El henolaje en rotopacas: Una técnica para darle más valor a la hierba

l henojale es una técnica de conservación de la hierba intermedia entre el ensilado y el henificado. Gonzalo Flores, jefe del Departamento de Pastos y Cultivos del Centro de Investigaciones Agrarias de Mabegondo (CIAM), hace un resumen de algunos resultados y recomendaciones del grupo de investigación en valoración nutricional de forrajes y producción de leche del CIAM para lograr rotopacas de heno de la máxima calidad

El henolaje en rotopacas: Una técnica para darle más valor a la hierba

La conservación del forraje, una práctica necesaria

En las condiciones campo-climáticas de Galicia la producción de pasto no es estable al largo de todo el año, sino que tiene un fuerte pico en primavera y otro más suave en otoño con bajas o incluso nulas producciones en las partes centrales del verano y del invierno.

En los sistemas de producción animal basadas en el aprovechamiento mixto (pastoreo/conservación) de la hierba, esta variabilidad estacional obliga a la conservación de los excedentes de forraje en primavera-comienzos de verano para ser utilizados en los momentos de carencia de pastos frescos. En los sistemas de animales estabulados continuamente, la utilización de forraje conservado es la base de alimentación de los animales durante todo el año.

En ambos casos, el ensilado es la forma de conservación predominante de la hierba en las ganaderías gallegas, si bien la mayor parte de ellas sigue haciendo hierba seca, preferentemente de los rebrotes de las praderas en segundos cortes. El manejo habitual de una pradera para conservación es la obtención de un primer corte para ensilar a principios-mediados de mayo (o bien pastorear hasta esas fechas), con el fin de poder dar un segundo aprovechamiento para hierba seca a los 50-60 días aproximadamente, a finales de junio o principios de julio.

Ensilado vs. henificado de la hierba

El proceso de ensilado es relativamente independiente de las condiciones climáticas, toda vez que la conservación de la hierba se produce a traves del proceso de fermentación láctica de los azúcares de la planta picada, compactada y aislada del aire en el silo y en el mantenimiento de las condiciones de anaerobiosis hasta su consumo.

Por el contrario, en el curado de la hierba para heno se requiere la rápida deshidratación en el campo del forraje tras la siega, para lo cuál es necesario contar con condiciones de elevadas temperaturas del aire y del suelo y una baja humedad relativa. El objetivo de esta técnica es reducir la humedad del forraje desde valores del 75-80% a niveles próximos al 15-18%, con lo cual se logra la estabilidad de la masa de forraje impidiendo la proliferación de hongos y de otros microorganismos aerobios durante el almacenamiento.

En ambos casos debe ser tenido en cuenta que la calidad de un forraje conservado nunca será superior a la del material original. Por lo tanto, para obtener un ensilado o una hierba seca de alto valor nutricional será preciso realizar la siega del forraje en un estado poco avanzado de madurez, con una alta relación hojas/tallos, estando las gramíneas en un estado anterior o a comienzo del espigado y las leguminosas al inicio o mitad de la floración.

 “Una buena hierba seca debería ser abundante en hojas, tener unos tallos finos y conservar parte de su color verde”

Una buena hierba seca debería ser abundante en hojas, tener unos tallos finos, conservar parte de su color verde y presentar el típico aroma característico a manzanas maduras. Las condiciones climáticas de Galicia durante la primavera y comienzos del verano hacen que sea virtualmente imposible curar adecuadamente la hierba para obtener un heno de calidad en esta época, lo cual obliga a retrasar el corte hasta mediados de julio. En ese momento, sin embargo, es frecuente que la calidad de la hierba sea mediocre, ya que perdió grande parte de su valor nutricional debido al avance de la madurez.

Los henos de hierba utilizados en las ganaderías gallegas son de baja calidad nutricional

Resultados analíticos de muestras de henos procedentes de explotaciones gallegas analizados en el CIAM muestran que un heno medio tiene la siguiente composición:

-materia seca (MS) 87.3%

-materia orgánica (MO) 92.4%

-proteína bruta (PB) 8.0%

-fibra ácido detergente (FAD) 41.2%

Se evidencia una calidad mediocre, puesta también de manifiesto por una digestibilidad de la materia orgánica (DMO) que no supera el 52%. Encontramos también una cierta variabilidad en el valor nutricional pero en general los henos empleados en la alimentación del ganado en las explotaciones gallegas se agrupan en la parte baja de la escala de valoración nutricional de alimentos para rumiantes.

El henolaje: Las ventajas del ensilado en rotopacas

La conservación de la hierba presecada mediante ensilado en rotopacas proporciona flexibilidad en la cosecha del forraje para el invierno, permite obtener un alimento de mejor calidad y reduce las pérdidas en la conservación, comparado con el secado de la hierba.

La técnica de ensilar hierba de alto contenido en materia seca se denomina henificado, y está especialmente referida al ensilado en rotopacas de hierba suficientemente presecada en el campo durante un breve período (por lo general de 24 o 48 h como máximo), con buen tiempo. Puesto que el contenido en humedad del forraje apto para rotoempacar y encintar se sitúa en el rango 70-40% (30-60% MS) comparado con un 18-15% de humedad (82-85% MS) requerida para hacer hierba seca, en el ensilado de hierba presecada se necesita menos tiempo de secado en el campo y se puede conservar el forraje en épocas en las que aún no es posible hacer hierba seca debido a la climatología.

Por tanto, podemos aprovechar el pasto cuando su calidad nutritiva es alta, incluso dando varios cortes en condición favorables. Por otra parte, dado que el proceso de secado es más breve en en el henificado comparado con el curado de la hierba para hacer heno, la pérdida de hojas de los tréboles y leguminosas en general se ve muy reducida, con consiguiente aumento comparativo de valor energético y proteico del forraje conservado. Esto se refleja en la buena palatabilidad del alimento para el ganado y en la reducción de la proporción de alimento rechazado durante su consumo.

Atención a evitar la entrada de aire en las rotopacas

La entrada de aire, aun en pequeñas cantidades, provocará el deterioro del forraje y el crecimiento de hongos. En condiciones de alta temperatura y humedad, este proceso se acelerará, provocando el calentamiento de la masa de hierba por la acción de los microorganismos presentes en el forraje. Este proceso conlleva, en mayor o menor medida, una pérdida apreciable del valor proteico del alimento, causada por las llamadas “reacciones de caramelización”, donde se producen compuestos nitrogenados indigestibles para el animal. Las pacas de fenolage una vez abiertas deben consumirse con rapidez, en dos días como máximo, por lo que el tamaño de las pacas debe adecuarse a las necesidades del rebaño que tenemos que alimentar.

Sin embargo, la principal preocupación en el manejo de las rotopacas encintadas de henificado, desde el punto de vista de la salud del rebaño es evitar el riesgo de listeriosis. Esta enfermedad está causada por una bacteria (Listeria monocytogenes) que puede contaminar el forraje presecado durante su estancia en el campo y multiplicarse en la masa ensilada cuando se dan condiciones de infiltración de aire por un defecto en el sellado de la rotopaca. La bacteria causante de la listeriosis no sobrevive en ensilados con pH superiores a 5.5, pudiendo sobrevivir y multiplicarse en zonas donde se infiltra aire, que sufrirán un deterioro y alcanzarán valores de pH peligrosos.

Por esta razón se recomienda efectuar un buen sellado de las rotopacas, con 4-6 capas de film estirable, y reparar inmediatamente los orificios que ocasionalmente se pudieran producir en la cubierta.

Se debe esperar unas 4 semanas como mínimo antes de utilizar las rotopacas

También es muy importante cubrir las rotopacas con malla para evitar los daños en la envoltura por pájaros y otra fauna silvestre y alejar, en la medida de lo posible, los animales domésticos de la zona de almacenamiento.

Otra medida importante es dejar fermentar el forraje como mínimo unas 4 semanas antes de utilizar las rotopacas, para permitir que la bajada del pH que tiene lugar en la masa de la hierba (desde 6.2-6.5 hasta aproximadamente 5.0) evite la proliferación de las listerias. Con estas precauciones el uso del henolaje en la alimentación de rumiantes es perfectamente seguro y recomendable. h

Utilización satisfactoria de la técnica del henolaje en el CIAM

Durante los años 2010 y 2011 se empleó en el CIAM la técnica del henolaje para conservar hierba de praderas de raigrás inglés y de distintas especies de leguminosas pratenses, aprovechadas en diversos cortes realizados en los meses de mayo a julio. El presecado en el campo duró, de promedio, 48 h en los cortes realizados en primavera y 24 h en verano. La hierba fue cortada con la segadora con los deflectores abiertos al máximo, y dejada en el campo sin girar hasta que, finalizado el plazo previsto de presecado, era encaminada para rotoempacar.

En el cuadro siguiente se recoge la evolución de la materia seca del forraje en el corte de mediados de mayo de 2010, desde la siega hasta las 48 h de presecado. Se evidencia que fue fácil superar el 40% de MS en el raigrás con un presecado corto con buen tiempo y que, para el trébol violeta, debido a su alta humedad natural, se requieren 48 h de presecado en esta época para llegar a alrededor del 50% MS.

Se destaca que por razones operativas este año la siega se hizo con una rotativa sin acondicionador, si bien es muy recomendable el uso de segadoras acondicionadoras para acelerar el presecado de la hierba (rollos de caucho para leguminosas y de martillos para las gramíneas, si bien se ha utilizado con éxito este último sistema en praderas mixtas de raigrases y trébol).

Evolución del contenido en materia seca de un corte de raigrás inglés y de trébol violeta realizado a mediados de mayo, entre la siega y las 48 h de secado en el campo:

FENOLAXE CIAM 1

El encintado con film estirable constó de 5 vueltas de plástico, con un estiramiento del 60-70% y las rotopacas, situadas sobre una superficie uniforme de hormigón, se dejaron fermentar un mínimo de dos meses antes de ser utilizadas. Los ensilados se utilizaron para formar parte de raciones unifeed de vacas de leche que estaban en el último tercio (año 2010) o la mediados (año 2011) de la lactacioón. La dieta diaria constaba de henolaje de hierba en un 50% de la MS ofrecida diariamente, estando el resto constituido, a partes iguales, por ensilado de planta entera de maíz y concentrado del 25% PB.

Los resultados fueron muy satisfactorios en cuanto a la conservación obtenida y a la facilidad de manejo de las rotopacas. Antes de introducir estas en el carro mezclador eran partidas a la mitad con la sierra de una desensiladora. No se observó visualmente presencia importante de deterioro aeróbico en las rotopacas, por lo que las pérdidas totales en conservación fueron muy bajas y principalmente debidas a la fermentación, estimándose que no debieron superar, de promedio, el 5-8% de la materia seca ensilada.

Los valores medios de MS de las muestras tomadas con sonda en las rotopacas antes de su apertura oscilaron entre 29.3 y 49.9% (valor medio 39.7%) y los de pH entre 4.17 y 5.15 (valor medio 4.61). Ninguna muestra superó el pH de 5.5, marcado cómo límite para la proliferación de listeria.

El ensayos de alimentación se desarrollaron de forma satisfactoria, siendo muy bien consumida la ración por el ganado sin observarse problemas derivados del uso de los forrajes presecados como henolaje. En el cuadro siguiente se muestran los valores medios de las analíticas de las muestras de rotopacas procedentes de los diversos cortes y especies pratenses.

Materia seca, pH y valor nutricional de muestras de rotopacas de henolaje :

FENOLAXE CIAM 2

Los valores medios de ingestión voluntaria de MS, la producción diaria de sólidos (grasa y proteína) y la producción de leche (ajustada al 3.5 % de grasa) en el ensayo de alimentación fueron ligeramente superiores para las raciones basadas en henolaje de leguminosas pratenses, comparadas con la de raigrás inglés, tal y como se indica en la siguiente tabla.

Resultados del ensayo de alimentación de vacas de leche con henolaje de raigrás inglés y con trébol violeta:

FENOLAXE CIAM 3

Como puntos a destacar se indican:

a) Una satisfactoria conservación de las rotopacas de henolaje en todos los casos.

b) Alta digestibilidad y bajo contenido en proteína del henolaje de raigrás inglés.

c) El alto contenido en proteína y digestibilidad media del henolaje de trébol violeta.

d) Un rendimiento ligeramente superior para las vacas que consumieron la ración con henolaje de leguminosas.

Los resultados sirven, adicionalmente, para poner en evidencia la necesidad de analizar las muestras de forraje a fin de realizar un correcto racionamiento del ganado, dada la variabilidad del valor nutricional del forraje dependiendo del tipo de hierba, la fecha de corte y las condiciones de ensilado.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Solicitamos su permiso para obtener datos estadísticos de su navegación en esta web, en cumplimiento del Real Decreto-ley 13/2012. Si continúa navegando consideramos que acepta el uso de cookies. OK | Más información