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Manuel, Marité, Diego y Sonia en la nave de producción de la ganadería, ubicada en Penaxubeira
Ganadería Carreira lleva muchos años haciendo mejora genética y el nivel de su rebaño así lo demuestra. Esta explotación familiar situada en Penaxubeira, en la parroquia de Cervela, perteneciente al ayuntamiento lucense de O Incio, mantiene un promedio de calificación morfológica de 82,3 y 3.341 puntos ICO y una producción por vaca de más de 44 litros diarios.
Manuel López y María Teresa González atienden a los 126 animales de esta ganadería con la ayuda de su hija Sonia y de su pareja, Diego, que tienen intención de incorporarse a la explotación para garantizarle un relevo de cara a los próximos años. El mimo y el cuidado con el que entre los cuatro tratan a sus vacas se ve reflejado en la calidad de su leche, con un recuento medio de células somáticas en todo el 2019 de 102.000.
La nuestra es una explotación pequeña pero bien atendida, procuramos sacar el mejor rendimiento posible a nuestras vacas
«La nuestra es una explotación pequeña pero bien atendida, procuramos sacar el mejor rendimiento posible a nuestras vacas», afirma Manuel. El promedio del control lechero del mes de enero, con 54 animales en producción, fue de 44,5 kilos por vaca y día, con animales como Nieve, Espuma o Gala pasando de los 60 litros.
Gala, una de las mejores vacas de la ganadería
En esta ganadería el trato es personalizado y todas las vacas tienen nombre. «Lo llevan en la chapa, junto al del padre y al de la madre», explica Marité. Dalia, por ejemplo, lleva 5 partos y 95.000 litros de leche producidos. «Es la mejor vaca del establo, tiene 81 puntos de calificación morfológica pero es buena porque nunca un problema ha dado y la hemos llegado a secar dando 44 litros», dice.
El promedio total de la explotación el año pasado fue de 15.236 litros (12.651 de producción normalizada), con el 3,61% de grasa y el 3,20% de proteína, con una producción normalizada en las vacas adultas de 14.140 litros al 3,52% de grasa y al 3,18% de proteína y en las primerizas de 11.621 litros con 399 días en leche con un promedio de grasa del 3,68% y de proteína del 3,21%.
Necesidad de altas producciones por falta de sitio
La capacidad de la nave de producción condiciona el número de animales en ordeño, que oscila entre 55 y 60, por lo que su estrategia pasa por tener vacas de alta producción para rentabilizar al máximo las plazas disponibles. En el año 2018 estuvieron entre las 20 mejores explotaciones de Galicia y en el 2017 fueron la segunda ganadería de la provincia de Lugo con mayor producción estando con dos ordeños (13.700 litros).
Tenemos más animales que cubículos, ese es el motivo de no tener más producción
El año pasado pasado bajaron y aun no han conseguido recuperar del todo ese nivel que tenían. «En el 2019 tuvimos 60.000 litros menos que en el 2018, unos 800 litros menos por vaca. Tuvimos un silo malo en agosto y septiembre y tardamos en compensar la alimentación pero normalmente no bajamos de los 40 litros», explica Manuel.
Si tienes litros no es fácil tener calidades y nosotros hemos tenido vacas de 70 litros y así es complicado tener grasa y proteína
Centrados en producir la mayor cantidad de litros posible, los niveles de grasa y proteína se mueven alrededor de 3,70-3,80 de grasa y 3,20 de proteína. «Las calidades nuestras no son muy abundantes, si tienes litros no es fácil tener calidades y nosotros hemos tenido vacas de 70 litros y así es complicado», reconoce.
Cualificación morfológica
Dan leche de vaca a las terneras y destetan a los 3 meses
Ganadería Carreira figuró en el cuadro de honor por producción de Africor Lugo en los años 2005, 2006, 2007, 2010, 2011, 2014, 2015 y 2018. Recibió además el título de Maestro Criador en el año 2012 y siete distinciones honoríficas como una de las mejores explotaciones de la provincia por calificación morfológica en los años 2010, 2011, 2015, 2016, 2017, 2018 y 2019.
El promedio de los ultimos animales calificados en esta explotación ha sido de 83 puntos y la del establo completo del año pasado de 82,3. Entre sus 60 vacas en producción hay 10 calificadas como MB. «Tenemos una de 88 puntos, otra de 87, tres de 86 y 5 de 85, que para ser una explotación que no va a tipo está muy bien», cuenta Diego.
Cuentan con el título de Maestro Criador y con distinciones honoríficas de Africor Lugo por producción y morfología
«Nosotros lo que más miramos es producción, hasta ahora no hemos vendido recría, solo dos novillas hace siete años», aclara Manuel. Al contrario, en los últimos años siempre han ido comprando algún que otro animal seleccionado con el que ir mejorando su rebaño.
Animales de las mejores ganaderías
Balbina es hija de Pinnacle y es una de las terneras con mejores niveles genéticos
«Llevamos seleccionando animales muchos años, desde antes de salir del establo viejo, picando aquí y allí, donde había vacas buenas. El Leonés (un tratante de Sarria) traía lo mejor que tenía y a Santi, de Finca Asunción, de Touro, le compramos hace 26 años algunas de las mejores vacas, me acuerdo que por tres de aquellas vacas habíamos pagado un millón treinta y cinco mil pesetas», recuerda Marité.
Descendientes de aquellas vacas siguen dando leche aún hoy en el establo de Ganadería Carreira. También de vacas y novillas traídas de la Finca Los Llanos de A Pastoriza, de Ganadería Pozo de Lugo, de Ganadería Seijo de Ribadeo o de Ganadería Outeiro de Chantada. «Nuestra genética viene de ahí, de ir mejorando poco a poco, cuando teníamos cuatro perras comprábamos una vaca buena», añade.
Anduvimos picando allí donde había vacas buenas, cuando teníamos cuatro perras comprábamos una vaca y fue así como hemos ido mejorando poco a poco
Las últimas adquisiciones tuvieron lugar el año pasado en la Subasta de Élite de Curtis. «Compramos dos novillas pero no fue para crecer y ni siquiera por mejorar, porque las tenemos nosotros en casa tan buenas o superiores, sino por variar, un poco por capricho, porque una de ellas era una frisona roja y a mí me gustan mucho porque procedo de una explotación de rubia gallega y me gusta ese color en las vacas», explica Manuel.
Esa novilla roja de Curtis que procedía de SAT A Campa ha dado ya 15 embriones. «Cambiamos dos con una explotación de Cundíns, en Touro, que se llama Ganadería Cerdeiras, y que los tiene en copropiedad con ganadería Casa Lameiro,de Rodeiro», cuenta Marité. Hace años ya habían comprado otra frisona roja en Chantada a Ganadería Outeiro con muy buenos resultados. «Parió aquí en casa 4 veces con promedios de 16.000 litros por lactación», recuerda.
En el último año han traído novillas de SAT A Campa y San Rian Holstein y antes habían venido de Ganadería Outeiro, Finca Asunción, Ganadería Seijo o Finca Los Llanos
También el año pasado pagaron 3.250 euros más IVA por otro animal procedente de la ganadería San Rian Holstein, de Brión, la primera explotación por ICO de Galicia y la segunda de España. «Subimos el ICO porque vinieron animales de las subastas que rondaban los 4.000 puntos. Eso hizo que empezásemos en el año 2012 con 2.021 puntos y que en el 2019 nos situáramos ya en 3.341», explica Diego.
Un toro de raza rubia gallega para los cruces cárnicos
Diego junto a Marelo
«Además de seguir comprando alguna ternera en subastas de élite llevamos muchos años inseminando con toros probados», explica Manuel, que estuvo en la directiva de AFRILUGO (la Asociación Frisona de Lugo que, junto a la Asociación Frisona Gallega -AFRIGA- constituyó en 1990 la Federación Frisona Gallega -FEFRIGA- para gestionar la Unidad de Transferencia Embrionaria de BOS en Guísamo, cerrada a finales de 2011).
Él mismo insemina sus vacas desde hace 20 años. «Ahora comienzan a hacerlo los jóvenes», aclara. En esta ganadería de O Incio tienen genotipados todos los animales adultos, lo que les ayuda en la toma de decisiones en materia genética. Como les sobra recría para cubrir sus necesidades de reemplazo, tan sólo crían de las mejores vacas e inseminan con cruces cárnicos al resto, que empreñan con monta natural.
«Tenemos un toro de Rubia Gallega para los animales que no queremos recriar», explican. Se llama Marelo y es hijo de Cubillón, uno de los mejores toros de actitud cárnica que tuvo en su día Acruga. Además, «es muy dócil», destaca Diego.
Paja en los cubículos
Además de por su alta producción y por el alto nivel genético del rebaño, esta explotación de O Incio destaca por la calidad higiénico-sanitaria de su leche. El recuento medio de células somáticas en el año 2019 fue de 102.000, con meses enteros, como por ejemplo en marzo, en los que bajaron de las 100.000 RCS en todas las analíticas.
Hacen las camas todos los días y las desinfcctan una vez a la semana
«Y eso a pesar de tener cama de paja», destaca Manuel. La explotación la atienden entre los cuatro pero las camas son cosa de Sonia. «Se hacen todos los días y se desinfectan un día a la semana», explica. «En los 20 años que llevamos en este establo solo quedaron sin hacer un día», aclara su madre Marité.
Ser sistemáticos en el trabajo y esforzarse en hacer bien las tareas de las que se encarga cada uno es parte del éxito de esta ganadería. «Somos de los que bebemos la leche de casa con absoluta confianza y pienso que el queso premiado de Queserías Sarrianas fue hecho con nuestra leche», bromea Manuel.
Siguen un programa de detección y prevención de enfermedades y venden la leche a Queserías Sarrianas desde hace 8 años
Venden la leche desde hace 8 años a esta empresa de Sarria que fue galardonada el pasado año con la medalla Super Oro por su Queso de la DOP Tetilla en el World Cheese Awards, el concurso de quesos más relevante a nivel internacional. Están cobrando en este momento a 32,5 céntimos de precio base, más calidades, más IVA. «Teníamos a 33 céntimos pero hace algo más de medio año nos bajaron medio céntimo», se queja Manuel.
Llevan a cabo un programa de detección y prevención de enfermedades, el programa Prevención, Salud y Producción de Africor, que les permite reducir al mínimo los problemas de mamitis y otras afecciones del ganado y forman parte de una ADSG para el control sanitario del rebaño.
Secado a los 7 meses
Las novillas y las vacas secas salen al pasto
«Tenemos muy pocos problemas de cetosis y de abomaso también», indica Marité. «Aquí lo que hacemos es secar también a las novillas, les ponemos las cánulas de prevención a los 7 meses igual que a las vacas y con eso tenemos menos problemas de células en el parto», dice.
A pesar de tratarse en algunos casos de animales de muy alta producción, mantienen en periodo seco a todas las vacas un mínimo de 60 días. «A los siete meses las tenemos siempre secas», explican. Pasan entonces a un lote diferente en el que comen silo de hierba, hierba seca y tres kilos de pienso y cuando hay pasto también a las echan a pacer.
A las terneras no les damos ni la leche tratada ni los bordes del silo
También la recría está fuera, excepto en los meses de invierno, en los que meten todo el ganado dentro. No disponen de establo propio para la recría pero aun así prefieren no dejar a las novillas fuera. En la nave de producción, al lado de la paridera, están los boxes, en los que están las terneras hasta ser destetadas, a los tres meses. «Les damos leche de las vacas, pero nunca de la tratada, toman tres litros a la mañana y tres a la tarde», cuenta Manuel. Hasta que son inseminadas y quedan preñadas comen hierba seca y pienso y después hasta parir silo de hierba, que tienen su libre disposición.
Hierba seca siempre a disposición
Manuel enseña la alfalfa que incluyen en la ración
Cuidar la alimentación es otra de las máximas de esta explotación. «La comida sobrante la retiramos, el frente del silo lo tenemos siempre limpio y descartamos los bordes, no se lo damos ni a las secas ni a la recría», explica Manuel.
La ración de producción lleva 20 kilos de silo de maíz, 16 de silo de hierba, 13 de concentrado, 2 kilos y medio de alfalfa, 750 gramos de hierba seca y corrector. «A veces tenemos problemas con la alfalfa cuando tiene mucha proteína y la hierba seca se la damos por el tema de la fibra y siempre la tienen a disposición suya», cuentan.
A las terneras las estramos con rollos de hierba seca en vez de con paja, da pena dedicarlos a eso, pero nos sobran y ahorramos dos camiones de paja
«La hierba nos sobra, solo compramos algo de alfalfa, así que a las terneras las estramos con rollos de hierba seca en vez de con paja, tanto en los cubículos como en los boxes, usamos unos 140 rollos para eso, da pena dedicarlos a eso, pero para venderlos no dan nada y ahorramos dos camiones de paja», añade Diego.
A la espera de una modificación del PXOM para ampliar
El establo de las vacas en producción fue construido hace 20 años
Manuel y Marité llevan 27 años al frente de esta ganadería familiar. «Comenzamos en un establo trabado con 13 ó 14 vacas ordeñando en cántaras y más tarde en circuito», recuerda Manuel. Después hicieron una nave nueva, con estabulación libre con capacidad para 40 vacas y una sala de ordeño Tándem de 6 puntos. «Ordeñamos en ella por primera vez el día de san José del año 2000», recuerda Marité.
A los dos años aquella nave de 30 metros ya se les había quedado pequeña y la ampliaron. Cuentan desde entonces con 66 cubículos, lo que condiciona su capacidad para seguir creciendo.
La suya es una explotación con relevo pero la situación urbanística en la que ha quedado la parcela donde se encuentra la nave, dentro de la zona de núcleo rural, a pesar de encontrarse a las afueras de Penaxubeira, condiciona los planes de futuro de la ganadería. No pueden ampliar la nave mientras no se modifique el PXOM y se sustituya la calificación actual del suelo por la de protección agroforestal, ya que la Ley del Suelo impide hacer ampliaciones de granjas en núcleo rural.
La finca en la que se encuentra el establo ha quedado dentro de núcleo rural, lo que les impide hacer obras de mejora
«Primero tuvimos que hacer el establo fuera del pueblo y después nos pusieron la finca donde está construído como núcleo y mientras estemos así no podemos ampliar, ni la nave, ni los silos, ni hacer pozo de purín ni nada», se quejan. Están pendientes de esa modificación urbanística para que Sonia y Diego se incorporen y, con la ayuda de incorporación, acometer las mejoras necesarias en una nave que ya ha cumplido los 20 años. «Por eso estamos esperando para incorporarnos, pero llevamos 9 años esperando por el PXOM y está parado», lamenta Sonia.
46 hectáreas de terreno
Una de las fincas cerradas donde siembran el maíz
Ganadería Carreira dispone de un total de 46 hectáreas de terreno, 30 de ellas en propiedad, otras 10 que son de la familia de Manuel, situadas a 6 kilómetros, en la parroquia de Piñeira, en Sarria, y las 6 restantes alquiladas a distintos propietarios. «La mayoría son de gente mayor que agradece ver las fincas cuidadas porque les tienen aprecio», dice Manuel.
Tan sólo echan 9 hectáreas a maíz. Podrían ser más, pero tienen el problema del jabalí. «Aquí las fincas producen, aunque están a 700 metros de altitud son buenas y aunque venga un año seco sacamos entre 48.000 y 50.000 kilos por hectárea y podríamos echar más a maíz, pero no lo hacemos por el jabalí», explica Diego.
Las fincas en esta zona son buenas y obtienen altas producciones de maíz pero prefieren comprar una parte de él por culpa del jabalí
Eso los obliga a tener que comprar parte del maíz que necesitan para ensilar. Este año fueron 87.000 kilos y el año anterior 120.000. «Las fincas en las que echamos el maíz las tenemos cerradas a conciencia, a prueba de jabalí, casi herméticas y eso también tiene un coste importante», dice.
Llevamos compradas muchas vacas, muchas hectáreas de tierra y mucha cuota. Teníamos un buen chalé hecho con eso
Junto a la compra de vacas y terneras de alto valor genético, en esta explotación también han hecho a lo largo de las últimas décadas importantes inversiones en tierras y cuota láctea. «Llevamos compradas muchas hectáreas de terreno, mucha cuota y muchas vacas», resume Marité. «Teníamos 57.000 litros de cuota iniciales y gastamos 37 millones de pesetas en comprar más cuota. Teníamos un buen chalé hecho con eso», exclama.
Maquinaria propia
Tan solo pagan por ensilar y por hacer la ración
La explotación la atienden entre los cuatro: Manuel, Marité, Sonia y Diego. «Nos turnamos para librar o descansar. En invierno vamos dos por la mañana y dos por la tarde. El trabajo lo llevamos bien», explica Sonia.
Además de ordeñar y atender el ganado también hacen el trabajo agrícola. «El trabajo de campo lo hacemos nosotros. Solo pagamos por picar y traer para el silo tanto la hierba como el maíz y por sembrar el maíz», cuenta Diego.
Hasta hace medio año tenían carro mezclador propio pero ahora recurren a los servicios de la cooperativa Aira. «El nuestro era un carro pequeño y estaba ya gastado, así que había que hacer inversión en uno nuevo», justifica Manuel.
