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Las energías renovables ofrecen en el rural la posibilidad de altos ahorros energéticos, tanto en viviendas como en explotaciones ganaderas. En viviendas, la instalación de calderas de biomasa puede generar ahorros de hasta un 50-70% en comparación con los combustibles fósiles. Para las explotaciones ganaderas, la derogación del llamado impuesto al sol abre las puertas a la popularización de los paneles fotovoltaicos en el campo, que se pueden amortizar en un periodo de 6-8 años, o en la mitad de tiempo si se montan con ayudas públicas.
Analizamos las diferentes posibilidades con Tecgal Energías, una empresa de Lugo especializada en la instalación de energías renovables. Tecgal inició el montaje de paneles fotovoltaicos conectados a la red en el 2006 y en los últimos años puso más de 500 kilowatios de instalaciones solares de autoconsumo. Fue además la primera firma de la comunidad en acometer proyectos de energía geotérmica para calefactar.
Caldera de biomasa.
Calderas de biomasa para viviendas
La Xunta ha abierto el plazo de las ayudas para la instalación de calderas de biomasa en viviendas de zonas rurales. Las subvenciones, que cubren hasta un 50% de los costes, financian la compra y montaje de equipos de biomasa abastecidos por pellet o astillas. No se financian ‘lareiras’ ni el cambio de quemadores en calderas de combustibles fósiles.
El plazo de la solicitud de las ayudas, que deben tramitarse a través de las entidades colaboradoras, concluye el 28 de febrero.
Paneles fotovoltaicos para explotaciones ganaderas
La instalación de paneles fotovoltaicos en explotaciones ganaderas es una de las principales vías que se abren en el campo para el autoconsumo energético. Con la derogación del impuesto al sol, además, los paneles podrán conectarse a la red, de forma que comercializarán en la red la energía sobrante, siendo compensada la explotación por esa venta. Es el llamado autoconsumo con balance neto, un sistema que aprobó el Congreso el pasado otoño y que se concretará de manera inminente en la correspondiente regulación.
«Una instalación fotovoltaica se amortiza en 6-8 años, la mitad si se monta con ayudas» (Laura Aldariz, Tecgal)
Las explotaciones que instalaban hasta ahora paneles fotovoltaicos para el autoconsumo se beneficiaban en especial en el caso de ganaderías con un consumo continuo, como las que tienen robots de ordeño, pero a partir de ahora, con la posibilidad de la venta de la energía a la red, el sistema es más ventajoso. “La instalación puede quedar amortizada en un periodo de 6-8 años, la mitad si se cuenta con ayudas públicas para el montaje, y su vida útil puede llegar a los 40 años. Lo habitual es que se garantice que la instalación mantendrá una producción del 90% a los 10-12 años”, explica Laura Aldariz, gerente de Tecgal.
Para una granja media, es suficiente con una instalación de unos 20 kilowatios, en tanto que explotaciones de unas 150 vacas pueden llegar a precisar 30-40 kilowatios. Con la nueva normativa, las explotaciones podrán además instalar mayor potencia en paneles fotovoltaicos de la que tienen contratada con las empresas eléctricas, una cuestión que hasta ahora estaba limitada.
“Se entiende que puede ser precisa la instalación de mayor potencia para abastecer el consumo de la explotación. La instalación de una mayor potencia permite ahorrar más”, señalan desde Tecgal.
El sector espera la pronta convocatoria de las ayudas para instalación de paneles fotovoltaicos y otras energías renovables en el campo.
Instalaciones minieólicas
En zonas ventosas, la instalación de miniaerogeneradores es un posible complemento a los paneles fotovoltaicos. “Permite producir energía por la noche o en días malos de invierno en los que las placas producen poco”, explica Laura Aldariz. “Lo normal hasta ahora es que estas instalaciones se hicieran en zonas aisladas, sin red eléctrica, pero son también un posible complemento para ahorrar energía”, valora.
Ahorro energético con las baterías de condensadores
Otra cuestión que es de interés en las explotaciones ganaderas para el ahorro energético es el uso de baterías de condensadores. Se trata de un sistema que permite evitar las penalizaciones de las compañías eléctricas por la energía reactiva, aquella que no se consume pero que se pierde en la instalación eléctrica de la ganadería.
Para bajar el importe de la factura eléctrica, es posible reducir la energía reactiva absorbida por la instalación con el uso de baterías de condensadores. Estas baterías de condensadores, que redistribuyen la energía reactiva, permiten el ahorro energético y una merma de la factura de la luz.
Para calcular la batería de condensadores que mejor se adapta a cada caso, en Tecgal estudian la factura eléctrica de la explotación y las características de su instalación.
Máis información
– Web de Tecgal Enerxías.
