Español
Data inicio: 06/05/2016
Data fin: 06/05/2016
Lugar: Rúa As Cortiñas, 14-18, 32430 Cortiñas, Ourense, España
El Sindicato Labrego Galego y la COAG, con el apoyo del Ministerio de Agricultura a través de la Fundación Biodiversidad, organizan una jornada formativa en Castrelo de Miño (Ourense) sobre la influencia del cambio climático en el cultivo del viñedo.
Será este viernes, 6 de mayo, a partir de las 16:00 horas en el salón de actos del ayuntamiento, y el encargado de impartirla será el responsable técnico de COAG e investigador del CEIGRAM, Pablo Resco.
En esta jornada, Resco analizará la incidencia del cambio climático en el viñedo gallego en relación a parámetros que -como la pluviosidad, el aumento de las temperaturas o la menor incidencia de las heladas- son determinantes para los rendimientos y maduración de la viña.
Según el informe de la COAG “Cambio climático y viñedo en el Estado Español”, las denominaciones de origen gallegas estarían entre las que precisarán una menor intervención por el cambio climático, que incluso puede tener efectos positivos, ya que el aumento de las temperaturas reduce las limitaciones térmicas para que madure un mayor número de variedades de uva, especialmente tintas.
Así y todo, el informe advierte que “esto sería especialmente favorable si no se superan los límites de las variedades que se cultivan actualmente, como podría suceder en una de las denominaciones de origen más cálidas del norte peninsular como es la del Ribeiro”.
En otras denominaciones de origen costeras con contrastes térmicos más suaves, como Rías Baixas, con el aumento del período activo de la vid por el calentamiento del clima “pueden surgir algunos problemas con las temperaturas nocturnas, incluso en los mejores escenarios, y es ahí donde las necesidades de intervención deberían ser más altas. Estas temperaturas podrían sobrepasar ciertos niveles y, por lo tanto, afectar a la calidad de los vinos”.
En líneas generales, el estudio de COAG afirma que el aumento de las temperaturas medias puede ocasionar un alargamiento del ciclo vital activo de la planta e incluso una mejora de calidad en la uva en aquellas zonas donde fuera habitual una alta acidez por falta de maduración; aunque unas temperaturas excesivamente altas en la época en que maduran los racimos también pueden tener efectos negativos en la calidad al ocasionar un exceso de madurez y azúcar en la uva. Otros efectos positivos, como el descenso en el número e intensidad de las heladas, tienen su lado negativo en aspectos como las pérdidas de calidad y rendimiento por golpes de calor.
De todo esto, centrándose en la idiosincrasia de nuestras denominaciones de origen, hablará Pablo Resco el viernes en una jornada formativa que estará abierta a todo el público que desee asistir.
