Consejos para la compra de planta de vid

Encontrar planta de vid con garantías y que se ajuste a las necesidades del viticultor no es tarea fácil en Galicia. En este artículo, Francisco Rego, técnico de la Estación de Viticultura y Enología de Galicia (EVEGA) hace unas recomendaciones a la hora de conseguir planta de vid de calidad.

Publicidade
Consejos para la compra de planta de vid

Planta de vid de vivero injertada. Autor: Asociación Nacional de Viveros de Vid.

Conocido por parte del viticultor el número de majuelos que necesita para la próxima campaña, resultante de la suma de los debidos a marras anuales y de los correspondientes a replantaciones de parcelas arrancadas, es precisamente en estas fechas cuando debe entrar en comunicación con los viveros para consultar sobre las existencias a efectos de realizar las encargas pertinentes Con unos meses por medio, cualquier imprevisto que surja será más fácil de resolver.

Hay viticultores que vienen estableciendo acuerdos estables con los viveristas, campaña tras campaña, mediante la entrega de sarmientos escogidos en sus viñas y/o en la zona. Aun así, una visita a las instalaciones de los viveros, por ejemplo en estas fechas, para comprobar in situ el aspecto de las plantas encargadas y de paso intercambiar opiniones, será de gran provecho para ambas partes.

La ralentización en la actividad, propia de este período, lo hace ideal para reflexionar sobre la marcha de la actividad tanto en la campaña que está finalizando como en las anteriores, hacia la viabilidad de emprender nuevas acciones y/o inversiones, con el fin de mejorar la gestión y los resultados futuros.

 “Un viticultor nunca deberá resignarse a plantar únicamente en función de las existencias de los viveros”

Un viticultor profesional, según va renovando las parcelas, debe tener claro que tipo de viticultura le conviene y que variedades va a elegir. Deberá conocer sus viñas palmo a palmo, así como las combinaciones bravo/manso idóneas para cada rincón.

Con todo esto bien discernido, y tal y como antes se dijo, en estas fechas es el momento idóneo para que el viticultor contacte con los viveristas, hasta encontrar los que dispongan del material vegetal que él necesita.

Un viticultor nunca deberá resignarse a plantar únicamente en función de las existencias de los viveros. Sólo deberá aceptar cuándo exista coincidencia de un 100% entre lo que él quiere y lo que el mercado oferta. Cuando no es así, tendrá que buscar alternativas. Por ejemplo, comprarle a los viveristas sólo aquella parte del material vegetal que coincida con el que él necesita.

Para lo cual le falte, una solución podría estar en plantar los bravos mejor acomodados a cada parcela y injertarlos para cuando sirvan (que viene siendo pasados uno o dos años) con las púas de las variedades que le interesan y que no pudo encontrar en el mercado.

Por desgracia. cada vez son menos, pero aún quedan algunos buenos injertadores en Galicia. Los viticultores de zonas rayanas con Portual también los pueden encontrar en el país vecino.

“No es cierto que plantar bravos e injertar sea un retraso de tiempo”

Existe la creencia, sobre todo por parte de los viticultores más jóvenes, de que plantar bravos e injertar después supone un retraso en el tiempo. No es cierto. Eso sí, siempre y cuando se den dos condiciones. Una, que el terreno se acondicione  igual de bien que cuando se planta vid injertada. Otra, que lel injertotenga un número de fallos reducido, para lo cual tendrán que ver el año y, en gran medida, la pericia de los injertadores.

Aunque se esperara dos años para injertar en campo, mientras tanto el patrón está desarrollando su sistema radicular en el suelo. Si el injerto sale bien, la pérdida de tiempo no existe. Esto no obsta para reconocer que cuándo se trate de plantaciones de grandes superficies y habida cuenta de la citada escasez de profesionales, el injerto en el campo resulte cada vez más inviable.

Otra salida para el viticultor que no encuentra lo que busca sería enviar la madera de las variedades que él precisa a un vivero para que se la injerte. Claro que de este modo retrasa un año. Con una  esmerada preparación del terreno, seguida de una atención continua al suelo durante el período de espera,  se mejoran las garantías de éxito de la plantación. Compensando, siquiera parcialmente, la demora.

“Un buen profesional no regatea la planta en cualquier feria de fin de temporada”

No siendo por circunstancias de fuerza mayor, nunca se deberá esperar al último momento para hacer la compra de planta. Comprometer la viabilidad de una viña yendo a cualquier feria de fin de temporada para ponerse a regatear en la búsqueda de los desechos que queden no es propio de un buen profesional.

Una preparación a fondo del terreno. La elección de la mejor combinación variedad/portainjerto y de los diseños más adecuados para cada terroir van a ser los pilares para la buena marcha de un conjunto de plantas que, en su condición de leñosas, van a permanecer varias décadas en el mismo sitio.

Es necesario estudiar muy bien los diseños geométricos de las nuevas plantaciones, intentando cometer los menores errores posibles, porque en el futuro va a ser muy complicado, cuando no imposible, arreglarlos.

El viverista debe cumplir con el deber de presentar un material sano y bien criado, que ya no es poco. Aunque bueno y necesario, con esto no llega.

Vid injertada

Planta de vid injertada

En los últimos tiempos, amparados en la normativa europea, muchos viveros acortaron las longitudes de la estaca de bravo. Este hecho, unido a la conveniencia de que el nivel de la herida del injerto quede un poco por encima del del suelo, deriva en que las raíces de las vides van a quedar superficiales de más, a merced de los rigores del verano. Para terrenos frescos, como son los de las viticulturas europeas más norteñas o algunas de nuestras tierras de valles puede que llegue bien una estaca corta, pero para muchas laderas gallegas tostadas por el sol bien seguro que no, y de hecho ha habido muchos fracasos.

Volvemos al razonamiento de antes. Debe ser el viticultor, porque es él quien mejor conoce cada una de las sus viñas, el que indique al viverista las medidas de estaca que considera adecuadas para cada una de sus parcelas y no al contrario. Contra su experiencia, no sirven lecciones generales de quien en muchos casos ni siquiera pisó nunca sus parcelas.

“Debe ser el viticultor quien indique al viverista las medidas de estaca que precisa”

Algo parecido ha pasado con las vides en pot, que generalmente se vienen plantando en los inicios del verano. Las que he visto eran de estaca bastante corta. Este no es el único problema. Conocí éxitos y fracasos, concretamente en O Ribeiro. Básicamente en función de que los viticultores dispusieran o no de agua bastante como para regarlas con generosidad a lo largo del verano. Cuando no se pudieron regar o se regaron poco, la mayoría de las vides en pot finalizaron secando.

Es verdad que los mesoclimas vitícolas gallegos varían, incluso las condiciones de humedad entre parcelas muy cercanas. También es cierto que ha habido acusadas diferencias entre los veranos, pero plantar en pot sin garantía de poder regar es jugar con el dinero. Existe la opción de plantar los pots en otoño . Es mucho menos arriesgada, pero la planta se encarece y la conveniencia o no estará en la comparación de costes con las plantas de vid a raíz desnuda.

Una variedad que no se adapte a un determinado terroir, o las combinaciones variedad/bravo inapropiadas, va a resultar un fracaso, a pagar año tras año.

La EVEGA está al servicio del sector para asesorarlo en la plantación

El viticultor debe valerse de su propia experiencia profesional y también, sobre todo cuando es nuevo en el oficio, de la de sus vecinos viticultores, especialmente los más veteranos. Conocen los terroirs mejor que nadie. Tal vez no le puedan dar toda la información que necesita cuándo lo que pretende es plantar variedades minoritarias, recién recuperadas. Pero aún con esta limitación, haciendo composición de lugar bien seguro que el su saber le será de gran utilidad.

La EVEGA y demás servicios de la Xunta relacionados con la viticultura están al servicio del sector asesorando y aportando toda la información disponible al respeto.

La importancia de las variedades autóctonas

El declive de las variedades autóctonas fue tal que en su inmensa mayoría estuvieron al borde de la extinción durante muchas décadas, período que por encima coincidió con el éxodo de gente del campo a la emigración y para las ciudades.

Esta fatal coincidencia dio lugar a roturas en la transmisión intergeneracional de unos valiosísimos conocimientos milenarios. Como consecuencia, las variedades autóctonas se fueron convirtiendo en desconocidas en las mismas zonas donde desde siempre habían estado.

Algunas se perderían para siempre jamás, otras se recuperaron. Esta recuperación, relativamente reciente y que continúa a día de hoy, es un hecho feliz, que supone la necesidad de dedicarles tiempo, de realizar muchas pesquisas, para volver a disponer del saber que sobre ellas se perdió.

Para más complicación, la necesidad de injertar la vid europea por culpa de la philloxera se remonta a poco más de un ciento de años. La búsqueda de los mejores encuadres variedades/portainjertos/terroirs continúa a ser objeto de investigación en todas las zonas vitícolas europeas y por supuesto en las gallegas, donde la acidez de la mayoría de sus terrenos particulariza el problema.

El gran número de variedades recuperadas junto con las que se siguen encontrando en Galicia es una suerte, una lotería, una herencia de la selección hecha a lo largo de siglos por los ancestros.

Se han recuperado conocimientos sobre las cualidades de unas pocas, y se sigue trabajando con las restantes. Sus vinos, sean monovarietales o resultantes de combinaciones varias, son y serán valores de diversidad y de diferenciación, capitales habida cuenta las peculiaridades de nuestras viticulturas.

Reflexiones necesarias, propias de la estación otoñal.

Francisco Rego Martínez

Técnico de viticultura en la Estación de Viticultura y Enología de Galicia (EVEGA), en Leiro-Ourense, desde el año 1994.

2 ideas sobre “Consejos para la compra de planta de vid

  1. Jose Manuel

    Queria comprar unas 100 plantas de Mencia, zona de Santiago de Compostela , a qien puedo dirigirme???? gracias..

    Contestar
    • campogalego

      Hola José Manuel:

      Aconsélloche que chames á EVEGA ao 988 788 085 e preguntes por Francisco Rego. El hate aconsellar ben. Tamén lle podes escribir a [email protected]

      Calquera dúbida ponte en contactos con nós.

      Saúdos

      Contestar

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Solicitamos su permiso para obtener datos estadísticos de su navegación en esta web, en cumplimiento del Real Decreto-ley 13/2012. Si continúa navegando consideramos que acepta el uso de cookies. OK | Más información