«Lo que diferencia a los vinos gallegos es su equilibrio entre grado alcohólico, acidez y aromas»

Entrevista la Alfonso Losada, jefe de la sección de Enología de la Estación de Viticultura y Enología de Galicia (EVEGA). Defiende "vincular más las variedades gallegas a cada terreno, a cada terroir".

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«Lo que diferencia a los vinos gallegos es su equilibrio entre grado alcohólico, acidez y aromas»

Alfonso Losada

Alfonso Losada es una de las personas que representa la historia de la viticultura y de la enología gallega contemporáneas y forma parte de ese colectivo que en los años 80 apostó por la reestructuración de los viñedos gallegos para apostar por la calidad y por las variedades autóctonas.

Durante la década de los 80 trabajó en la comarca de Valdeorras en la recuperación de la variedad Godello, dentro del programa REVIVAL (Recuperación de los Viñedos de Valdeorras), del que era cabeza visible Horario Fernández Presas.

Posteriormente pasó a trabajar en la Estación de Viticultura y Enología de Galicia (EVEGA), donde acumula una trayectoria investigadora de 25 años y en la que en la actualidad es jefe de la sección de Enología.

Con esta amplia visión temporal y experiencia, ¿ Cómo valoras la evolución de los vinos gallegos en estos años?
Fue una evolución muy positiva que se basó, fundamentalmente, en la recuperación de las castas autóctonas. La primera fue la recuperación del godello en Valdeorras, y luego en las otras Denominaciones de Origen. Otra variedad que tuvo un éxito importante fue la Mencía, tanto en la Ribera Sacra, como en Monterrei y en Valdeorras.

En el aspecto técnico de la enología, hubo una mejora muy importante, con técnicos cada vez mejor formados. Al mismo tiempo, hubo una gran inversión en tecnología de las bodegas. Se pasó de las clásicas cubas de castaño a una utilización generalizada de los depósitos de acero, un material que es criticado por alguna gente pero que proporciona una asepsia y mantiene la tipicidad de la variedad de uva.

Todo esto empezó en los años 80, cuando en Galicia hacía diez o doce bodegas, y hoy estamos en más de 400 bodegas.

¿Cuáles son las características de un vino gallego que cada vez pide más el consumidor?
Las variedades de vid son un patrimonio de la humanidad y pueden ser plantadas en cualquier lugar. Lo que tiene que estar vinculado un vino es a un territorio. A veces nos centramos demasiado en la variedad de un vino, y pienso que habría que vincularlos más a un terreno, a un clima..porque eso es algo único que no se puede reproducir en cualquier lugar del mundo.

Hay que demandar un mencía de la Ribera Sacra o un Valdeorras godello, pero no pedir simplemente la variedad, que es algo que pusieron de moda los anglosajones. Tenemos que defender y poner en valor también nuestro terroir, nuestro terreno.

Por otra parte, los vinos gallegos tienen que ser diferentes del resto. Los vinos gallegos tienen una acidez y unos aromas muy interesantes y eso debemos potenciarlo, incluso haciendo vinos que aguanten más tiempo en el mercado sin perder esos aromas.

Los vinos gallegos hoy tienen una personalidad propia en el mercado y eso es un síntoma de que las cosas se estuvieron haciendo bien.

¿Habría que reducir la acidez de los vinos gallegos?, ¿Cuál puede ser el punto de equilibrio?
Los vinos de las variedades autóctonas gallegas se caracterizan por su acidez, por su grado alcohólico y por la riqueza en componentes aromáticos. Es algo que los diferencia frente al resto de vinos del mundo. Son unos vinos muy equilibrados, sin aristas, lo que los hace únicos.

«Lo que hace diferencia a los vinos gallegos es su equilibrio entre grado alcohólico, acidez y aromas»

En cuanto a los niveles, podemos decir que la acidez en los vinos blancos debe situarse entre el 5 y el 6,5 y el ácido málico entre el 2 y el 3,5.

¿Está totalmente superada la utilización de castas foráneas más productivas en Galicia?
Está totalmente superado. En Galicia no están permitidas las variedades foráneas en las Denominaciones de Origen. Tenemos que centrarnos en nuestras variedades autóctonas y potenciar nuestro terreno, para diferenciarnos del albariño que se pueda producir en Australia o Chile.

En este sentido, ¿Debería caminarse hacia diferenciar los vinos dentro de la Denominación de Origen por subzonas, e incluso por precios en función de la finca de origen?
Debemos adaptar la oferta al consumidor al que nos dirijamos y a la distancia. Tenemos que tener una visión amplia: para salir al exterior una sola zona puede ser muy pequeña, cuando a veces los consumidores del extranjero no conocen ni Galicia. Y eso es compatible con diferenciar el vino por subzonas dentro de una DO cuando nos dirigimos a un cliente que nos conoce.

¿La agroecología y la reducción de los tratamientos fitosanitarios en la viña y en la elaboración del vino es una obligación que demanda el consumidor?
Los vinos deben ser sanos y habrá que plantearse en cada paso reducir cada vez más los tratamientos, y eso ya se está haciendo. Lo ideal es llegar a cero tratamientos, aunque es difícil y estamos trabajando en eso.

Está hablándose ya de variedades híbridas para reducir los tratamientos al máximo, también de reducir las cantidades de sulfuroso. Es un reto a los que nos enfrentamos.

¿Qué recomendaciones básicas daría para elaborar un buen vino en Galicia?
Partir de unas vides plantadas en el lugar adecuado para cada variedad para que logren la madurez óptima, tener una bodega bien equipada y contar con el asesoramiento de un enólogo.

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