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Iniciamos una serie informativa sobre las fichas que elaboró el Centro de Investigaciones Agrarias de Mabegondo (CIAM) sobre los cultivos alternativos para cumplir con el pago verde que establece la PAC.
Calendario de siembra y de cosecha:
El girasol se recomienda sembrar a partir de finales de mayo y hasta mediados de junio. La época de cosecha es desde comienzos de septiembre y hasta mediados de octubre.
Requerimientos de suelo, enmiendas y fertilización:
Admite una amplia gama de suelos, si bien prefiere los arcillo-arenáceos, profundos, permeables y ricos en materia orgánica. Deben evitarse los suelos demasiado pesados, salinos o pedregosos, así como los de PH demasiado ácidos.
Dado que prefieren los suelos de PH ligeramente ácidos a neutros, sería necesario hacer una enmienda caliza en función de la analítica de los suelos. Para las dosis de encalado se recomienda consultar el díptico «La fertilización de los cultivos».
El cultivo no es demasiado exigente en fertilización, siendo suficiente aportar en terrenos de fertilidad media unos 50-80 kg de N, 30-50 de óxido de fósforo y de 90 a 120 kg de óxido de potasio por hectárea. Pueden ser aportados de fondo.
Estas necesidades pueden ser cubiertas incorporando al terreno unos 30-40 metros cúbicos por hectárea de purín de vacuno de calidad media antes de la siembra.
Variedades:
Las variedades que se comercializan oficialmente son híbridos. La mayoría de ellas fueron desarrolladas para la obtención de aceite, coexistiendo las de tipo convencional (ricas en ácido oleico) y las de alto oleicas (ricas en oleico). En el marco de la mejora genética no transgénica actualmente se desarrollaron dos tipos de variedades tolerantes a herbicidas:
IMI o Clearfield: son resistentes a la materia activa «imazamox», aplicado en post-emergencia del girasol (estado de 2 a 4 pares de hojas), produciendo un buen control sobre hierbas de hoja ancha de difícil eliminación, como el Xantium spp. y la Datura spp.
La dosis aplicada es de 1 litro por hectárea de Imazamox al 4% (Pulsar 40) +0,1% de mojante no iónico. El principal problema que presenta su uso es la persistencia en el suelo, no pudiendo sembrarse colza al año siguiente y, dependiendo de las precipitaciones, puede ocasionar problemas en el nacimiento del cereal de otoño. Como cultivos siguientes en la alternativa, no podrá sembrarse ni remolacha ni colza, debiendo respetar un plazo de 4 meses para el trigo, cebada, avena y girasol no IMI y 9 meses para la siembra de maíz y patatas.
Variedad SULFO o Express. Son resistentes a la materia activa «tibenuron metil» (Sulfonilurea), aplicado en post-emergencia. La dosis es de 35 gramos por hectárea de Tibenurón Metil al 50% (Granstar 50 SX) +0,1% de mojante no iónico. Es menos efectivo que la tecnología IMI en cuanto al espectro de acción pero menos persistente.
Preparación del suelo y siembra:
Profundidad de laboreo:
Conviene una labor algo más profunda que en el maíz, ya que su sistema radicular tiene mayor capacidad de exploración. Si es necesario, se dará un pase de subsolador.
Siembra:
Dado su corto ciclo, se recomienda sembrar a finales de mayo o primeros de junio para ser cosechado en septiembre. Sin embargo, en terrenos frescos de la zona atlántica de Galicia podría hacerse una siembra más tardía a finales de junio, cuyo éxito dependerá de que haya precipitaciones a comienzos del verano durante la germinación y establecimiento del cultivo.
La dosis de semillas será de 80.000 plantas por hectárea, aproximadamente, esperando conseguir 60/ 70.000 plantas de densidad final una vez establecido el cultivo. El marco de plantación es similar al del maíz: de 70 a 80 centímetros entre líneas.
La siembra se hará con sembradora monogran con plato para girasol, semejante al del maíz pero con el diámetro del agujero algo más pequeño, de 2,5 mm.
La profundidad de la siembra vendrá condicionada por la temperatura, humedad y tipo de suelo. En lugares con humedad suficiente la profundidad puede ser de 4 a 6 cm y con suelo seco iría a 7-9 centímetros.
Existen diversas materias activas de herbicidas autorizadas para girasol, tanto en pre-sembrado, como en pre-emergencia y post-emergencia, siendo las más utilizadas las pertenecientes a las familias de la urea, y dinitroanilina, y piridinona en pre-emergencia.
En el caso de emplear la variedad IMI, se empleará sus herbicidas recomendados.
Manejo fitosanitario:
El girasol puede ser atacado por gusanos del suelo, tales como el gusano del alambre (Agriotes) y gusano gris (Agrotis), por el que los métodos de lucha serán los mismos que en el maíz.
Cultivos precedentes como guisantes, judías, lino y colza favorecen la lucha contra los gusanos de alambre.
Las infecciones de mildiu causan más daño en las etapas iniciales del cultivo. Existen híbridos resistentes a algunas de las razas de esta enfermedad. El hongo permanece en el suelo siendo imposible de erradicar una vez establecido en la zona.
En nuestras condiciones climáticas no se observaron afecciones importantes por oídio, que sólo afectaron a hojas senescentes, no suponiendo menguas en la producción.
Otras enfermedades ocasionadas por hongos que se conservan en el suelo y pueden afectar al girasol son la podredumbre carnosa y la podredumbre algodonosa.
Cosecha, rendimiento y valor nutritivo
Los resultados de los ensayos más recientes realizados en el CIAM, muestran las ventajas de cosechar la planta de girasol en la semana 4 a 5 tras la floración.
En la siguiente tabla se resumen los resultados del valor nutricional obtenidos en el CIAM en diferentes ensayos y cuando la cosecha se realizó en el momento indicado anteriormente:
