Galicia perdió un 10% de las granjas desde el fin de la cuota láctea

La Consellería de Medio Rural y las organizaciones agrarias se enzarzan en un cruce de valoraciones al hilo de los últimos datos sobre cierre de explotaciones y balances del 2016

Galicia perdió un 10% de las granjas desde el fin de la cuota láctea

Reunión de la conselleira con las organizaciones agrarias. / Archivo.

Hay una realidad sobre el sector lácteo gallego en la que hay consenso en el conjunto de los agentes, tanto en la Administración como en las cooperativas y en las organizaciones agrarias. Todas las partes coinciden en que las granjas gallegas hicieron un gran esfuerzo de modernización en las últimas décadas, hasta el punto de que las explotaciones de la comunidad poco tienen que envidiarle en instalaciones, equipos y manejo a las del resto de Europa. Las interpretaciones sobre el sector a partir de ahí son como el día y la noche.

Los balances particulares que cada entidad efectúa del 2016 han generado un cruce de declaraciones y de notas de prensa entre la Consellería de Medio Rural y las organizaciones agrarias.

Las organizaciones agrarias aseguran que hay granjas que no cierran porque no pueden, dadas las altas deudas pendientes de pago

Los números sobre cierre de explotaciones lácteas parecen tener poco misterio. El goteo de reducción de granjas es constante y progresivo en los últimos años. El fin de la cuota, en marzo del 2015, abría un periodo de libre mercado en el que en teoría las granjas tendrían libertad para crecer y dimensionarse; pero esas expectativas fallaron. Las cotizaciones de la leche cayeron, parte de las explotaciones tuvieron y tienen problemas para vender la leche a precios de mercado y el cierre de ganaderías prosiguió.

Desde el fin de las cuotas, Galicia perdió un 10% de sus explotaciones lácteas, pasando de unas 9.530 a 8.550. Las organizaciones agrarias interpretan que la crisis de precios está detrás del cierre de las granjas y aseguran que incluso hay explotaciones que no cierran porque no pueden, dadas las altas deudas pendientes de pago.

Punto de vista de la Consellería
Donde las organizaciones agrarias ven negro, la Consellería ve blanco. Medio Rural acusa de «catastrofismo» a las organizaciones agrarias y habla de que la reducción de explotaciones está provocada en buena medida por el asociacionismo y fusión de granjas. «El 24,2% de los ganaderos gallegos ya están unidos a través de distintas fórmulas (sociedades limitadas, sociedades civiles, Sat, etc.). Destacan especialmente las sociedades civiles, con 1.585 socios y que producen el 32% de la leche gallega», valora la Xunta en nota de prensa.

«El 24% de los ganaderos está unido a través de fórmulas asociativas. Las granjas que desaparecen son pequeñas y sin relevo generacional» (Medio Rural)

Desde la Administración inciden en que la mayoría de las explotaciones más dimensionadas, por encima de 400.000 kilos de cuota, están gestionadas por personas jóvenes, en tanto las granjas de menos de 200.000 kilos de cuota están en manos de personas mayores y con escasas perspectivas de relieve xeneracional, según el entender de la Consellería. «Son estas las granjas que están desapareciendo por falta de relevo generacional», señala Medio Rural.

Valoraciones de las organizaciones agrarias
Esas valoraciones son cuestionadas por las organizaciones agrarias. El sector productor atribuye la gran mayoría de cierres de granjas a la crisis y cuestiona los argumentos de la Xunta. Unións Agrarias sostiene que gran parte de las sociedades ganaderas son familiares, no derivadas de la fusión de explotaciones.

«¿Qué es mejor, un rural con 3.000 macro-granjas o con 10.000 explotaciones, teniendo en cuenta el impacto de cada ganadero en su entorno?» (SLG)

«La práctica totalidad de las sociedades civiles son sociedades entre hombre y mujer, o entre padre e hijo. La propia Xunta obligaba a constituir la sociedad civil para acceder a ayudas» -recuerda Óscar Pose, de Unións Agrarias.- «Es cierto que alguna fusión de granjas hubo, pero muy escasas», concluye.

El problema de fondo, desde la perspectiva del Sindicato Labrego Galego (SLG), es de modelo. En tanto la Xunta considera lógico el cierre de las pequeñas explotaciones, sin relevo generacional, el Sindicato Labrego, ante estos razonamientos, siempre hace la misma pregunta: «¿Qué es mejor para Galicia, un rural con 3.000 macro-granjas o un rural con 10.000 explotaciones, teniendo en cuenta el impacto que tiene cada ganadero en su entorno, tanto a nivel social como económico y de gestión del territorio?”

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