«La vaca es aquí la que más ordena»

En la ganadería de Joao Eleuterio, en la Isla Terceira (Azores, Portugal), las vacas tienen vida de marquesas. Pasan el día comiendo o tumbadas en el prado, les llevan allí la ración y también son ordeñadas en los propios pastos con una sala móvil, que sigue la rotación diaria de parcelas con los animales. «La vaca es aquí la que más ordena» -resume un técnico de la cooperativa Unicol, de la que forma parte a granja-. «Todo el manejo de la vaca se hace en el prado, con lo que se evitan grandes desplazamientos de los animales y se reducen los problemas de patas y el gasto energético», analiza.

Las vacas de la ganadería de Joao Eleuterio se caracterizan por su excelencia genética. La granja, que cuenta con unas 100 vacas, mantiene unas producciones medias de alrededor de 12.150 litros por animal, con promedios del 3,1 de grasa y 3,1-3,2 de proteína. Joao llegó a tener una vaca con un pico de 20.000 litros de producción y cuenta en la actualidad con otra res que llega a 18.000 litros y que ya está en su sexta lactancia.

El rebaño de la explotación vive en los pastos los 365 días del año día y noche, algo que es posible por el benigno clima de las islas Azores, con temperaturas que se mueven todo el año en el arco de los 10 a los 27 grados centígrados, sin grandes fríos en invierno ni olas de calor extremas en verano. Las vacas rotan de parcela dos veces al día y siguen un sistema de rotación fijo de fincas, de forma que repiten parcela cada 30-40 días.

Ese es el manejo que siguen la práctica totalidad de las ganaderías de las Azores, unas islas que producen un tercio de toda la leche de Portugal. Dentro del sistema de pastoreo, conviven no obstante distintas tendencias. Desde explotaciones que basan la alimentación de las vacas en los pastos, con mínimas aportaciones de concentrados y sin silo de maíz, hasta otras, como la de Joao Eleuterio, que emplean raciones con altas cantidades de silo de maíz y concentrado, homologables a las que dan en Galicia explotaciones estabuladas.

En el caso de la ganadería de Joao Eleuterio, la ración de concentrado se sitúa en unos 10-11 kilos por animal y día, en tanto la ración de silo de maíz ronda los 25 kilos diarios. La comida es aportada en los propios pastos, en comederos que se rotan de parcela acompañando al rebaño.

Parques de alimentación
Una parte de las explotaciones de las Azores ha optado en los últimos años por habilitar parques de alimentación cubiertos, anexos a las salas de ordeño fijas. Es una alternativa que busca una mejor conservación de la comida, de forma que no se vea afectada por la lluvia o por las propias pisadas de los animales, en el caso de las raciones que se reparten sobre la hierba.

Una de las explotaciones que montó en los últimos años un parque de alimentación es la ganadería de Humberto Costa, una granja de la isla Terceira de unos 160 animales en ordeño y que dispone de 110 hectáreas de tierras, de las que unas 40 se dedican al cultivo de maíz y el resto a pastos durante todo el año.

La granja, que se mueve en cifras de 23 litros díarios por vaca, con un 3,43 de proteína y un 3,88 de grasa, le aporta comida a los animales dos veces al día, aprovechando el ordeño. El concentrado, a razón de un promedio de 6 kilos por animal, se aporta en la propia sala de ordeño, y en el parque de alimentación se distribuye una ración diaria de 15 kilos de silo de maíz y 9 de silo de hierba por animal.

El mayor inconveniente del sistema del parque de alimentación son los desplazamientos entre los pastos y la instalación dos veces al día. Otra ganadería que sigue ese mismo sistema de pastos combinados con parque de alimentación y sala de ordeño fija es la de los hermanos Tavares, en la isla de San Miguel. Para tratar de minimizar los desplazamientos, la granja dedica las fincas más lejanas al cultivo de maíz y al pasto de las novillas y vacas secas, en tanto las más próximas al parque se reservan para el pastoreo de las vacas en ordeño.

Durante la primavera, en el periodo abril – junio, la explotación de los hermanos Tavares alimenta a los animales exclusivamente con pastos y con una pequeña ración de concentrado, que ronda los 200 gramos por litro de leche producida. El resto del año, le suministran a los animales una ración de 10-15 kilos de silo de maíz y silo de hierba. La ganadería, que tiene 120 vacas en ordeño, dispone de unas 65 hectáreas, un 80% de ellas dedicadas a pasto y el resto a maíz. Su producción media ronda los 8.000 litros por animal, con calidades de un 3,3 de proteína y un 4,4 de grasa.