”Estamos probando con éxito tratamientos ecológicos para controlar las enfermedades fúngicas en viñedo”

Entrevista a Carlos Calvo Garrido, responsable del área de viticultura y patología del Centro Tecnológico del Vino de Tarragona (VITEC)

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”Estamos probando con éxito tratamientos ecológicos para controlar las enfermedades fúngicas en viñedo”

Carlos Calvo Garrido, responsable del área de viticultura y patología del Centro Tecnológico del Vino de Tarragona (VITEC)

La Botrytis o podredumbre gris (causada por el hongo Botrytis cinerea) es una de las enfermedades más comunes en los viñedos y supone importantes pérdidas económicas. Para abordar los últimos avances en la lucha contra esta enfermedad fúngica la Estación de Viticultura y Enología de Galicia (EVEGA) organizó este año una jornada técnica en O Barco de Valdeorras en la que participaron destacados expertos en la materia.

Uno de ellos fue Carlos Calvo Garrido, responsable del área de viticultura y patología del Centro Tecnológico del Vino de Tarragona (VITEC), un referente en Españ en la investigación de tratamientos biológicos alternativos para el control de las enfermedades fúngicas en viñedo (mildiu, botritis, oídio), algo cada vez más demandado por los consumidores.

¿En que investigaciones estás centrando tu trabajo como responsable del área de viticultura y patología del Centro Tecnológico del Vino de Tarragona (VITEC)?
Actualmente las líneas de trabajo serían la reducción del uso de dosis de cobre para el control del mildiu así como el biocontrol de botrytis y la reducción de síntomas por enfermedades de la madera. Esto sería en cuanto a enfermedades de la viña, pero en el área también realizamos seguimientos de estrés hídrico, del balance nutricional, y en general de manejo del viñedo de una forma sostenible.

¿Cuales son las enfermedades del viñedo que más te preocupan en este momento en cuanto a sus daños y dificultad para combatirlas?
Actualmente una de las mayores preocupaciones es el control del mildiu teniendo en cuenta las nuevas restricciones de las dosis de cobre. Sobre todo en viticultura ecológica y en zonas húmedas como vosotros conocéis bien en Galicia.

Por otro lado, destacaría el problema casi diría más estructural de las enfermedades de la madera que afectan a todos los viñedo, y por supuesto botrytis, que es una enfermedad que afecta de manera irregular al viñedo en España, pero que muchas veces es menospreciado el riesgo y produce daños importantes en la calidad de la cosecha.

En la jornada de la EVEGA en O Barco centraste tu ponencia en los tratamientos alternativos al uso de productos químicos para combatir la botritis. ¿Por que los viticultores deben intentar introducir estos produtos para combatir las enfermedades fúngicas?
Primero es una cuestión de utilizar en general menos productos pero utilizarlos bien, con buenas dosis y en el momento adecuado, tanto para los productos de síntesis como para los productos de biocontrol. Y en cuanto a los productos de biocontrol pues se trata de productos que tienen menor persistencia y al provenir ya de sustancias que existen en la naturaleza, en principio, tienen de forma general un efecto menos alterante del medio ambiente.

Y en el caso de botrytis, en zonas donde la presión de la enfermedad es muy fuerte y se realizan muchas aplicaciones de fungicidas, la aparición de resistencias es contínua, haciendo los tratamientos totalmente inefectivos y esto está documentado en parcelas de todo el mundo.

Además, tenemos la cuestión de los residuos: la mayoría de fungicidas de síntesis tienen plazos de seguridad más largos y el riesgo de encontrar residuos en vino es alto con aplicaciones a partir del envero.

¿Cuales son las bacterias más efectivas en este momento para combatir la botrytis? ¿En que combinaciones resultan más eficaces y cual sería la dosis recomendada?
En la actualidad los únicos productos a base de bacterias registrados para su aplicación en botrytis en España son basados en bacterias del género bacillus. En mi experiencia, ambos han funcionado de forma similar.
Estos productos, como otros productos de biocontrol o de origen natural, pueden ser eficaces pero depende de como se apliquen. Si esperamos al último momento y se pretende parar toda la infección con un solo tratamiento a apenas dos semanas de la cosecha resultará imposible.

Con los productos de biocontrol se trata de hacer un tratamiento preventivo desde la floración. Por supuesto que implica hacer dos tratamientos pero cuando uno tiene realmente un problema de botrytis en la finca y quiere una uva completamente limpia para mantener el máximo de calidad, realizar dos o 3 tratamientos no debería ser algo tan raro.

“Un químico mal utilizado puede ser menos eficaz para combatir una enfermedad del viñedo que un biológico bien utilizado”

Estos productos son eficaces, aunque quizá no tanto como un químico a día de hoy (a parte de en casos de resistencias). Pero un químico mal utilizado puede ser menos efectivo que un biológico bien utilizado. Por lo tanto, si hacemos viticultura ecológica o simplemente si queremos utilizar menos pesticidas de síntesis química y menos residuos, sí que existe una gama de productos qué podemos usar y combinar para tener un buen control, Y no hablo solo de los productos basados en microorganismos, sino otras formulaciones de acción física o desecante como el bicarbonato potásico

¿Que recomendaciones darías para que su aplicación resultarara lo más efectiva posible y en que fase del desarrollo de la vid es preferible su aplicación?
Para el control de botrytis en viña es fundamental el tratamiento de floración, muchos estudios lo han demostrado, incluidos varios en los que he participado.

En el caso de botrytis, cuando una parcela o en una región ya se conoce un histórico de botrytis cada temporada, siempre hay que considerar un tratamiento en floración y otro en el envero para que actúen de forma preventiva en los momentos de mayor riesgo.

“Para el control de botrytis en viña es fundamental el tratamiento de floración”

Luego cada uno en su finca tiene que elegir lo que hacer y quizás retrasar el tratamiento de envero en caso de que no haya lluvia o mucha humedad, o al contrario, realizar una o varias aplicaciones más, en cierre de racimo o a final de maduración…

También comentaste las conclusiones de diversos estudios sobre el uso de otros productos alternativos como el carbonato potásico. ¿Cual es el grado de efectividad de estos otros elementos, incluyendo terpenos, ácidos graSos..etc?
Según los estudios qué personalmente he realizado en los últimos años y también en parte de los estudios que he podido leer a nivel internacional todos estos productos pueden ser eficaces y la combinación de ellos puede ser aún más eficaz utilizando el producto en el momento adecuado y según su modo de acción.

Por ejemplo, muchos microorganismos necesitan en general una cierta riqueza en nutrientes sobre la flor y sobre el tejido de la uva, por lo que es interesante utilizarlos en momentos como la floración o a partir del envero. Los microorganismos tienen siempre un control preventivo, y es muy importante aplicarlos con un periodo previo a las condiciones de riesgo.

Otros productos tienen también cierto carácter curativo y pueden ser utilizadas mejor al final de campaña para parar la infección o en momentos como entre floración y envero

Actualmente estamos preparando un proyecto para probar estrategias combinadas de este tipo de productos para ver qué combinaciones concretas pueden ser más efectivas.

Para otras enfermedades fúngicas como el mildio y el odío. ¿Cuales son los tratamientos alternativos más aficaces en este momento y que aconsejarías para su aplicación?
Actualmente estamos estudiando alternativas al cobre para la reducción del mildiu en viticultura, y concretamente los resultados de este año han sido muy esperanzadores, con una estrategia de 5-6 aplicaciones con resultados similares a las aplicaciones de oxicloruro de cobre.

Lo que hemos probado incluye extractos de plantas, formulaciones con muy baja cantidad de cobre, otros compuestos de origen natural como lecitina de soja… Hemos probado también combinaciones de aplicaciones alternadas de estos productos con formulaciones de cobre. Hay muchas posibilidades y lo importante es ir probando diferentes estrategias tanto desde la investigación como el propio viticultor a su finca.

”Estamos probando alternativas ecológicas al cobre para el control del mildiu en viñedo y con resultados muy esperanzadores”

Para mí aún es pronto para poder decir cuáles de estos productos son realmente eficaces y en qué condiciones, pero en los próximos años esperamos poder desarrollar muchos trabajos en este sentido y poder dar una referencia de efectividad de muchos productos actualmente en el mercado y que también pueden dar buen resultado.

En cuanto al control del oídio la situación es similar: hay cada vez más productos en el mercado pero no se tiene una referencia exacta de su eficacia aunque en nuestros ensayos de este año y anteriores se ha visto una buena eficacia en muchas de las formulaciones que hemos probado.

Una de las enfermedades que más trae de cabeza a los viticultores son las enfermedades de la madera, especialmente tras la prohibición del arsenito sódico. ¿Existen algunos productos alternativos que ayuden a combatir estas enfermedades?
No existen productos de biocontrol ni de síntesis química, ni de acción física, capaces de curar las enfermedades de la madera. Si hay productos para proteger la vid frente a algunas vías de infección, como pueden ser las heridas de poda y para eso también hay varios productos de biocontrol en comercialización. De hecho, actualmente también tenemos un proyecto en el que se está probando en campo, después de probarlos con éxito en ensayos en invernadero.

Existe un debate en la Unión Europea sobre la introdución de variedades híbridas de vitis vinifera con otros tipos de vitis para mejorar la resistencia natural de la vid a las enfermedades fúngicas y reducir el uso de tratamientos fitosanitarios. ¿Que opinión te merece este debate y la introducción de estos híbridos?
Las variedades resistentes puede ser una fantástica opción pero no para todos los tipos de viticultura. Ahora bien, sí creo que debería empezar a plantearse desde ya para aprender a cultivarlas para poder verificarlas y extraer todo su potencial. Pero de momento no van a desplazar a las variedades clásicas en zonas de producción de alta calidad

¿Que otras patologías emergentes crees que pueden afectar al viñedo en España en los próximos años?
La Silesia fastidiosa está a la vuelta de la esquina. Y también veremos cómo evolucionan dentro del cambio climática las enfermedades de la viña porque las lluvias son cada vez más irregulares, las temperaturas suben y todo esto favorece otro tipo de enfermedades.

En tu trabajo como investigador seguramente que has visitado muchos viñedos en diferentes países. ¿Cuales son las claves en tu opinión para tener un viñedo sano?
Realizar un control preventivo conociendo como funciona la enfermedad y cuáles son sus momentos críticos. A partir de ahí, diseñar tu programa de aplicaciones para cada enfermedad, e ir probando combinaciones y reduciendo las aplicaciones.

“La clave de un viñedo sano es realizar un control preventivo”

Quizá alguna de las estrategias más importantes, aunque es difícil por el mayor coste en mano de obra, es el deshojado o la poda en verde, para realmente mantener aireada la zona de los racimos y favorecer también la penetración de los tratamientos que realizamos. Esto es interesante para todas las enfermedades fúngicas del racimo: botrytis, mildiu oídio…Por tanto, al final el coste también hay que contarlo como una prevención y una reducción de los tratamientos de todas las enfermedades.

En general algo que parece pesado decirlo, pero que resulta clave: tener un viñedo equilibrado, con el vigor controlado, vegetación bien separada, racimos aireados…

Por último, ¿Cuales son las principales carencias que detectas en España en la lucha contra las enfermedades de la vid?
No solo en España, hay un problema quizás de concepto de concebir siempre el control de plagas como una aplicación de un producto milagroso, y eso hace que el viticultor no piense más en cómo y cuándo aplicar.

También detecto que hay muchos problemas con el cálculo de dosis y el volumen de caldo aplicado… pero todo esto son cosas que se solucionan con un mayor contacto entre los técnicos, los viticultores y los investigadores. Lo que ocurre es que esto exige una mayor inversión pública y privada para que haya más técnicos e investigadores para asesorar al viticultor. Se necesita dinero para contratar esos técnicos y se necesita dinero para realizar estudios, tanto estudios de tipo básico como de tipo aplicado para dar soluciones directas al sector.

Actualmente hay cada vez menos especialistas en viticultura y enfermedades de la viña en España, tanto en universidades como en centros de i+D. Y esto en un contexto en el que la investigación y el desarrollo en España está absolutamente ahogada económicamente por los recortes y por la falta de presupuestos desde hace años. Este es un problema importante porque no hay tiempo ni fondos para poder hacer estudios y poder difundir los resultados de forma más estructurada. En el resto de países donde la vitivinicultura es un sector estratégico, esto se cuida mucho… Pero bueno, vamos haciendo lo que podemos…

¿Algo más que quieras añadir?
Sólo dar un mensaje un poco optimista de que sí que hay tratamientos alternativos que puedan funcionar y que se está mejorando cada vez más en cómo hacerlos efectivos. Pero que esto exige que sigamos trabajando desde el campo con un enfoque más técnico científico, y a la vez el viticultor tiene que hacer sus propios ensayos y ser un poco técnico científico el mismo y hacer sus pruebas para ver qué es lo que le funciona mejor en su parcela.

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