2016

En el 2016, la Consellería de Medio Ambiente volvió a convocar las ayudas para prevención de daños, tanto por ataques de lobo como de oso o jabalí, con una cuantía total de 400.000 euros. Estas ayudas no se convocaban desde 2012, si bien en el periodo 2010-2012 con una cuantía insignificante de 28.000 euros por año. El retorno de la línea de ayudas a la prevención es considerado positivo desde el sector, aunque se piden mejoras para la convocatoria 2017.

La línea de ayudas para daños de lobo se saldó en el 2016 con 343 beneficiarios que justificaron la subvención, con 577 euros de apoyo medio por persona. Uno de los problemas radicó en que hubo más de 200 personas que tuvieron que renunciar a la ayuda por ser de una cuantía insuficiente. «Si un ganadero quiere comprar un pastor eléctrico con placas solares, que cuesta entre 300 y 400 euros, y le conceden 20 o 30 euros de subvención, está claro que no le solucionan nada», valora Isabel Vilalba, del Sindicato Labrego.

Desde O Xan piden una mejora de los criterios de asignación y de las medidas a las que se destina el dinero. Los métodos aconsejados son cierres fijos de al menos 1,5 metros y con hilos de pastor eléctrico por debajo y por arriba, mallas móviles electrificadas y mastines, también aconsejados como complementos a los cierres.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Solicitamos su permiso para obtener datos estadísticos de su navegación en esta web, en cumplimiento del Real Decreto-ley 13/2012. Si continúa navegando consideramos que acepta el uso de cookies. OK | Más información