Connory Farm: Retrato de una granja media de vacuno de leche en Irlanda

Connory Farm es una ganadería de vacuno de leche del sur de Irlanda que también hace el cebo de los terneros, todo en base a hierba. Conocemos como trabajan

Connory Farm: Retrato de una granja media de vacuno de leche en Irlanda

Shane, Uxía y Michael en el establo, donde permanecen las vacas desde diciembre a marzo

Connory Farm es una ganadería de vacuno de leche situada en Ballylanders, una pequeña localidad del condado de Limerick, en el sur de Irlanda, donde se concentra la producción láctea de este país que en  70.000 kilómetros cuadrados produce nada menos que 7,5 millones de toneladas de leche, todo en base a pastoreo y con perspectivas de seguir creciendo.

Visitamos esta granja donde está realizando prácticas durante dos meses Uxía Seoane Fernández, una joven de Arteixo que estudia en el Centro de Promoción Rural EFA-Fonteboa y que realiza esta estancia de formación gracias al programa europeo Erasmus Jóvenes Ganaderos.

Esta granja es propiedad de Michael Connory, un ganadero de 66 años, que el próximo año espera cederle el testimonio a su hijo Shane, de 33, que lleva ya varios años incorporado en esta ganadería familiar.

Cuentan con 340 animales en total, de los que 110 son vacas en ordeño, otros 100 son becerros que ceban para la venta, y el resto novillas, vacas secas, terneras y 3 toros de la raza Aberdeen Angus.

Esta granja representa la ganadería familiar media de Irlanda: el pasto es la base de la alimentación de las vacas desde marzo a octubre, y durante los meses de invierno las alimentan con silo de hierba de sus praderas y remolacha picada, una ración barata y compensada entre energía, proteína y fibra, que también les sirve de base para cebar los terneros.

Tienen una tasa de reposición del 12% con un promedio de 6 partos por vaca

El sistema de pastoreo en extensivo por el que optaron en Connory Farm, al igual que en casi todas las granjas de Irlanda, les permite tener unos costes de recría muy bajos. “Cada año incorporamos entre 20 y 25 novillas, que le compramos a otro ganadero ya criadas porque nos sale mejor. De esta forma, y dependiendo del año, nuestro porcentaje de reposición está entre lo 10 y el 12%”, explica Michael Connory.

En cuanto a la raza, desde hace 50 años en esta granja trabajan sólo con la British Frisian. “Son vacas con muy buena salud, que aguantan mucho más, con promedios de 6 partos por vaca, y con un peso medio de 600 kilos por vaca. Es una raza muy rústica y muy adaptada a nuestras condiciones”, destaca este ganadero.

La producción media por vaca en esta granja es de 6.000 litros de leche al año, en lactaciones de 295 días, y con unas medidas de calidades de la leche de 4,2% de grasa y 3,6% de proteína.

En Connory Farm le venden la leche a la cooperativa Dairy Gold, a un precio base de 32 céntimos por litro en este momento y que fluctúa según las cotizaciones internacionales del queso cheddar y de la mantequilla, productos en los que se transforma alrededor del 90% de la leche producida en el país. “Con las primas por grasa y proteína estamos cobrando ahora a unos 35 céntimos por litro”, explica Michael.

Para seguir manteniendo unos costes de producción bajos en Connory Farm limitan el pienso en la ración, con un promedio de 6 kilos por vaca y día cuando están estabuladas durante los meses de invierno, antes y después del parto, pero cuando salen al pasto baja a 3 kilos por vaca y día. “Es decir, damos alrededor de 1.000 kilos de pienso por vaca y lactación, o lo que es lo mismo unos 170 gramos por litro de leche”, detalla

La tierra: el principal limitante para crecer

En cuanto a la base territorial, lo que aquí conocen cómo “milk platform”, cuentan con unas 100 hectáreas, de las que 40 están alrededor del establo. Tienen 70 en propiedad y 30 arrendadas, a un precio medio de unos 350 euros la hectárea, un alquiler que en los últimos años subió debido a la fuerte demanda.

 “Nuestra estrategia es aumentar todo lo que podamos nuestra base territorial”

Desde el fin de las cuotas en el 2015 la producción de leche de Connory Farm creció un 20% y su objetivo para este año es mantener la producción estable. ”Ahora tenemos una carga ganadera de unos 3 animales por hectárea, y no podemos tener más vacas y más producción de leche que lo que permite nuestra base territorial, por lo que en este momento no es posible aumentarla”, reconoce Michael.

En este sentido, la estrategia de esta granja para los próximos años es comprar toda la tierra que puedan para incrementar su producción láctea. “No tenemos previsto hacer grandes inversiones en instalaciones o en maquinaria -cuentan con un carro mezclador y con 3 tractores-, pero sí en nuestra milk platform”, subraya.

Precios de los terneros a la baja debido al Brexit

Alrededor del 70% de los ingresos de Connory Farm proceden de la venta de leche, mientras que sobre el 20% procede de la venta de los becerros que ceban y de las ayudas de la PAC perciben unos 20.000 euros al año.

Todas las vacas las inseminan con Aberdeen Angus, una raza de la que Michael destaca su “buen temperamento, carácter dócil y fácil parto para las vacas”.

Venden un promedio de 100 becerros cebados al año, con un peso que ronda los 340 kilos y una edad de alrededor de 14 meses. Los ceban con silo de hierba de sus praderas, pienso y remolacha que compran a agricultores locales. En el final de la ceba la ración está compuesta por unos 2 kilos de pienso y 24 kilos de silo de hierba por animal y día. Es decir, una alimentación de bajo coste que les permite sacar todo el provecho de sus praderas.

“Debido al Brexit el precio de los terneros se desplomó y está en unos 2,2 euros el kilo”

Sin embargo, la venta de los becerros es la principal preocupación para los Connory, al igual que para miles de ganaderos irlandeses. “Nos preocupa mucho el Brexit porque la mayor parte de nuestras exportaciones de vacuno de carne, sobre el 60%, van para el Reino Unido y con la incertidumbre de lo que va a pasar los precios están por el suelo en los últimos meses. Ahora mismo los estamos cobrando a 2,2 euros el kilo, o lo que es lo mismo unos 740 euros por novillo, unos 100 euros menos que hace un año”, explica Michael.

A pesar de las dificultades, y próximo a su jubilación, este ganadero se muestra orgulloso de haber elegido esta profesión. “Estoy muy orgulloso de ser ganadero y me siento valorado por la sociedad. Es muy importante también que los padres estén orgullosos de su trabajo para que haya relevo en una granja. A mi hijo Shane le encanta la ganadería y va a ser un gran profesional”, concluye.

Vacas Bristish Frisian de esta granja: 

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Terneros de la raza Angus que ceban en la propia granja: 

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Novillos: 

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Bueyes de la raza Angus: 

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La ración de las vacas en invierno es con silo de hierba, remolacha picada y pienso: 

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