Cooperativa San Cidre: apuesta por la raza Rubia Gallega y por la venta directa

Situada en el ayuntamiento lugués de Abadín, esta agrupación de productores fue pionera de la venta directa y a través de internet de carne de raza Rubia Gallega. Hablamos con Jorge Carracedo Vázquez, su presidente, del futuro del sector en una zona de media montaña como esta.

Cooperativa San Cidre: apuesta por la raza Rubia Gallega y por la venta directa

Quedamos con Jorge Carracedo en Tibián, en la parroquia de Labrada, donde tiene 40 cabezas de ganado de raza Rubia Gallega. Nada más comenzar a hablar con él uno ya se da cuenta de que es una persona activa, luchadora y entusiasta del mundo rural y el sector agrario. Es el presidente de la cooperativa San Cidre desde su creación y uno de los que lucha por que no desaparezca 20 años después.

Pionera en muchas cosas, San Cidre nació como asociación de productores de leche hace 20 años para vender en conjunto. “Llegamos a ser 72 productores de leche pero poco a poco fuimos quedando sin la actividad principal, que era la venta de leche, así que a medida que muchos de los socios dejaban las vacas de leche para pasarse a la carne, dimos entrada también a productores de carne en la cooperativa y fuimos reenfocando poco a poco su actividad hacia este sector”, cuenta Jorge.

En esta zona de media montaña del ayuntamiento de Abadín, con muchas explotaciones pero muy pequeñas, el hecho de que una buena parte de ellas tuvieran que comprar cuota para poder producir leche hizo que muchas optaran por pasarse a la carne. “Hoy en la parroquia de Labrada solo queda una explotación de leche, en Fanoi y en Candia ninguna y en Romariz 2 o 3, pero todas muy pequeñas”, relata.

San Cidre se transformó en cooperativa hace más de 10 años. Fue la primera entidad sin ánimo de lucro que dio el paso, recuerda Jorge, que recuerda que “el papeleo nos llevó mucho tiempo”. Llegó a tener 90 socios, de los que ahora solo quedan 32, básicamente del ayuntamiento de Abadín, y alguno de Mondoñedo y Alfoz. Pero no son suficientes para sustentar la cooperativa. “Al desaparecer la leche como actividad principal, la carne no es suficiente para mantener una estructura empresarial. Llegamos a tener 2 o 3 empleados, ahora no tenemos ninguno, y un economato y una tienda de fitosanitarios en Abadín, cerrados desde hace dos años”, explica.

Fueron pioneros en la venta directa al consumidor a través de Internet

La cooperativa San Cidre es socia de Os Irmandiños, a través de la cual compran el pienso y venden los terneros que no sacrifican y comercializan directamente. “Irmandiños nos soluciona muchos problemas de los que nos habían llevado a crear San Cidre en su momento, así que no tenemos la necesidad acuciante de mantener esa estructura que teníamos porque tenemos las necesidades cubiertas por Irmandiños”, dice Jorge, que explica que “San Cidre mantiene hoy por hoy como actividad residual el servicio de venta directa de carne al consumidor, que es algo que no ofrece Irmandiños”.

Este fue, de hecho, uno de los servicios novedosos que San Cidre creó en su momento, vendiendo animales enteros recién sacrificados o medias canales a carnicerías o restaurantes e ideando un sistema de lotes de carne de 10 kilos enfocado a casas particulares. “La venta directa fue una experiencia muy bonita y original. De hecho, cuando creamos la página web para vender a través de ella fuimos absolutamente pioneros”, recuerda Jorge. Cuentan con un registro sanitario y con una furgoneta isotermo para el reparto dentro de Galicia, que hace directamente la cooperativa “sobre todo por el trato directo con la gente, para vernos cara a cara con el cliente y hablar con él”, justifica su presidente. El resto de pedidos los envían por mensajería pero los portes son considerables (18 euros por 10 kilos de carne) por el tipo de mercancía y las condiciones de transporte necesarias.

La mayor parte de la carne va para fuera, sobre todo para hoteles y restaurantes de Cataluña y el Levante

La mayor parte de la carne va para fuera, sobre todo para hoteles y restaurantes de Cataluña y el Levante, aunque también tienen clientes particulares en País Vasco, Andalucía o Madrid. Toda la carne que comercializan es Ternera Gallega Suprema e incluso uno de los socios de la cooperativa, de Fanoi, es productor en ecológico.

Sin embargo, Jorge reconoce que “el consumidor no está acostumbrado a la venta directa aun hoy en día y lo habitual es ir comprar la carne a la carnicería”. Otro de los condicionantes que reduce la capacidad de venta de San Cidre es el hecho de no tener sala de despiece, lo que los obliga a solo poder atender pedidos grandes. Para el resto de solicitudes, se ven obligados a comprar en una carnicería al corte y luego enviar.

“Producir es fácil pero invertimos poco en vender y comercializar”

Todos estos factores hacen que la cooperativa esté repensando el servicio de venta directa, que se mantiene por el trabajo desinteresado de personas como Jorge, que sigue convencido de la necesidad de que los productores articulen medidas como esta. “Producir es relativamente fácil, pero invertimos poco en vender y comercializar, así que lo que producimos acabamos derivándolo siempre a un tercero, sea un tratante, un matadero, una carnicería, en vez de quedar nosotros, los productores, con ese valor”, argumenta.

Por ese convencimiento, Jorge es el primero en apuntarse a todas las iniciativas que surgen en este campo, como Granxa Familiar (http://www.granxafamiliar.com/nosasgranxas/es_granxa.php?granja=50), auspiciada por la Universidad de Santiago de Compostela para conectar directamente a productores y consumidores, y de la que también forma parte.

Los bajos precios de venta en origen también es un mal que afecta a los productores de carne. A esto se añade el descenso de consumo de vacuno por la crisis y un aumento de la producción, un círculo vicioso del que es difícil salir. “Igual que pasa con la leche, los precios que cobramos cuando vendemos un becerro llevan estancados muchos años y sin embargo los costes de producción se dispararon. Eso te obliga a producir mucho más porque los márgenes son muy pequeños y eso produce saturación en el mercado, que a su vez provoca precios bajos”, resume Jorge.

En este sentido, explica que “al mismo tiempo que en los últimos años se produjo un descenso en el consumo de carne de vacuno, la producción aumentó porque la crisis en los precios de la leche provocó que hubiera productores de leche que se pasaran a la carne y otros que decidieron inseminar sus vacas de leche con razas cárnicas pasa sacar más por la venta de los novillos que no son destinados a recría”.

El cierre de Artesanos Gallegos de la Carne hace que haya un monopolio de Nova Frigsa

Para productores como Jorge fue también un problema añadido el cierre de las instalaciones de Artesanos Gallegos de lana Carne, ubicada en Castro y de la que los productores participaban a través de Artesáns Gandeiros. “Ya lo estamos notando en los precios, hoy por hoy hay monopolio porque todo va para Nova Frigsa, no tienes escapatoria”, dice.

El valor del monte comunal

Vacas da cooperativa San Cidre

Vacas de la cooperativa San Cidre

La parroquia de Labrada es una zona de producción extensiva muy respetuosa con el medioambiene que cuenta con dos características diferenciadoras. La primera es ser una zona de media montaña, con más de 650 metros de altitud sobre el nivel del mar y ubicada una parte dentro de la Red Natura Serra del Xistral. La segunda característica propia es que la parroquia de Labrada suma 2.000 hectáreas de monte comunal. Una cuarta parte está plantada a pinos desde los primeros planes de forestación del franquismo, y hay un plan de ordenación cuya gestión depende únicamente de la Comunidad de Montes desde que decidieron desconveniar con la Administración.

En la zona de monte raso hay caballos y vacas y cada uno de los cinco barrios que tiene la parroquia cuenta con su propio pastizal y lo gestionan cómo quieren los vecinos de ese barrio. Unos lo siegan y reparten los rollos de silo o de hierba seca y otros lo pastorean con ganado comunitario. El monte comunal supone una base territorial muy importante para las explotaciones de la zona, ya que para la PAC, por ejemplo, supone un promedio de 30 hectáreas por vecino, la mayoría declaradas como pasto arbustivo.

“Las ayudas de la PAC son un complemento fundamental para explotaciones pequeñas como la nuestra, si no cobráramos las ayudas europeas habrían desaparecido ya muchos productores en una zona como esta”, opina Jorge. También reconoce un “grave problema de envejecimiento y falta de relevo generacional”. Y es que de los 32 socios actuales de San Cidre la mitad supera ya los 60 años de edad y está, por lo tanto, próximo a la jubilación.

Casa do Carracedo compatibiliza leche y carne

La explotación familiar de Jorge compatibiliza la producción de carne con la de leche. Además de las 40 cabezas de Rubia Gallega que Jorge tiene en Tibián, de las que 13 están en el monte comunal, y el resto en 20 hectáreas propias, su mujer Henar Román es titular de una explotación de leche en Cordal, también perteneciente a Labrada. Tiene 28 cabezas frisonas que producen unos 220.000 kilos de leche y que también están en extensivo a pastoreo en una superficie de 15 hectáreas propias, más otras 25 de monte comunal pertenecientes a la Comunidad de la que Henar es la presidenta.

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Solicitamos su permiso para obtener datos estadísticos de su navegación en esta web, en cumplimiento del Real Decreto-ley 13/2012. Si continúa navegando consideramos que acepta el uso de cookies. OK | Más información