«Las ganaderías tenemos que ser rentables sin la PAC y sin las ayudas»

Javier es titular de la ganadería Conde y Lozano SC, que cuenta con 160 cabezas de las razas rubia gallega, blonde y flevick en las parroquias de As Sasdónigas (Mondoñedo) y Romariz (Abadín). Desde su incorporación, este joven está aumentando en paralelo el número de animales y las hectáreas de pasto

«Las ganaderías tenemos que ser rentables sin la PAC y sin las ayudas»

Javier Conde con su rebaño

Con solo 21 años Javier Conde se incorporó a Conde y Lozano SC, la ganadería de vacas de carne de sus padres. Fue un proceso natural para un chico que se crió rodeado de animales. «Para mí no fue difícil decidirme a coger esto porque siempre me tiró. Me gustaba más venir a cambiar unas vacas con mi padre que ir a la escuela», cuenta.

Cuatro años después ya aumentó en un tercio el número de cabezas y cuenta con 160 animales repartidos en dos CEAS en los ayuntamientos de Mondoñedo y Abadín. A 480 metros de altitud, al lado del alto de A Xesta, está considerada como zona de alta montaña en la PAC. Pero Javier tiene claras las ideas: «Muchos ganaderos tienen que rezar para que en Bruselas no eliminen la PAC porque la rentabilidad de sus granjas depende de las ayudas europeas, pero yo pienso que la explotación tiene que ser viable sin la PAC y sin las ayudas, que las vacas tienen que dar para vivir yo y para vivir ellas y que la PAC tiene que ser aparte, tiene que quedar libre. Fue lo que me inculcó siempre mi padre, que las vacas tienen que dar por sí mismas y que para tener vacas hay que tener terreno para ellas. Yo aconsejo dedicarse a esto se tienes base territorial, se tienes que comprar o alquilar no es rentable», asegura.

En la actualidad Javier cuenta con 92 hectáreas de terreno, de las que solo 10 son alquiladas y el resto en propiedad. «Tenemos una zona muy buena para la ganadería porque aquí no hay sequía nunca. La niebla que es tan mala en la autovía y obliga a menudo a cortarla, para la ganadería es buena. Aquí no sufrimos sequía, el problema es el contrario, lo tenemos para secar la hierba. Si hace tres días buenos seguidos hay que aprovecharlos igual que si fueran oro», relata.

Javier busca un manejo sencillo y la reducción de costes a través de una alimentación a base de pasto

Javier busca uno manejo sencillo y la reducción de costes a través de una alimentación a base de pasto. «Yo a mi explotación no le busco mucha complicación, simplemente que dé el máximo rendimiento posible. Tengo el ganado siempre fuera y en invierno le facilito silo y hierba seca, le hago los tratamientos sanitarios y desparasito. No tiene más misterio», enumera.

Este joven procura que su explotación sea lo más autosuficiente posible. Hace al año 850 bolas de silo y 70 rollos de hierba seca. Los terneros los ceba con paja y pienso, que procede de la cooperativa Os Irmandiños. «La paja la compro y la uso para las camas y para cebar. Es el único forraje que no produce mi explotación», indica.

Os becerros están coas nais no prado até que teñen 7 meses

Os becerros están coas nais no prado até que teñen 7 meses

Los terneros maman hasta que tienen 7 meses, tiempo en el que están con las madres en los pastos. Después pasan a una nave que usa de cebadero y que está en la parroquia de Romariz, de donde era su abuelo paterno. Ceba todos los animales que nacen en su granja e incluso compra a algún vecino, aunque cuenta con limitaciones: «No puedo superar en el total de los que compro la cifra del 30% a respeto de los que nacen en la propia explotación», explica.

Manda los animales al matadero directamente o bien a través de algún tratante. «La mayoría lo marco cómo Ternera Gallega Suprema pero las crías de las vacas que están en las fincas más altas las saco antes por culpa de la invernía y no van para Suprema», indica.

A pesar de estar a menos de 5 kilómetros, hace más frío en Romariz que en As Sasdónigas. «Puede haber 3 o 4 grados de diferencia porque hiela más que aquí. En As Sasdónigas lo que afecta más es el agua», cuenta. Sin embargo, el ganado pasa todo el invierno fuera. «Solo meto alguna que está débil o por enfermedad, porque si tienes que medicar una vaca no vas a ir a correr detrás de ella todos los días al prado para tratarla», argumenta.

Relevo generacional

La ganadería lleva los apellidos de su padre y de su madre, Javier y Herminia, que forman parte también de la SC. La historia de esta explotación es la misma que la de otras muchas en Galicia. «En mi casa siempre hubo ganado. Mis padres tenían 15 vacas de leche pero las vendieron cuando se pagaban bien las cuotas y apostaron por la carne. Cuando me incorporé había 60 reproductoras y ahora tenemos 98», explica.

La incorporación de Javier supone savia nueva para toda la parroquia de As Sasdónigas. «Somos 27 vecinos y soy yo el único que tiene menos de 30 años. El resto de los ganaderos que hay están aguantando simplemente mientras no se jubilan porque no tienen relevo», cuenta.

Desde que se incorporó compró un tractor, rotoempacadora, esparcidora de estiércol, trituradora y comederos nuevos. El próximo proyecto es una nave para almacén de paja y hierba seca.

Esfuerzo en mejorar las praderas y el tamaño de las fincas

Javier dedica toda la superficie de la que dispone a pasto y hace un corte a mayores para ensilado y otro para hierba seca. «Las condiciones aquí son perfectas para el ganado de carne, lo que hay es que estar bien preparados para el invierno con forraje suficiente», defiende.

Cruce de rubia galega e parda alpina. Javier ten tamén bonde e flevick.

Cruce de rubia galega e parda alpina. Javier ten tamén bonde e flevick.

Desde que se incorporó hizo un gran esfuerzo en mejorar las praderas y el tamaño de las parcelas. » Roturé unas 30 hectáreas y seguiré mejorando el terreno y aumentando la superficie hasta disponer de unas 100 hectáreas. Según vaya aumentando al terreno iré aumentando al ganado hasta tener entre 10 y 15 reproductoras más pero tampoco quiero tener más ganado de la capacidad que tengan las mías fincas», avanza.

Renueva las fincas que le son más cómodas y que no sacan mucha piedra. Para controlar las malas hierbas defiende el sistema de arrancarlas, aunque eso supone estar muy pendiente de las praderas para que las malas hierbas no tiren la semilla y se multipliquen.

En As Sasdónigas la concentración parcelaria se empezó hace 40 años y se acabó hace sólo 3

También logró mejorar de manera muy considerable el tamaño de las parcelas. En As Sasdónigas hace 3 años que se finalizó la concentración parcelaria, que llevaba empezada desde hace 40 años. «Estuvo muchos años parada y algunos vecinos ya habíamos ido cambiando y permutando fincas entre nosotros pero hubo otros que no dejaron entrar a las fincas hasta el último momento», cuenta.

El resultado de la concentración fue positivo. «La parroquia son unas 600 hectáreas y había antes de la concentración 3.000 fincas. Algunas, del pequeñas que eran, más que fincas eran huertos. Ahora quedaron en 600», resume. «Lo más importante para tener ganado es tener terreno y tenerlo cómodo», defiende. Tras la concentración, todas las fincas que tiene Javier «son de un tamaño decente y buenas de trabajar». Las parcelas más grandes tienen 9, 11 y 15 hectáreas y el resto superan las 2 hectáreas.

«Gasté mucho dinero en los cierres»

Javier cuenta con agua en todas las parcelas y las fincas están cerradas a conciencia. «Gastamos mucho dinero en los cierres, que son de 3 o 4 hilos de alambre y cancilla en las entradas», explica. «De momento no tuve que reparar cierres porque están nuevos. Planté también muchas tullas alrededor de las fincas para cortar el viento y pinos para dar sombra», describe. Su ganadería ha sufrido algún ataque del lobo, aunque «hace dos años que no me toca», dice.

En cuanto a la distancia entre ellas, la finca que está más lejos está a 2 kilómetros. «Las tengo cerca unas de las otras, que es lo que me interesa para facilitar a labor a la hora de realizar los cambios de parcela», dice. La necesidad de manejo del ganado también condiciona su elección. «Tengo que tener ganado dócil y que se deje manejar, es decir, que pueda manejar yo solo, porque si me hacen falta 3 o 4 personas para cambiar unas vacas de finca casi no tengo ni a donde ir a buscarlas, porque las aldeas se quedan sin gente», se queja.

Tiene 5 toros como sementales que va rotando 

Calimero, de raza Rubia Galega, un dos 5 touros que hai na explotación

Calimero, de raza Rubia Galega, un dos 5 touros que hai na explotación

Ganadería Conde y Lozano tiene cinco toros que usa como sementales para evitar problemas de consanguineidad. Dos son de raza blonde pura, otro es de raza rubia gallega (se llama Calimero, tiene cuatro años y está marcado por Acruga) y los otros dos son cruzados. Los toros, que están en medio de las vacas para no tener que estar pendiente de los celos, los va rotando por las distintas fincas.

Además de emplear sus propios toros como sementales, en casos concretos Javier prefiere poner semen comprado. «Siempre insemino alguna vaca de algún toro que me gusta para mejorar la genética», cuenta. Busca sobre todo facilidad de parto y un mayor desarrollo corporal en el momento del destete.

«Hoy hay que tener ganado bueno, el malo no vale nada»

«Hoy hay que tener ganado bueno, el malo no vale nada», dice convencido. Y añade: «que la vaca sea buena de leche es un factor importante porque ahorra mucho dinero en pienso, porque el ternero que entra a la cuadra para cebarse adelantado sale con muchos más kilos a la hora de venderlo», asegura.

Xato no cebadeiro a onde pasan logo do destete

Xato no cebadeiro a onde pasan logo do destete

También por eso dice que «agrupar los partos es complicado porque para hacer coincidir bien la venta con el pico de demanda los terneros tendrían que nacer en invierno y es más difícil sacarlos adelante porque las madres dan menos leche en esa época», argumenta.

Mondoñedo es tierra de caballos, con ferias anuales como la de As Quendas o la de As San Lucas, en las que son protagonistas. Además de cuidar de sus vacas Javier tiene también tres yeguas, un caballo y un poni hembra, de nombre Venus, y que hace vida en medio de las terneras de recría. «Siempre me gustaron mucho los animales, ya tuve de todo, canarios, pavos reales, faisanes, perdices, codornices … me gusta ir a ver a las vacas a caballo y voy también a alguna ruta cuando puedo», explica.

Banco de Tierras Municipal 

Monte roturado e convertido en pradeira nas Sasdónigas logo da concentración parcelaria

Monte roturado e convertido en pradeira nas Sasdónigas logo da concentración parcelaria.

Entre las parcelas que sirvieron para que Javier aumentara su base territorial está una finca de una hectárea perteneciente al Banco de Tierras Municipal que el Ayuntamiento de Mondoñedo puso en marcha en colaboración con la Xunta de Galicia usando las masas comunes resultantes de las concentraciones parcelarias de Mondoñedo Norte (que engloba a las parroquias de Masma, Couboeira y Vilamor) y de As Sasdónigas.

En total, se formalizó la cesión en precario de un total de 15 parcelas a distintos productores, en un proceso pionero amparado por la Ley de Mejora de la Estructura Territorial Agraria de Galicia (Metaga). Los beneficiarios, seis en las Sasdónigas y nueve en Masma, Couboeira y Vilamor, hacen uso de las fincas desde lo verano pasado. El periodo de cesión es por cinco años sin coste alguno para el ganadero o el agricultor.

Cuando finaliza una concentración parcelaria, los Ayuntamientos tienen la potestad de solicitar la cesión en propiedad de las parcelas de las masas comunes para el aprovechamiento por parte de los vecinos de la zona. Si el Ayuntamiento no solicita estas fincas, el destino de estas parcelas será el Banco de Tierras de Galicia, algo que se producirá un año después de que el acuerdo de concentración parcelaria sea firme.

La cesión de estas masas comunes resultantes de concentraciones parcelarias a productores de la zona tiene múltiples beneficios ya que, por un lado, pone a producir estas parcelas permitiendo al mismo tiempo a ganaderos como Javier aumentar su superficie agraria y, por otro, ahorra importantes costes anuales a las administraciones en tareas de mantenimiento de estas parcelas y gestión de la biomasa.

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