«La crisis del coronavirus demuestran que la ganadería y la agricultura son estratégicas para un país»

Ramón Armengol, nuevo presidente de las Cooperativas Europeas (Cogeca), detalla cómo están afrontando desde la entidad la situación del sector agroganadero, las medidas que reclaman a la Comisión Europea o los cambios que traerá la crisis del coronavirus

«La crisis del coronavirus demuestran que la ganadería y la agricultura son estratégicas para un país»

Ramón Armengol presidente de Cogeca.

Conocemos de mano de Ramón Armengol, el nuevo presidente de la Confederación de Cooperativas Agroalimentarias de la Unión Europea (Cogeca) como se está haciendo frente a la crisis del coronavirus en el sector agroganadero. Armengol fue elegido el pasado mes de noviembre presidente de las cooperativas europeas, que agrupan a 40.000 entidades agrarias, que emplean a unas 660.000 personas y cuentan con más de 7 millones de socios. Ganadero de porcino es también miembro de la directiva de Cooperativas Campo-alimentarias de España y de la Federación de Cooperativas Agroalimentarias de Cataluña.

-Ante esta nueva situación surgida con la crisis del coronavirus, desde Cogeca ¿en qué líneas de trabajo se están centrando?
-En una situación extraordinaria estamos actuando de manera absolutamente extraordinaria, pero con un esquema que nos lleva a tener que trabajar a corto y a medio plazo, es decir, una vez que esta crisis se supere, porque nos va a dejar un escenario desconocido para todos.

A corto plazo estamos trabajando intensamente con la Comisión Europea para que el mercado europeo siga funcionando, y el abastecimiento de alimentos no sea una preocupación más unida a la crisis sanitaria. También estamos identificando aquellos sectores que más están sufriendo por la caída de la demanda, especialmente aquellos unidos al canal Horeca. Por último, también estamos pidiendo medidas extraordinarias en cuanto a la flexibilización de los requisitos reglamentarios que establece la PAC, otras extraordinarias de gestión de mercados y ayudas específicas a los sectores más afectados.

A medio plazo creemos que esta situación ha demostrado que nuestro sector no es sólo básico, también es estratégico, y creemos que los debates sobre la sostenibilidad deberían mantenerse, pero desde otro enfoque menos negativo y contando más con la agricultura y la ganadería.

-La caída de los precios y de los consumos son las principales preocupaciones en la mayoría de los sectores agrarios y ganaderos. ¿Qué medidas consideran necesarias en estos momentos para el sector lácteo?
-Pedimos medidas que activen todos los mecanismos de gestión de mercados disponibles en la reglamentación y otras extraordinarias, y también se habla de una reducción coyuntural de la producción. Al principio de la crisis el sector lácteo vivió un aumento de la demanda por la necesidad de aprovisionamiento de la distribución, pero esto ya ha pasado y vemos que la eliminación del canal Horeca empieza a pesar en el mercado, ya que el consumo en los hogares no compensa esa pérdida, especialmente en los productos transformados.

-¿Y para el cárnico?
-Aquí la situación es variable. Desde el principio ha habido un problema en el mercado de los cortes de vacuno de calidad, en los lechazos, cabrito y lechones, todos ellos vinculados al canal Horeca. Para estos sectores estamos pidiendo medidas de almacenamiento privado para poder pasar estos meses donde el mercado está parado, y paralelamente de reducción de la producción para poder afrontar el mercado a medio plazo, cuando pase la crisis.

A medida que pasan las semanas esta situación empieza a agravar a otros sectores como el del ovino-caprino, que temen además una caída de las exportaciones a los países del Magreb, donde el mercado internacional está desequilibrado precisamente porque esta crisis es global, y hay flujos de exportaciones que entran en colisión, especialmente desde Australia, que por la caída de la demanda en Asia ha empezado a buscar otros mercados que coinciden con los destinos españoles y están llegando a precios de derribo.

En el otro lado, el pollo está funcionando bien por el tirón del consumo en los hogares y el porcino por las exportaciones a China.

«Estamos empezando a observar que los productos de otros países vienen a España a precios muy bajos y desequilibran el mercado»

-En esta coyuntura, la estrategia de los países está siendo diferente a la hora de afrontar el control del virus, pero también en sus sectores productivos. Así, por ejemplo, mientras algunos países intentan reducir la producción láctea, como el caso de Francia, otros siguen con la misma línea de trabajo. ¿Ven viable una estrategia común a nivel europeo para los productores?
-En España la producción nacional ya es deficitaria en leche, por lo que no creo que el mismo modelo valga para todos. En una situación como la actual la defensa del mercado único debe ser una prioridad y, para ello, la Comisión Europea apoyado por los Estados miembros deberían actuar con celeridad porque lo que estamos empezando a observar es que los productos de otros países viene a España a precios muy bajos y desequilibran el mercado.Pero cuando pase la situación esto cambiará. Es decir, las medidas europeas deben ayudar a dar respuesta a las diferentes situaciones reequilibrando el mercado de todos.

-La respuesta del sector primario está siendo muy valorada en estos momentos pero, ¿cree que la crisis traerá cambios en las políticas agrarias? ¿En qué considera que debe hacerse un replanteamiento?
-Efectivamente la situación ha dado la visibilidad a un sector que siempre ha estado ahí, pero cuya seguridad se daba por hecho. Me da un poco de pena que una crisis como esta ponga de manifiesto algo tan básico para la sociedad como es asegurarse el abastecimiento alimentario. Estamos viendo lo que pasa con el material sanitario, no quiero ni pensar si hubiésemos tenido que depender del exterior para los alimentos.

«En futuros debates debemos cambiar el enfoque con el que se habla del sector productor, especialmente en sostenibilidad ambiental»

Lo que debe cambiar para los futuros debates es el enfoque con el que se está hablando del sector productor, especialmente cuando se habla de sostenibilidad medioambiental. La responsabilización y en ocasiones criminalización que se hace del sector es desproporcionada y engañosa, y puede llevar a hacer diagnósticos no sólo equivocados, sino peligrosos para la producción y asegurar el abastecimiento.

El sector está absolutamente comprometido con el medioambiente y con la acción por el clima, pero este enfoque negativo debe cambiar, también apoyar al sector europeo con el presupuesto necesario para afrontar nuevos modelos productivos y acabar con esta deriva reduccionista que no lleva más que a desacreditar el proyecto europeo y una de sus principales políticas, la PAC.

-Otro de los aspectos claves desde un principio en el sector agroganadero ha sido la aplicación de protocolos de bioseguridad para intentar frenar los contagios al mínimo y continuar con la producción. En el caso de España, tras un mes de confinamiento y con la falta de mano de obra para la recogida de cosechas o la carga de trabajo que están soportando algunas ganaderías al establecer nuevos turnos de trabajo que garanticen la atención de los animales, ¿ven necesaria una revisión de estos protocolos?
-La realidad es que estamos teniendo muchos problemas con los protocolos porque no son uniformes y hay mucha incertidumbre, pero sobre todo sufriendo con toda lógica el miedo de nuestros trabajadores. El problema no son tanto los protocolos como la clara falta y dificultad en conseguir material sanitario de protección para asegurar esos protocolos. El mercado mundial de este material no tiene reglas y es absolutamente especulativo, algo de lo que aprender para el futuro.

-La crisis del coronavirus también ha provocado en regiones como Galicia la paralización de mercados fundamentales para la actividad agroganadera, como las ferias de ganado o los mercados de alimentación de proximidad. Ambas restricciones están dejando consecuencias directas para agricultores y ganaderos españoles, ¿qué solución o alternativas contemplan?
-No existen soluciones, la caída del mercado es absoluta y está relacionado con un problema sanitario. Las medidas que se plantean es la petición de créditos para afrontar la liquidez de las empresas, medidas de relajación fiscal y, sobre el mercado, financiar un almacenamiento o congelar la producción cárnica para dar una salida a la producción.

Es cierto que se están produciendo ofertas de venta directa por Internet, pero el volumen de esta vía no compensa la caída del mercado, y a veces se hace a precios muy bajos en relación con el valor normal de mercado.

«Las ventas directas están sirviendo al sector para que la sociedad aprecie de nuevo el producto nacional y local»

Sin embargo, percibimos que estas ventas directas están sirviendo al sector para que la sociedad aprecie de nuevo el producto nacional y local, es como una campaña de promoción. Cuando todo esto pase se podrá analizar mejor este fenómeno. Por ejemplo, según el panel de consumo del Ministerio de Agricultura el consumo de cordero en los hogares aumentó en un 30% durante la semana 13.

-Más a largo plazo y no solo por la influencia de la crisis del coronavirus, desde Cogeca, ¿consideran necesario repensar el papel de la Política Agraria Común y las aportaciones comunitarias?
-Por supuesto. Esta crisis ha puesto en valor al sector y la forma en cómo se debe abordar el funcionamiento del mercado, que la PAC sencillamente ha olvidado. Todos creemos en los mercados, pero da la sensación de que el mercado o debe estar absolutamente regulado o desregulado, cuando hay múltiples escenarios intermedios. Hay que recordar que sin sostenibilidad económica del sector no habrá sostenibilidad ambiental.

«El presupuesto de la PAC no ha hecho sino bajar en los últimos 20 años en términos relativos y absolutos»

En cuanto a las aportaciones comunitarias, el presupuesto de la PAC no ha hecho sino bajar en los últimos 20 años en términos relativos y absolutos, no tiene sentido cuando hemos pasado de 15 a 27 Estados miembros, ya descontando al Reino Unido.

-Al margen de la crisis del coronavirus el sector agrícola y ganadero comenzó 2020 con protestas para reivindicar precios justos para sus productos en origen, ¿han avanzado algo en ese sentido pese a esta situación extraordinaria?
-Pues no, la verdad es que las razones siguen ahí, pero la crisis ha tapado el problema. Cuando volvamos a cierta normalidad la situación podría empeorar porque se espera el impacto de una grave crisis económica.

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