Zobra, el monte multifuncional del Candán

La comunidad de montes vecinales de Zobra (Lalín) apuesta por diversificar el uso de los terrenos en mancomún. Combina plantaciones forestales de pino y masas de frondosas con usos turísticos y ganaderos. Un parque eólico es su principal fuente de ingresos desde hace 15 años

Zobra, el monte multifuncional del Candán

José María, Samuel y Agustín en las proximidades de la antigua central eléctrica de Zobra que pretenden rehabilitar.

Situada en la Sierra del Candán, la parroquia de Zobra (Lalín) cuenta con alrededor de 1.150 hectáreas de monte vecinal en mancomún, casi la mitad de la superficie de los ocho lugares que conforman la parroquia. Aunque muchas comunidades de montes optaron por las plantaciones forestales, ellos intentan buscar otras alternativas para el aprovechamiento de estos montes y no sólo centrarse en la madera. Desde el 2005 tienen una importante aportación fija que les permitió llevar a cabo varias iniciativas. «Aquí el dinero ahora mismo nos viene del aire», reconoce Agustín Zalabeite, presidente de la comunidad de montes. Y es que el parque eólico gestionado por Iberdrola en estos montes, con 36 aerogeneradores, le deja unos ingresos de 90.000 euros al año.

El parque eólico instalado en los montes es la principal fuente de ingresos y le permite afrontar distintos proyectos

Buena parte de este dinero lo destinan directamente a contratar personal para afrontar tareas en los montes. Han contratado un ingeniero técnico forestal, José María Prado, que asume la gestión de los proyectos de la comunidad y tres trabajadores forestales más, vecinos de la zona, que se encargan de hacer distintos trabajos de mantenimiento en el monte.

Vistas del lugar de Zobra.

Vistas del lugar de Zobra.

Los operarios forestales se centran, sobre todo, en realizar limpiezas en los montes para mantener accesibles los caminos y que sirvan, al mismo tiempo, de cortafuegos. Cuentan con un tractor propio de la comunidad y con una desbrozadora. «Si no es por los trabajos que se hacen desde la comunidad de montes estarían los caminos todos cerrados y el monte se metería ya en las casas», comenta Agustín.

Realizan también tareas de podas y rareos en las cerca de 70 hectáreas de pino que tienen y de las que prevén realizar el primer rareo este mismo año, que será la primera venta que hace la comunidad de montes. Asumen, además, otros trabajos forestales que los propios comuneros puedan precisar, como disponer de leña para el invierno.

En la comunidad contrataron tres trabajadores forestales que se encargan de hacer tareas de mantenimiento en los montes

Zobra, al igual que buena parte de la Galicia rural, acusa una fuerte despoblación y envejecimiento de su población. Así, en la actualidad apenas quedan un centenar de vecinos y el número de comuneros se redujo en el último año hasta los 41, uno por cada casa habitada. Por eso, en los últimos tiempos la comunidad de montes también dedica una parte de su presupuesto a proporcionar ciertas prestaciones sociales a los comuneros contando con una persona que se encarga de hacer tareas domésticas.

Regenerar el monte

Hace más de 30 años que esta comunidad de montes comenzó a funcionar y desde un principio decidieron que no querían llenar su monte de plantaciones forestales. Recordaban las plantaciones que se llevaron a cabo con el Plan Nacional de Repoblación y buscaban otras alternativas.

Están trabajando en un plan de ordenación del monte para delimitar y planificar las actuaciones a realizar

«En el 1957 llenaron todo de pinos, estuvieron 7 años plantando. No había ni dónde llevar el ganado pastar, hubo que vender la hacienda», comenta Samuel Crespo, predecesor de Agustín y que estuvo como presidente de la comunidad desde sus comienzos y durante más de 20 años. Samuel llegó a tener más de 200 ovejas en estos montes. «Son montes que se prestan muy bien para mantener ovejas y cabras», reconoce.

La comunidad de montes también se encarga de la limpieza de la ruta de senderismo que habilitaron.

La comunidad de montes también se encarga de la limpieza de la ruta de senderismo que habilitaron.

De aquellos pinos apenas quedan algunos ejemplares, pues varios incendios arrasaron con estas plantaciones ya antes de que llegasen a producir semillas. Luego se optó porque el monte se fuese regenerando y no se volvió a plantar de manera masiva. Con los cambios de aprovechamientos que se dieron en estos años, derivados de una reducción de la actividad del monte, buena parte de esta superficie se conserva con poca influencia del ser humano.

Ahora están también inmersos en un plan de ordenación del monte para delimitar las zonas en las que llevar a cabo actuaciones y aquellas en las que se opta por preservar. En los montes vecinales hay unas 7 hectáreas de devesa, uno de los atractivos de esta zona, por la riqueza y variedad de frondosas que hay en ese tipo de monte. Aunque la mayor parte de la Devesa de Zobra se sitúa en fincas de particulares.

Nuevas plantaciones de castaños

Desde la comunidad de montes optaron por realizar nuevas plantaciones de castaño para la producción de castañas. «Buscamos alternativas que puedan aprovechar los vecinos y que les sirvan para tener una rentabilidad directa del monte», comenta Agustín. Decidieron plantar unas 5 hectáreas de castaños.

Plantaron 5 hectáreas de castaños para la producción de castañas

También realizaron varias plantaciones en los últimos años de pino que se incluyen en esas 70 hectáreas que actualmente tienen. Hace cuatro años plantaron 8 hectáreas y el año pasado plantaron otras 5 hectáreas.

Por otra parte, algunos de los terrenos de estos montes vecinales fueron cedidos gratuitamente por parte de la mancomunidad a ganaderos de la zona para que puedan mantener su ganado y, al mismo tiempo, contribuyan a mantener limpios y aprovechados los terrenos. Esto permitió que en los últimos se haya sumado una ganadería de vacas cachenas que dispone de unas 38 hectáreas de monte vecinal cedidas.

Apuesta por el turismo

Una de las apuestas de esta comunidad de montes fue el turismo, puesto que Zobra combina el atractivo de su paisaje natural con su pasado minero, centrado en la extracción del estaño a comienzos del siglo XX. «La época de las minas de estaño tiene un potencial turístico grande», comenta Agustín. Por eso, uno de los proyectos fundamentales que llevaron a cabo desde la comunidad de montes fue la restauración de las antiguas casas de las minas, para reconvertilas en apartamentos turísticos.

La rehabilitación de las antiguas casas mineras fue uno de los principales proyectos que impulsaron desde la comunidad de montes.

La rehabilitación de las antiguas casas mineras fue uno de los principales proyectos que impulsaron desde la comunidad de montes.

La recuperación de las casas mineras la iniciaron en el 2006 y contaron también con fondos europeos. «En un principio, se buscaba que el aprovechamiento de estas casas se vinculase más a los vecinos, pero resultó muy complicado, ya que cada vez hay menos asociacionismo», apuntan Samuel y José María.

Durante años, los gastos generados por el mantenimiento de estos alojamientos turísticos fueron muy elevados y no terminaba de ser una alternativa viable, por lo que desde hace unos meses decidieron traspasar su gestión a un empresa que se encarga de su promoción turística. Además, asumieron reformas para hacerlas más sostenibles y reducir gastos, optando, por ejemplo, por sistemas de calefacción a base de biomasa.

Rehabilitaron las antiguas casas mineras para convertirlas en alojamientos turísticos y trazaron una ruta de senderismo

En la comunidad de montes también trabajaron para disponer de una ruta de senderismo, de unos 27 kilómetros, homologada por la Federación Gallega de Montañismo. «Este mismo año nos tocan revisión de la ruta y tenemos que tenerla muy bien señalizada para seguir conservando las buenas calificacións. Esto nos supone un importante esfuerzo y trabajo», apunta Agustín. El mantenimiento y limpieza de esta ruta es otro de los trabajos que asume el personal contratado por la mancomunidad.

Una de las antiguas alvarizas.

Una de las antiguas alvarizas.

«Ahora mismo, aunque tenemos oferta para que la gente venga a Zobra y pase aquí el fin de semana o por lo menos pernocte, tanto en las casas de las minas como en las casas de turismo rural que hay, la mayoría de la gente viene a caminar pero no acaba quedándose, ni haciendo gasto en la zona», reconoce Agustín.

Además de los vestigios de la actividad minera que aún se pueden ver en la zona, Zobra es también un lugar con una importante tradición mielera. En sus montes aún se conservan cerca de 40 alvarizas, construidas en su momento para proteger los colmenares de los ataques del oso, que ya no tiene presencia en esta zona desde mediados del siglo XIX. Aún así, algunas de estas alvarizas siguen a emplearse en la actualidad. Precisamente, en la zona hay una importante producción de miel y algunas de las mieles más reconocidas en Galicia, por su calidad, proceden de estos montes.

Desde la comunidad de montes también comparten su experiencia con otras entidades, como hicieron en días pasado con un grupo llegado desde Portugal.

Desde la comunidad de montes también comparten su experiencia con otras entidades, como hicieron en días pasado con un grupo llegado desde Portugal.

Proyectos de la mancomunidad

Uno de los proyectos que contemplan desde la comunidad de montes es seguir ampliando la oferta de la zona, de hecho están pendientes de obtener financiación para poder rehabilitar la antigua central eléctrica que se instaló en la época de extracción del estaño. «En Zobra llegamos a tener luz eléctrica antes que en Lalín, en aquellos años había mucha actividad en esta zona», recuerda Samuel. Pretenden habilitar esta antigua central como un espacio en el que poder impartir formación u organizar actividades complementarias para los visitantes.

Pretenden construir un huerto solar para ser autosuficientes y también realizarán un estudio sobre la utilidad del carrasco

Sobre la mesa tienen también un proyecto para la construcción de un huerto solar con el que los comuneros puedan reducir la factura de la luz. «Paradójicamente, aunque somos productores de electricidad, hasta ahora no podíamos autoabastecernos. La idea es llegar a ser autosuficientes y poder reducir la factura de la luz», comenta Agustín.

Por otra parte, la comunidad está pendiente de realizar un estudio sobre el carrasco, ya que es un arbusto que tiene una importante presencia en este monte. «Queremos ver las potencialidades que puede tener y su aprovechamiento porque por el momento nunca se hizo nada al respeto y puede ser una alternativa», comenta Agustín.

Antigua central eléctrica que pretenden rehabilitar.

Antigua central eléctrica que pretenden rehabilitar.

En el horizonte, también se le dibuja a la comunidad un nuevo reto con la repotenciación que está prevista para los parques eólicos y que pasa por una reducción inicial de los aerogeneradores. En la actualidad, en Zobra tienen instalados 36 aerogeneradores y, aunque no se ha dado aún ningún pasos en este sentido, desde la comunidad apuntan a que sería necesaria una estrategia conjunta, por parte de las parroquias que abarca el parque eólico del Candán, en el que se integra Zobra, para lograr uno reparto equitativo. «En su momento, cuando negociaron con la compañía la compensación por la instalación de los aerogeneradores tuvieron que luchar mucho, y ahora tendremos que ir unidos y todos de la mano si queremos resultados», comenta Agustín.

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