«Con la venta directa conseguimos hasta un 30% más de valor»

Beealia es un grupo de nuevos ganaderos- La Cabreta y Veiga de Luaces– situados en el ayuntamiento de Pol, en la provincia de Lugo, en Terras do Miño, que desde el 2007 vienen apostando por la producción de cabrito y cordero de calidad. Sus ganaderías se caracterizan por el aprovechamiento de los pastos, el bienestar de los animales y el respeto por el contorno.

Ante la realidad de la falta de estructura en la ganadería de ovino y caprino en Galicia, “en manos de tratantes que no pagan más por la carne de calidad”, en 2010 decidieron dar el paso de comercializar directamente su carne a través de Beealia, una plataforma de Internet a través de la cual el cliente puede hacer su pedido y se le envía a domicilio. La experiencia fue tan positiva que ahora ya están a punto de quitar un sello propio para identificar la carne de cordero y de cabrito de Galicia producido en extensivo, a base de leche y pasto.

Para hablar de todo esto entrevistamos a Joan Alibés, ganadero de La Cabreta y fundador de Beealia.

¿Como nació Beealia?
Los ganaderos integrantes de Beealia nos conocíamos de la universidad y arrancamos cada uno por nuestro lado con la ganadería pero con ideas semejantes en cuanto al manejo y el tipo de ganadería en extensivo.

La otra circunstancia que nos llevó a organizarnos fue que veíamos que en el mercado el tratante de turno no valoraba nuestra carne de calidad, tratando nuestro ganado como un genérico más.

A mayores, veíamos que en Galicia el mercado de ganado caprino y ovino está desestructurado y quien manda es el tratante, que te transmite que te está haciendo un favor viniendo a comprarte los cabritos y los corderos. Es decir, como ganadero estás vendido.

«En Galicia el sector está desestruturado y el ganadero está vendido al tratante»

Por último, veíamos como el mercado está muy desestructurado también en cuanto al producto que se oferta, con corderos muy dispares en cuanto a peso y tamaño.

Todo eso los llevó a intentar comercializar nosotros mismos nuestra carne.

¿Cuando empezasteis a poner en marcha esa idea?
Empezamos en el año 2010. Previamente, en el año 2009, empezó nuestra ganadería, La Cabreta, y en el 2007 ya había empezado Veiga de Luaces, la otra ganadería de Beealia.

¿Y como valoráis la experiencia 5 años después?
Muy positivamente. Estamos vendiendo prácticamente la totalidad de nuestra producción a través de Beealia, pero nuestro objetivo no es solo comercializar los corderos y cabritos de nuestras dos ganaderías, sino que necesitamos más animales de más ganaderías. Es decir, conseguimos nuestro primero objetivo pero queremos seguir creciendo.

En cuanto a la respuesta de los clientes fue buena porque valoran conocer lo que come y de donde viene. Nuestra clientela busca una producción responsable, apoyar un proyecto y unos sistemas de producción sostenibles.

En ese sentido, nuestro trabajo en Beealia tiene mucho de comunicación y de transparencia. Nuestro limitante es el número de clientes. Por eso estamos creando una marca para nuestro producto que resuma todo lo que hacemos, estamos ultimando los detalles y la presentaremos próximamente.

«Vamos a quitar en breve una marca propia para el cordero y cabrito criado en extensivo»

¿En que consiste esta marca propia?
Así como se compra un lechazo con una Indicación Geográfica Protegida, el nuestro no será una IGP pero sí un sello privado de calidad extensible a todo aquel que tenga el mismo sistema de producción en extensivo basado en el pasto. En un principio nos limitamos a nuestra comarca, en el norte de la provincia de Lugo, pero todo depende de que el ganadero que se quiera acoger a nuestro sello utilice el mismo sistema de cría que nosotros.
En este momento, tenemos ya dos o tres ganaderos que están a la espera de incorporarse al proyecto.

¿Que diferencia a la carne que producís en Beealia?
Es una carne más saludable porque se alimenta a base de pasto verde, por lo que tiene un mejor perfil nutricional, con más ácidos grasos Omega 3. Además, es una carne sostenible, porque se produce mediante un sistema basado en el pastoreo y con muy poca cantidad de insumos externos, alimentándose los cabritos y corderos de leche materna y pasto. Y en tercer lugar, es una producción de cercanía, con un 95% de nuestras ventas en Galicia y alrededor de un 5% que vendemos fuera, fundamentalmente a Barcelona.

«Con la venta directa mejoramos el precio del cordero un 15% y el del cabrito un 30%»

¿Que diferencial de ganancia supone para vosotros comercializar directamente vuestra producción?
En el cordero conseguimos venderlo al máximo que nos podría pagar un tratante, lo que supone un 15% más de valor. En el caso de los cabritos estamos consiguiendo un 30% más de valor.

En definitiva, conseguimos valorizar nuestro producto y el hecho de llegar directamente al consumidor final hace que los márgenes de los intermediarios repercutan en el productor.

Durante el 2014 fuimos rodando el sistema de comercialización y ahora el paso que nos falta es producir más cantidad.

¿Cuáles fueron las principales trabas que os encontrasteis a la hora de vender directamente vuestro producto?
La primera dificultad es encontrar un matadero que te quiera sacrificar porque en Galicia están centrados en el vacuno y en el porcino. Casi que te están haciendo un favor por sacrificar un cabrito o un cordero.

Y cuando encontramos un matadero, los costes de sacrificio son entre un 50 y un 100% más caros que en Castilla, ya que el volumen es mucho menor.

Por otra parte, una vez que conseguimos llegar directamente al consumidor tenemos un problema de legislación. En España y en Galicia no tenemos legislación para productos alimentarios y transformaciones artesanales: si queremos tener una sala de despiece e instalaciones propias para sacrificio y venta tenemos que cumplir los mismos requisitos que un gran matadero, con lo que los costes son altísimos e inasumibles.

«La legislación en Galicia es enormemente restrictiva para que el ganadero pueda vender directamente su carne, su leche ou sus quesos»

Tenemos una legislación tremendamente restrictiva que es un obstáculo para que los ganaderos puedan vender directamente su carne, su leche o sus quesos. La Xunta lleva 8 años con un proyecto estancado, el Decreto de Artesanía Alimentaria, cuando la Unión Europea lo permite y hay países como Francia que son un referente para que los ganaderos transformen y vendan sus productos.

En Beealia conseguimos superar este obstáculo utilizando las instalaciones de un matadero, pero esto supone muchos obstáculos organizativos.

Joan Alibés en La Cabreta, a súa gandería no norte de Lugo.