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El precio de la miel, un producto con una creciente demanda a nivel internacional, puede variar más de un 300% según el tipo de miel y el país de origen. En concreto, va desde los 1,30 euros el kilo a que se cotiza de media la miel de China a los 23,50 euros el kilo de la miel de Nueva Zelanda, la famosa “miel de manuka” certificada y con propiedades antibacterianas específicas.
Así se pone de manifesto en el último informe de la Comisión Europea sobre el mercado internacional de la miel. En concreto, el precio medio de la miel importada por la UE en el año 2018 fue de 2,17 euros el kilo, situándose las de mayor valor en Nueva Zelanda (23,54 euros), y ya a mucha distancia Turquía (3,87 euros), Serbia (3,74 euros) y Brasil (3,34 euros). En el lado opuesto, los precios más bajos de las mieles importadas correspondieron a las de China (1,30 euros el kilo), Vietnam (1,43) y Ukrania (1,83 euros).
El precio de la miel en la Unión Europea: Desde los 10 euros el kilo que cobra un apicultor del Reino Unido a los 1,82 euros que percibe en Rumanía
En cuanto a laos precios en los países de la Unión Europea, los precios medios a los que suelen comprar la miel los mayoristas que acopian el producto a los apicultores se situó en 2018 en una media de 3,79 euros el kilo.
Sin embargo, existen importantes diferencias: mientras que un apicultor británico vende la miel de media a 10 euros el quilo, o un belga a 9 euros, en Rumanía el precio medio es de 1,82 euros el kilo, y en España es de 3,20 euros.
Al llegar al consumidor y pasar por distintos intermediarios este precio se duplica: 6,46 euros de media en la UE, pero con una variación que va desde los casi 20 euros el kilo de miel que paga un consumidor de Irlanda, o los 15 euros por los que se vende en Reino Unido u Holanda, a los 6,50 que se vende en España y a los 2,25 euros que cuesta de media un kilo de miel en Rumanía.
