Ganadería Carro SL: “La eficiencia en la alimentación y el buen manejo son fundamentales”

Visitamos Ganadería Carro SL, una explotación de vacuno de leche de Mesía (A Coruña). José Manuel Carro dirige esta ganadería, en la que colaboran sus tres hijas. Su objetivo es mejorar los rendimientos cuidando la calidad de los silos y el manejo

Ganadería Carro SL: “La eficiencia en la alimentación y el buen manejo son fundamentales”

De izquierda a derecha: Alejandra, Vanea y Cristina

Ganadería Carro SL es una explotación ganadera familiar situada en la parroquia de Boado, en el ayuntamiento coruñés de Mesía. José Manuel Carro está al frente de esta granja que desde el año 1980 se dedica profesionalmente a la producción de leche. Él es la tercera generación de ganaderos en la familia y le gustaría que alguna de sus tres hijas (Vanesa, Alejandra y Cristina), tomen algún día el relieve, aunque para eso precisa que “es necesario que la situación de precios mejore”.

Preparación y ganas de trabajar desde luego no les faltan a Vanesa, Alejandra y Cristina, que echan una mano a su padre y a los dos empleados todas las semanas en los trabajos de la granja.

Actualmente, Ganadería Carro SL cuenta con 100 vacas en ordeño, 20 secas y sobre 80 cabezas para recría, de 0 a 24 meses. Cultivan alrededor de 40 hectáreas de maíz forrajero y 15 hectáreas de pradera permanente, una base territorial que, según subraya Vanesa, técnica asesora de explotaciones ganaderas, “es una de nuestras principales limitaciones, ya que no podemos meter más vacas al ser muy difícil aumentar la cantidad de forrajes que cultivamos”.

Esto llevó a esta ganadería a mejorar los rendimientos por vaca en base a realizar 3 ordeños diarios. De este modo logran un rendimiento medio de 37 litros por vaca y día con unas calidades de 3,37 de grasa y 3,29 de proteína.

“El bagazo de cerveza abarata la ración pero bajo algo la grasa”

Vanesa Carro reconoce que los tres ordeños y la estrategia de reducir los costes de alimentación lleva a que “las calidades, sobre todo la grasa, estén algo bajas”. En concreto, redujeron la cantidad de harina de soja y la sustituyeron por bagazo de cerveza, un subproducto con alto contenido en proteína y muy apetecible para las vacas. “Se lo compramos a Estrella Galicia a 5 pesetas el kilo, puesto aquí, pero es un producto que también fermenta muy rápido, por lo que hay que evitar que se caliente”, explica.

De este modo, la ración diaria para las vacas de leche en Ganadería Carro es de 2 kg de paja, 4 kg de harina de soja, 8 kg de bagazo de cerveza, 33 kg de silo de maíz, 5 kg de silo de hierba, 3 kg de harina de maíz y 1,5 de núcleo. Elaboran también una ración específica para las vacas secas, compuesta por 3 kilos de paja picada, 7 kg de silo de maíz y 2 kg de pienso.

Para hacer la ración disponen de carro propio. José Manuel explica los motivos que lo llevaron a realizar esta compra: “Tenemos una nave pequeña a nivel de cornadiza para los animales que hay, y entonces quedaba mucha cantidad de comida, que en verano se calentaba, por lo que tuvimos que meter el carro para hacer la ración dos veces al día”.

“Nos deshicimos del robot de ordeño porque no nos compensaba”

Ganadería Carro fue una de las primeras en la comarca que compró robot de ordeño. Fue en el 2005 pero el año pasado se deshicieron de él y volvieron al sistema tradicional: sala de ordeño con 20 puntos.

¿Cuáles fueron las razones que los llevaron a tomar esta decisión? “Lo pusimos para quitar más litros por vaca, ya que no podíamos aumentar la base territorial y el rebaño, pero lo quitamos porque acabó siendo más un problema que una solución”, explica Vanesa Carro.

En concreto, asegura que, en su caso, los principales inconvenientes del robot fueron los mayores gastos en electricidad y en detergentes con respecto a la sala de ordeño; la obligatoriedad de usar concentrado en la ración, en vez de materias primas, o los problemas con la arena de las camas, ya que al ir adherida a los pezones rayaba las cámaras del robot.

“Pero el principal problema fue que las vacas no entraban bien al robot de ordeño y teníamos que dedicarle mucho tiempo a meterlas”, añade José Manuel Carro. Unos handicaps que, según Vanesa, no fueron exclusivos de su ganadería, “ya que en nuestra zona se colocaron 11 robots de ordeño y a día de hoy están todos parados”.

La importancia del bienestar animal y de alimentar de manera distinta a cada lote

Uno de los aspectos que más cuidan en Ganadería Carro es el manejo y el bienestar animal desde los primeros días de vida de las terneras. Así, al poco de nacer, las becerras reciben 3 litros de calostro de la madre a través de una sonda, les desinfectan el ombligo con yodo y las pasan a un stand limpio. Las siguientes tomas serán ya mediante tetina y durante los siguientes días tienen leche y agua a libre disposición. A los 85/90 kilos las destetan y pasan a un lote con pienso y paja a discreción hasta los 6 meses. Desde entonces hasta los 8 meses de vida toman ración de vacas de leche. A continuación pasan al lote de inseminación, en el que comen una ración de becerras compuesta por 2 kg de alfalfa, 3 kg de bagazo, 15 de silo de hierba, 3 kg de silo de maíz y 200 gramos de un corrector.

Junto al loteado y a la alimentación diferenciada, un aspecto al que también prestan especial atención en Ganadería Carro son las camas de los animales. Desde que quitaron el robot de ordeño, las vacas en lactación están en cubículos con arena, lo que, según Vanesa, “repercutió en una importante bajada de los casos de mamitis”. El lote de preparto, tanto las vacas como las novillas, están en cama caliente de paja, mientras que las terneras de 7 a 14 meses están en el patio con cama de arena.

Necesidades de mejora de la ganadería: ampliación de las instalaciones y más base territorial

¿Y cuáles son las márgenes de mejora en esta ganadería? Tanto Vanesa como José Manuel lo tienen claro: más espacio y más base territorial. “Las actuales naves fueron construidas en 1995 e inicialmente estaban concebidas para 82 vacas en ordeño, pero hoy hay 120 y eso genera problemas”, reconoce Vanesa. Por su su parte, José Manuel apunta que “los cubículos se quedaron pequeños, porque el tamaño medio de las vacas también fue aumentando en estos veintidós años”.

En cuanto a la base territorial, Vanesa no duda en que “cuanto más forrajes de calidad podamos producir en la explotación mejor, pero aquí tenemos el problema de que es una zona ganadera, con mucha competencia por las parcelas, y también el de que hay explotaciones que cierran pero prefieren plantar eucaliptos en las fincas antes que alquilarlas”.

Otra área en la que encuentran también margen de mejora es en los consumos energéticos, por lo que están negociando contratos de electricidad en mejores condiciones.

“El futuro pasa por hacer mejores silos y mejorar el manejo”

En cuanto al futuro del sector, Vanesa Carro se muestra convencida de que “ya que en el precio de la leche poco podemos influir -en su caso se la venden a Pascual a 0,279 céntimos el litro-, lo que nos queda es ser más eficientes y tener un mejor manejo”. Así, advierte de que “hay muchas granjas en las que se siguen haciendo los silos mal, lo que obliga a comprar mucha comida fuera, e impide que se aprovechen las parcelas al 100%”. Y en cuanto al manejo, considera “crucial prestar más atención a las vacas secas y en los tres meses después de parir, que son los momentos críticos en los que más bajas hay y más gastos veterinarios”.

Una idea sobre “Ganadería Carro SL: “La eficiencia en la alimentación y el buen manejo son fundamentales”

  1. Linda Contreras

    Me encantaria trabajar en esta unidad de produccion, y poder aprender mucho mas en cuanto a el mundo agropecuario. Me pueden contactar a mi correo electronico.

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