¿Es posible combinar robot de ordeño con pastoreo?

Irlanda prueba desde hace 5 años un sistema que permite ordeñar con robot y de manera totalmente autónoma vacas que permanecen todo el día en pastoreo y está introduciendo en el trabajo diario de los ganaderos herramientas de medición que permiten una gestión mucho más precisa y eficiente del pasto en las granjas.

¿Es posible combinar robot de ordeño con pastoreo?

Vaca saliendo al paso en Irlanda después de pasar por el robot de ordeño

Cada vez son más los ganaderos que en Galicia están introduciendo robots de ordeño automático en sus explotaciones. Se trata, en todos los casos de vacas estabuladas en granjas intensivas. Pero, ¿sería posible ordeñar con robot en un sistema en extensivo? Este fue uno de los aspectos abordados en las jornadas sobre “Vacuno de leche y pastoreo” celebradas recientemente en la Escuela Politécnica del Campus Terra de Lugo, donde distintos expertos internacionales dieron cuenta de distintas experiencias
llevadas a cabo en sus países.

Fue el caso de Bernardette O’Brien, procedente de Irlanda, un país que basa su producción láctea en el pastoreo pero esto no impide que se puedan aplicar sistemas de robotización, aseguró. En este sentido, explicó que en Irlanda se está probando desde hace 5 años un método experimental de ordeño automático en vacas que pasan todo el día en régimen de pastoreo, consistente en dividir la superficie disponible en tres bloques de parcelas en torno a la nave donde estaría ubicado el robot. Las vacas irían rotando por las parcelas en función de las horas del día y para pasar de las parcelas de una sección a otra tendrían que pasar por el robot, aunque no todas serían ordeñadas, sino solo aquellas que lo precisaran. Con el sistema de rotación de parcelas post-ordeño se motiva a la vaca a ir al robot, porque el animal sabe que después de ser ordeñada va a ir a una parcela con pasto nuevo, actuando de este modo como premio o aliciente.

Mapa de pastoreo en explotacion con ordeño automatico

Mapa de pastoreo en explotacion con ordeño automatico

Aún logrando una producción por vaca menor que en animales estabulados, este método permite aplicar altas frecuencias de ordeño propias de vacas de alta producción a animales que pasan todo el día pastando, manteniendo de este modo altas ingestas de pasto, optimizando la frecuencia de ordeño y reduciendo el trabajo aparejado a esta tarea. «En las granjas irlandesas la siguiente generación no quiere ordeñar y es difícil contratar trabajadores con conocimientos que sean eficientes ordeñando. La introducción de un robot permite la reducción del 60% del trabajo en la granja, alrededor de unas 24 horas por vaca y año», explicó esta técnica del Teagasc, la autoridad pública de carácter gubernamental para el desarrollo de la agricultura y la alimentación en Irlanda.

Llama la atención otro factor en esta experiencia llevada a cabo en Irlanda con respecto a la introducción de robots de ordeño en granjas gallegas. Mientras en el sistema intensivo gallego lo habitual es una ratio de 60 animales por robot, Bernardette O’Brien explicó que en Irlanda están ordeñando «sin ningún problema» 80 vacas con un solo robot y la intención es «llegar a 90 vacas por robot», si bien es cierto que las vacas irlandesas, tanto de raza frisona como jersey, son vacas de menor capacidad productiva que las gallegas (el promedio en Irlanda está en 4.798 kilos de leche por vaca y año con 4,1% de grasa y 3,45% de proteína).

Producción muy estacional por la acumulación de partos a comienzos de la primavera

Los ganaderos irlandeses no ordeñan todo el año. Una de las peculiaridades propia del sistema lácteo del país es la concentración de los partos, que hace que la producción sea muy estacional. «Las vacas pasan dos meses estabuladas por el mal tiempo, que coincide con la época de secado, mientras que de febrero a noviembre dejan el establo y pastan fuera. Por eso, se recomienda agrupar el 90% de los partos a comienzos de la primavera, para ajustar el pico de producción de pasto con el momento de mayor necesidad de ingesta de la vaca, de forma que el pico de producción de leche se haría prácticamente sin concentrados», explica Bernardette.

La dieta de una vaca irlandesa en verano, por ejemplo, sería de este modo: 17,5 kilos diarios de materia seca procedente de pasto y tan solo medio kilo diario de concentrado, por lo que los kilos totales de pienso que comería ese animal durante toda una lactación anual no superaría los 350, supliendo las épocas de escasez de pasto con silo de hierba. De cumplir estas recomendaciones, esta experta considera que el margen de beneficios de las granjas irlandesas se incrementaría notablemente.

“La introducción de un robot permite la reducción del 60% del trabajo en la granja”

Pero este modo de producción estacional supone otro de los grandes desafíos a tener en cuenta a la hora de ordeñar de manera automática vacas en pastoreo en Irlanda: intentar que el número de ordeños diarios por vaca, que se sitúa de promedio en 1,5, no baje durante el pico de lactación que se produce en los meses de abril y mayo, coincidiendo con la mayor producción de pasto.

Aunque la mayoría de los ganaderos irlandeses agrupan el mayor número de partos posibles a comienzos de la primavera, también los hay, aunque son una minoría, que hacen agrupación de partos en dos épocas con el objetivo de producir el 60% de la leche en primavera y el otro 40% en septiembre, una época con mejores precios debido a la escasez de leche. Pero esto tiene una desventaja: «supone tener que ordeñar todo el año», cuenta Bernardette.

Limitación: las parcelas no pueden estar a más de 700 metros del robot de ordeño    

Uno de los condicionantes que tiene el uso de robots de ordeño en explotaciones extensivas es que reduce prácticamente a la mitad la distancia máxima a la que pueden estar ubicadas las parcelas donde pacen las vacas, que no podrían estar alejadas más de 700 metros del lugar donde estuviera instalado el robot. Esto hace, por un lado, que las parcelas próximas a las explotaciones adquieran especial importancia y, por lo tanto especial valor económico. Según los cálculos del Teagasc irlandés, una parcela extra situada del lado de la estabulación que pudiera destinarse a pastoreo podría pagarse hasta a 350 euros por hectárea de alquiler. Por encima de ese precio límite dejaría de ser viable el pastoreo y sería más rentable alquilar otra finca, aunque estuviera lejos, para hacer forraje.

La opción del ensilado de la hierba de estas fincas se presenta en Irlanda como principal alternativa para las superficies más alejadas en el caso de explotaciones extensivas, aunque hay otros métodos para integrar estas parcelas en el pastoreo. En Francia, por ejemplo, donde una explotación media de 60 vacas maneja hasta 100 hectáreas de terreno, las fincas más distantes se usan para la cría de las novillas o incluso para la producción de carne, de manera que muchos ganaderos galos combinan la producción en extensivo de leche en las parcelas más próximas y de carne en las más lejanas.

Sistema irlandés de producción láctea

Sistema irlandés de producción láctea

Incremento del 50% de la producción total del país sin abandonar el pastoreo 

Al revés de lo que acontece en Galicia, en Irlanda en los últimos años los productores de carne están entrando en la producción láctea. Esto hace que Irlanda esté siendo uno de los países de la UE que más aumentó la producción de leche desde el fin de las cuotas lácteas. «El objetivo es que en el año 2020 podamos producir un 50% más que en el último año de cuotas lácteas, hoy por hoy estamos ya en el 40% de incremento», aseguró la representante de la Irish Agriculture and Food Development Authority.

Irlanda cuenta con 15.000 explotaciones, con 69 vacas de promedio, pero subsisten aún muchas granjas familiares con menos de 30 cabezas. La parte sur del país es la zona donde se practica más intensamente la producción lechera porque es donde es más eficiente producir leche, en buena medida por la mayor producción de pasto de esta zona. Solo el 10% de la leche producida en el país tiene como destino el consumo en líquido. El restante 85% se exporta como productos lácteos, como queso, mantequilla o leche destanata en polvo, sobre todo a países asiáticos como China.

El destino final de la leche irlandesa hace que la calidad sea muy importante, tanto por las necesidades de las industrias transformadoras como debido a los requerimientos fijados para la exportación de productos lácteos. El precio medio al que cobran la leche los ganaderos irlandeses es de 31 céntimos por litro.

“El ensilado de hierba supone un gasto añadido de entre 54 y 80 euros por tonelada de materia seca”

Prácticamente el 100% de las explotaciones irlandesas hacen pastoreo, pero en los últimos años, a raíz sobre todo de la eliminación de las cuotas lácteas, algunos ganaderos se decidieron a producir leche sin pastoreo, ya que en algunos casos la disponibilidad de pasto era un factor limitante para el crecimiento de las explotaciones, porque es difícil tener superficie agraria suficiente cerca de la explotación y porque la distancia máxima a la que es posible hacer pastoreo condiciona el número máximo de cabezas.

Pero Bernardette ve inconvenientes en este cambio de modelo: «El pastoreo cero aumenta el coste de la cosecha y consume mucho tiempo al productor si lo hace él mismo» asegura. Según sus cálculos, el ensilado de hierba supone un gasto añadido con respecto al pastoreo de entre 54 y 80 euros por tonelada de materia seca en función del volumen ensilado.

Sistemas de medición y de gestión para la optimización de los pastos    

«La formación hizo que muchos productores irlandeses lograran en los últimos años producir más leche con la misma superficie», asegura Bernardette O’Brien. El organismo público al que ella pertenece suministra a los ganaderos herramientas para mejorar su sistema de producción y está aplicando las nuevas tecnologías a la optimización de la base principal de la producción de leche del país: el pasto. «El incremento del pasto en la dieta de las vacas tiene un efecto positivo en los beneficios de la explotación y la mayor disponibilidad de pasto depende en buena medida de la buena gestión de las fincas en pastoreo», asegura. Según sus cálculos, la rentabilidad por hectárea se incrementa en 267 euros por cada tonelada adicional de pasto utilizado para el sistema lácteo.

ROBOT_MUXIDO_grasshopper1Entre otros, Bernardette destaca como puntos clave para alcanzar una alta utilización del pasto la renovación de los pastizales o el incremento del número de pastoreos. Las explotaciones irlandesas obtienen de promedio 13,9 toneladas de materia seca por hectárea y tienen un promedio de 2,35 vacas por hectárea, pero esta experta recomienda incrementar esa densidad de animales hasta 2,9 vacas por hectárea porque «cuantos más animales pastando mayor producción de pasto», asegura. En Irlanda, que no tiene problemas de sequía, se producen dos picos de producción de pasto, uno en abril-mayo y otro en agosto.

La combinación de Grasshopper y PastureBase se presenta cómo una herramienta fundamental de apoyo al ganadero

También considera fundamental controlar las alturas de la hierba pre y post pastoreo aplicando métodos de medición objetivos. «Las granjas pequeñas calibran a ojo y hay gente que hace muy buenas estimaciones, pero ese sistema es muy subjetivo y solo vale si ese seguimiento de las parcelas lo hace siempre la misma persona», indica.

Por eso recomienda usar herbímetros, que son unos aparatos de medición que pueden ser manuales (Jenquip) o automáticos (Grasshopper), que además de hacer las mediciones y guardar los datos, está dotado de un geolocalizador que identifica las parcelas y permite almacenar las sucesivas lecturas y manejar los resultados a través de una aplicación en el teléfono móvil (PastureBase), una especie de base de datos que interpreta los resultados y hace los cálculos en función de los datos obtenidos en las mediciones y de los parámetros y variables introducidas por el ganadero.

La combinación de Grasshopper y PastureBase se presenta cómo una herramienta fundamental de apoyo al ganadero para la gestión del pastoreo al aportarle la información que precisa para tomar decisiones que le permiten optimizar el pasto y hacer un uso más eficiente del principal alimento de sus vacas en base al conocimiento de la masa herbácea semanal, de la cantidad y calidad del pasto disponible al de directrices sobre la demanda de alimento o la provisión y utilización del pasto, días de pastoreo en cada parcela en función del número de cabezas, etc.

El uso de estas herramientas tecnológicas a la gestión del pasto permite además a los ganaderos irlandeses prever el rendimiento de sus pasteros y hacer una gestión idónea de los momentos en que hay superávit, retirando la hierba sobrante en forma de forraje para emplear luego como suplemento en los momentos de déficit. Bernardette recomienda eliminar los excesos de pasto «lo antes posible», para que esas parcelas vuelvan cuanto antes al ciclo de rotación de parcelas en pastoreo. Esta experta considera que el ganado debe entrar a pastar una finca cuando la masa herbácea disponible está entre 1.300 y 1.500 kilos de materia seca por hectárea y cambiar de parcela cuando la altura de la hierba que está siendo pastada se sitúe entre 4 y 4,5 centímetros. El ensilado debería hacerse cuando la masa herbácea llegue a 2.500 kilos de materia seca por hectárea.

 

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