“Gritar a las vacas o pegarles con la vara no es ni rentable ni recomendable”

Entrevista a Javier Liste Pose, ganadero y veterinario. Su ponencia “Despacito, al ritmo de la vaca” tuvo muy buena acogida en las Jornadas Técnicas de Vacuno de Leche de Seragro de este año. Nos explica los puntos clave sobre cómo manejar las vacas sin estrés

“Gritar a las vacas o pegarles con la vara no es ni rentable ni recomendable”

Javier Liste en su ganadería de Trazo.

Javier Liste Pose es un joven con inquietudes al que le gusta mejorar su trabajo, tanto de ganadero como de veterinario. Eso lo llevó a indagar sobre como conseguir que las vacas se muevan en la dirección que queramos con el menor estrés tanto para el animal cómo para el ganadero. Primero lo puso en práctica en su ganadería familiar, Liste SC, con 200 vacas en ordeño y ubicada en la aldea de Rosende, en el ayuntamiento coruñés de Trazo. Y posteriormente como técnico del servicio de alimentación de Seragro.

Las conclusiones de su trabajo las expuso el pasado jueves en Lugo en las XV Jornadas Técnicas de Vacuno de Leche de Seragro, en las que su ponencia, “Despacito, al ritmo de la vaca”, fue una de los que más interés despertó entre los asistentes.

¿Cuál es tu relación con la ganadería y por que te decidiste a estudiar veterinaria?
En mi casa siempre hubo vacas y desde niño me gustó el contacto con ellas y con el rural en general, y eso fue lo que me llevó a estudiar Veterinaria. En el 2007 finalicé la carrera y hasta el año 2015 estuve trabajando en la ganadería familiar Liste SC, en Trazo. Pero llegó un punto en el que me pudo más la inquietud de seguir aprendiendo y de ver lo que se estaba haciendo en otros lugares. Así fue cómo envié un currículo a Seragro y a la semana siguiente ya me llamaron para ocupar una vacante en el servicio de alimentación. Sigo echando una mano a tiempo parcial y durante el fin de semana en la ganadería familiar.

“Una vaca manejada con estrés puede perder hasta 800 litros de leche por lactación”

¿Te sorprendió la buena acogida que tuvo tu charla “Despacito, al ritmo de la vaca”, en las Jornadas Técnicas de Vacuno de Leche de Seragro de este año?
La verdad es que sí y fue una sorpresa. Mi intención era hacer algo visual y muy práctico, que el ganadero al llegar ese día a su granja pudiera ponerlo en práctica.

¿Que te llevó a estudiar como mover las vacas sin estrés?
Cuando me propusieron impartir una charla en las jornadas, quise hacerla más como ganadero que cómo veterinario, en base a lo que aprendí en mi propia granja. Cuando empecé a visitar explotaciones como miembro de Seragro vi fallos en el manejo, que cometí yo hace tiempo, y quería ayudar a corregirlos.

El manejo es clave, porque influye sobre el bienestar, sobre la producción (se habla de que el estrés en el manejo puedo provocar una reducción de 400 litros por lactación, e incluso hay estudios que elevan esta pérdida a 800 litros), sobre la reproducción (las vacas van a declarar mejor los celos y empreñar mejor si están tranquilas) y en su estado de salud (enferman menos y curan mejor si no están sometidas a estrés).

Las vacas son animales que tienen unos sentidos de la vista y del oído bastantes diferentes a los de los humanos. Teniendo en cuenta esto, ¿Qué aspectos debemos evitar en una granja?
Las vacas ahora están estabuladas pero siguen siendo fisiológicamente las mismas que hace 10.000 años, cuando empezamos a domesticarla. Debemos tener en cuenta el ángulo de visión que tiene la vaca y los colores que ve, así como su sentido del oído.

Por tu experiencia, ¿En que aspectos se suele fallar más en las granjas a la hora de mover una vaca?
Sobre todo en gritarle a los animales y el uso de la vara, que no vale para nada. También pretender manejar las vacas muy rápido, sin darles tiempo a que ellas se adapten a los cambios, lo que lleva a estrés y a que las vacas se golpeen.

“Las vacas precisan estar tranquilas y a gusto para poder rendir al máximo”

No es ni rentable ni recomendable manejar las vacas con estrés, con gritos y vareadas. Las vacas precisan estar tranquilas y a gusto para poder rendir al máximo. De nada vale tener los mejores técnicos o la mejor alimentación si las vacas se tratan con estrés, y para eso tenemos que actuar con calma y con tranquilidad cuando estamos con el ganado.

Soy una persona muy paciente y muy tranquila y eso me ayuda a manejar bien las vacas. Los buenos ganaderos, a los que les funciona bien la producción y la reproducción, hacen sin darse cuenta todo lo que dije en la charla.

Es decir, cuando se entra en el establo, hay que dejar la ira o los sentimientos negativos fuera si queremos que nuestras vacas rindan al máximo…
Efectivamente. En Galicia se pasó en muy poco tiempo de tener cuatro o cinco vacas en una cuadra a tener granjas de 200 o 300 vacas en ordeño en un establo. Y es posible que el ganadero no evolucionara tan rápido para manejar estos establos en tan poco tiempo, y quizás arrastramos esa forma de manejo de las vacas, muchas veces a base de palos, que se hacía antiguamente. Pero eso no funciona hoy en día.

 “En Galicia y en España faltan técnicos especializados en manejo de ganado vacuno”

En Estados Unidos, Canadá o en los países avanzados de Europa, manejar el ganado sin estrés, es una parte del trabajo tan importante como la prevención de mamitis o una buena nutrición. Sin embargo en España sigue siendo una materia pendiente…
Sí, de hecho desde mi punto de vista en Galicia y en España faltan técnicos especializados en manejo de ganado vacuno. Es necesario alguien que asesore a los ganaderos y a los empleados, algo que es habitual en Canadá, Estados Unidos o en Brasil.

Consejos para mover una vaca en 6 situaciones muy comunes:

Dinos brevemente tus recomendaciones para mover una vaca en seis situaciones muy comunes en una granja:

Una vaca que no se quiere levantar:
Es cierto que hay vacas más tranquilas, que aunque te arrimes a ellas no se levantan. Suele funcionar darles una palmada en la cadera para que se pongan de pie. Un truco muy sencillo y que funciona muy bien es llevar un bolígrafo en el bolsillo y presionar un poco que su punta en la cadera. Funciona casi siempre.

Meter una vaca en la sala de ordeño:
El mayor problema suele estar en las primerizas. Es preciso tener paciencia y meterlas con otros animales, uno por delante y otro por detrás y la primeriza en medio. Debemos tener en cuenta que las metemos en un sitio en el que hay muchos brillos, muchos hierros, algo a lo que no están habituadas y que les crea sensación de peligro. Las vacas tienen muy buena memoria y no podemos permitirnos que tenga unos recuerdos malos de los primeros ordeños porque eso va a determinar toda la lactación.

Hacer avanzar las vacas en un pasillo largo:
Debemos ir a la primera y hacer pasadas paralelas, en el sentido contrario y del lado de ellas y las vacas avanzan.

Lograr que pasen por el baño de pies:
Los ganaderos que acostumbran a las vacas a pasar por los baños de pies desde que son novillas no suelen tener problemas. Debemos empezar por tener baños ya para las novillas, que son un reservorio de dermatitis. De esta forma, las vamos acostumbrando y evitamos problemas de dermatitis a posteriori. Así, las vacas no van a asociar el baño con dolor.

Si nos encontramos con el caso de vacas con dermatitis que no fueron habituadas a los baños de pezuñas desde novillas, y que ahora lo rechazan porque les provoca dolor, tenemos que cambiar de estrategia para cambiar esos recuerdos negativos. Para eso, empezamos poniendo el baño de pies vacío, para que se acostumbren a pasar y posarse enzima de él, luego ponerles durante semanas agua, para que se acostumbren. Y una vez creado un recuerdo positivo, ya podemos echarle el producto, empezando con dosis más bajas si hay muchas vacas con dermatitis.

Amarrarla a la cornadiza:
Es fácil si estamos tranquilos y evitamos las prisas. Simplemente con dirigirla hacia allí y apartarnos, la vaca ya comienza a andar y ya se amarra. Funciona mejor si trabajamos con varias vacas, que con una sola. Si alguna mete la cabeza y no la baja, darle un pequeño empujón por debajo del rabo y ya se soluciona.

Un animal que está muy nervioso:
Debemos trabajar más lejos, respetando más el espacio de seguridad. Debemos procurar mantener la calma, para que evite vernos como un peligro. Si la metemos con otros animales se va a tranquilizar, y siempre evitar las prisas, porque eso lleva a golpes.

 

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