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El pulso entre los ganaderos y Lactalis continúa. Un grupo de ganaderos, convocado por Unións Agrarias, protagonizó hoy en el Alcampo de Santiago el segundo acto de la campaña de boicot contra la industria gala, tras el realizado semanas atrás en Lugo. Próximamente se celebrará un nuevo acto en Pontevedra y se planifican también acciones para el resto de España.
El objetivo de los productores es concienciar a los consumidores sobre la necesidad de evitar la compra de las marcas del grupo galo. Con ese objetivo, repartieron folletos informativos entre los clientes de Alcampo en los que se aconsejaba no comprar marcas como Puleva, Ram, President o los quesos de Gran Capitán y El Ventero.
Ya en el interior del centro, el grupo de ganaderos y sindicalistas, alrededor de una treintena, marchó con carros de la compra hasta la zona de lácteos y quitó de los lineales la leche de Puleva y los quesos de las marcas de Lactalis. Cajas, briks y envases se etiquetaron además con pegatinas en las que se recomendaba no comprar esas marcas por perjudicar al sector ganadero gallego.
Motivos del boicot
Antes del acto, que contó con una nutrida presencia de medios de comunicación, el responsable de Servicios de Unións Agrarias, Óscar Pose, detalló los motivos del boicot.
«Hay dos causas fundamentales. En primer lugar, por una apropiación indebida de más de dos millones de euros, fruto del acuerdo al que llegamos con la distribución en diciembre. Por ese acuerdo, la distribución le está pagando 2 céntimos a mayores por litro de leche a Lactalis para que nos los traslade a los ganaderos, pero Lactalis se está quedando con ese dinero», cuestiona Pose, que recuerda también que ya emprendieron acciones judiciales contra la firma gala.
«Lactalis fijó hasta febrero un precio de 27 céntimos, pero en la situación actual de recuperación, no es suficiente»
El segundo motivo de los ganaderos se centra en pedir una mejora de los contratos con el gigante galo, el principal recogedor de leche en Galicia, con unas 1.200 granjas proveedoras. «Lactalis fijó hasta febrero un precio de 27 céntimos, pero en la situación actual de recuperación de precios, esa cotización es insuficiente. Se decía que la causa de que no subiera el precio eran los mercados internacionales de lácteos. Ahora que esos mercados subieron, tienen que reconocerlo mejorando el precio en el campo», concluye.
Viejos contratos
Lactalis retiró recientemente los anteriores contratos, con precios a menos de 26 céntimos, según Unións, pero el sindicato le reclama también que le abone a las granjas proveedoras los entre 1 y 2 céntimos que le estuvo descontando en el precio de la leche durante tres meses en relación a los nuevos contratos. «Pueden ser alrededor de 500 euros por granja», calculan. «Esperamos que los pague en la próxima liquidación».
El diálogo entre ambas partes parece enquistado, por lo que es de esperar que esta campaña de boicot continúe y se intensifique en las próximas semanas. Unións demanda también la intervención de la Administración. «Todo esto que está pasando sería imposible sin una Administración que hubiese estado mirando para otro lado», critican.
