“La llegada de la Flavescencia Dorada a los viñedos de Galicia es cuestión de tiempo”

La Flavescencia Dorada es una de las enfermedades más temidas por los viticultores. En el Norte de Portugal están luchando contra ella con éxito. Joao Jaoquim Cruz Garrido, de la Estaçao Vitivinícola Amándio Galhano, cuenta cuáles son las estrategias para combatir esta patología.

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“La llegada de la Flavescencia Dorada a los viñedos de Galicia es cuestión de tiempo”

La Flavescencia Dorada es una de las enfermedades “modernas” más temidas por los viticultores. Originaria de los Estados Unidos, es provocada por un fitoplasma que coloniza las células de las cepas y acaba provocando su muerte, extendiéndose por el viñedo si no se detecta a tiempo.

Esta patología se transmite o bien por la reproducción de material vegetal de vides infectadas o por un insecto vector, el Scaphoideus titanus Ball, que ya fue detectado en Galicia en el año 2007 en el ayuntamiento pontevedrés de Crecente.

En el Norte de Portugal se detectó por primera vez en el año 2006 cerca de la ciudad de Braga y desde entonces se extendió a toda la región de los Vinhos Verdes, llegando a los ayuntamientos de Melgaço y Monçao, de la otra orilla del río Miño. En el año 2013 el gobierno portugués publicó el Plan Nacional de Control de la Flavescencia Dorada, una herramienta que consiguió frenar la expansión de esta enfermedad.

Para explicar cuáles son las medidas de control de la Flavescencia Dorada, João Joaquim Cruz Garrido, de la Estação Vitivinícola Amãndio Galhano, participó la pasada semana en Ourense en el I Encuentro de Viticultura Galicia-Norte de Portugal, una jornada organizada por la Estación de Viticultura y Enología de Galicia (Evega).

¿Por que la Flavescencia Dorada es una enfermedad tan grave en viticultura?
En primer lugar porque es una enfermedad que no tiene productos que la curen. Se trata de una patología de cuarentena que requiere cuidados especiales. Se transmite a través de un insecto vector, pero si no tenemos cuidado de eliminar las vides enfermas el propio viticultor puede propagar la enfermedad al coger sarmientos para injertar de las plantas infectadas.

Además, la vid puede estar enferma pero no manifestar síntomas, con lo que al coger púas para reproducir también se estaría propagando.

Por tanto, es preciso controlar el insecto vector y hacer inspecciones en la viña para localizar posibles plantas infectadas y eliminarlas a través de su arranque y posterior quema.

No estamos hablando de una enfermedad como el virus del enrollamiento, donde la planta puede convivir con la enfermedad, sino que las pérdidas económicas son palpables….
Exactamente. La consecuencia es la muerte de la vid e importantes pérdidas con un descenso acusado de la producción. Uno de los primeros síntomas de la contaminación de una vid por Flavescencia Dorada es un descenso súbito de la producción con respecto al resto.

¿Cuáles son las claves para una detección de las plantas infectadas?
El primero es el no cuajado de los racimos después de la floración, de manera que el bago no se forma y hay un síntoma claro que algo no va bien.

A continuación, en la fase del pintor la madera de las vides en vez de tornar castaña, queda verde y las varas doblan, como un sauce llorón. En ese período, de agosto hasta la vendimia, es cuando es más fácil detectar la enfermedad.

“Entre agosto y la vendimia las varas doblan y quedan verdes”

Una vez detectada, la vid se debe marcar y se puede arrancar hasta el mes de marzo, ya que durante el invierno no se produce contaminación. Es decir, la Flavescencia Dorada no se propaga por las tijeras de poda. Sólo hay dos vías de contaminación: por el insecto vector y por la propagación de púas contaminadas para injertos.

En cuanto a los insecticidas ¿Qué grado de efectividad tienen y cuando se deben aplicar los tratamientos?
Solamente se deben aplicar en las áreas donde se detectó el insecto vector. Siguiendo las recomendaciones del Plano Nacional, se comenzó por hacer 3 tratamientos obligatorios en las zonas donde se detectó la Flavescencia Dorada, mientras que en las que se detectó el insecto vector pero no la enfermedad sólo es obligatorio hacer un tratamiento preventivo.

El resultado con estos tratamientos muestran que la captura de insectos vectores disminuyó considerablemente de un promedio de 2.000 capturas en el año 2011 a 51 en el 2014. Es decir, si conseguimos rebajar la cantidad de insectos vectores se podría rebajar la obligación de hacer los 3 tratamientos.

Con estas medidas, ¿Se puede decir que está controlada la expansión de la Flavescencia Dorada?
El problema ya fue más grave pero es imposible erradicar la dolencia, porque siempre va a haber viñs abandonadas y otros factores que no se pueden controlar. Pero el plano sí que permitió disminuir la presencia de vides contaminadas.

El insecto vector está presente en toda la zona de viticultura mediterránea. La Flavescencia Dorada fue detectada en Francia en los años 50 y tras una fase de estancamiento volvió en las últimas décadas a extenderse con fuerza, afectando a los viñedos de Borgoña, de Burdeos, en el Norte de Italia, también hubo en Cataluña y ahora está presente en el Norte de Portugal.

“Es clave que el material del vivero esta certificado cómo libre de Flavescencia Dorada”

Y dada la cercanía con Galicia, diría que los viticultores deberían estar preparados porque es una cuestión de tiempo que llegue.

En la viticultura moderna es preciso renovar las viñas y uno de los problemas es que el material vegetal no siempre tiene todas las garantías sanitarias.

¿Qué papel juegan los viveristas en la expansión de esta enfermedad?
Las empresas viveristas deben tener conciencia de lo que están haciendo. Los viticultores deben procurar material vegetal en óptimas condiciones sanitarias. El tratamiento térmico con agua caliente es una herramienta imprescindible para garantizar que la planta no esté infectada. En Portugal se está aplicando de forma obligatoria y toda la planta debe contar con el correspondiente certificado oficial de que está libre de Flavescencia Dorada.

Este tratamiento térmico lo realizamos en la Estação Vitivinícola Amândio Galhano, en Arcos de Valdevez, y estamos abiertos a prestar también este servicio a los viticultores y viveristas gallegos.

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