¿Cómo mejorar la salud de la ubre con el manejo de las camas?

La investigadora Sandra Godden analiza distintas opciones para las camas del ganado con el objetivo de reducir los riesgos de infecciones en las ubres. La experta evalúa la eficacia de materiales tan dispares como la arena y los sólidos de estiércol reciclados

¿Cómo mejorar la salud de la ubre con el manejo de las camas?

La cama del ganado es uno de los focos de riesgo para enfermedades endémicas de la granja como los mamitis ambientales. Un manejo acertado puede ser clave para reducir la incidencia de patologías en los animales. “Es importante prestar atención a la cama ya que pasarán entre 12 a 14 horas al día acostadas en esta zona”, recuerda la veterinaria e investigadora de la Universidad de Minnesota (Estados Unidos), Sandra Godden.

La experta analizó los riesgos que suponen para la salud de la ubre algunas de las opciones más populares de las camas en las IX Jornadas de Vacuno de Leche, celebradas en Talavera de la Reina (Toledo). Las sesiones estuvieron organizadas por la firma Servet Talavera, cuyo director técnico es Luis Miguel Jiménez; y contaron con distintos expertos internacionales.

“Hay distintos tipos de cama que proporcionan una buena salud de la ubre, pese a tener inicialmente una elevada carga bacteriana”

A la hora de plantear estrategias para mejorar la salud de la ubre, Godden toma el recuento bacteriano de la cama (RBC) como uno de los indicadores básicos, al igual que ya hicieron numerosos estudios que evidencian esta relación. “Si el recuento bacteriano aumenta también se incrementa el riesgo de infección, pero aún así hay muchos más valores a tener en cuenta ya que hay distintos tipos de cama que ofrecen buenos resultados en cuanto a salud, pese a tener inicialmente una elevada carga bacteriana”, detalla la experta.

La elección del material

Una de las primeras cuestiones a valorar en el manejo de la cama es la elección del material, ya que de unos a otros la carga bacteriana puede variar mucho. Entre las opciones más populares se encuentran las camas de arena nueva, arena reciclada, serrín, paja o sólidos de estiércol reciclados, que fueron también las estudiadas por la experta.

“Generalmente, la arena virgen es la mejor opción para la salud de la ubre y los sólidos de estiércol la peor”

Una comparativa entre estos tipos de cama concreta que los recuentos coliformes más bajos se encuentran en las camas de arena nueva, mientras que los más altos pertenecen a las camas de sólidos de estiércol. “Generalmente, la arena virgen es la mejor opción para la salud de la ubre y los sólidos de estiércol la peor”, comenta la investigadora.

Sin embargo, Godden reconoce que hay una tremenda variación entre los resultados de los rebaños en la salud de la ubre, aunque utilicen el mismo tipo de camas. “No todos los rebaños que usan sólidos reciclados para sus camas tienen un alto recuento bacteriano o una pobre salud de la ubre, y lo mismo ocurre con las ganaderías que utilizan camas de arena: no todas tienen buenos resultados. Hay otros factores que influyen además de la elección del tipo de material”, apunta Godden.

Así, aunque para reducir los riesgo para la salud de la ubre debe optarse por camas inorgánicas, la elección del material de cama no es el único factor determinante para evitar afecciones.

Conservación de la cama

La conservación y manejo que se realiza de la cama es otra de las claves para reducir riesgos y mejorar la salud de la ubre. Una adecuada manipulación y conservación del material de la cama puede variar los resultados sanitarios de la ganadería. “El incremento de materia seca en la cama está asociado con niveles de recuentos bacterianos más bajos y con mejor salud para la ubre”, apunta Godden.

En el caso de las camas con sólidos de estiércol, la veterinaria concreta que un 35% de materia seca provocaría un recuento de coliformes alto, mientras que si se incrementa a valores superiores a un 65% de materia seca, el riesgo y la presencia de bacterias se reduce hasta situarse en menos de un 25%.

“La humedad ambiental puede impedir que se llegue a lograr una buena cama seca con sólidos reciclados de estiércol”

Para conseguir elevar la cantidad de materia seca en estas camas a base de estiércol reciclado, muy populares en las regiones más calurosas de Estados Unidos y con presencia también en España e incluso en algunas granjas gallegas, el proceso de tratamiento del estiércol es fundamental. “La humedad ambiental puede impedir que se llegue a lograr una buena cama seca, como ocurre en las ganaderías del noroeste de Estados Unidos”, indica la experta.

Sin embargo, aún con cautela ya que se trata de una investigación con una muestra muy pequeña, Godden apunta que el secado mecánico con aire caliente de los restos de estiércol puede ser una opción a tener en cuenta para las ganaderías que tienen mayores dificultades para lograr garantizar la materia seca. Los primeros resultados muestran que las granjas que utilizaron este sistema de secado no solo consiguieron incrementar la cantidad de materia seca sino que la incidencia de mastitis clínica paso de un 13%, en ganaderías con sólidos reciclados secados con otros métodos, a un 3% en las granjas que optaron por el secado mecánico con aire caliente.

Las camas de arena deben tener más de un 95% de materia seca

Al igual que con los sólidos reciclados, Godden también determina que en las camas de arena, tanto nueva como usada, es fundamental tener controlada la cantidad de materia seca y orgánica. La investigadora apunta que en este caso la cantidad de materia seca debe superar el 95% y en el caso de la materia orgánica es recomendable que se sitúe por debajo del 1,5%.

El tratamiento que recibe la arena antes de llegar a utilizarse en la cama condicionará los resultados sanitarios. Así, la arena que ha sido lavada y que se almacena bajo cubierta es más seca y consigue unos mejores resultados. De la misma manera que ocurre con los sólidos de estiércol reciclados, el reciclaje de arena, una práctica que se utiliza en grandes ganadería americanas, puede ser una opción más viable si se opta por sistemas mecanizados para su lavado y secado.

Otro de los aspectos sobre los que Godden incurre es la utilización de desinfectantes en la cama. La investigadora constata que el empleo de calizas combinadas con las camas de arena u otros materiales para activar el Ph y reducir el recuento bacteriano tiene un efecto limitado. “Los desinfectantes tienen una eficacia de un día por lo que deben añadirse diariamente para conseguir resultados”, apunta. Sin embargo, la experta reflexiona sobre las consecuencias que el uso de estos desinfectantes pueden provocar en el Ph del suelo. “Necesitamos contar con más estudios sobre las variaciones que provoca el uso de estos desinfectantes tanto en el suelo como en la salud de la ubre de la vaca”, apunta.

carbonato con serrin

La limpieza de los pasillos y el tamaño adecuado de los cubículos contribuye a la tener camas más secas.

Claves del mantenimiento de la cama

La investigadora también aportó algunas claves para optimizar el manejo de la cama en las granjas con estabulación libre en cubículos, con el fin de mejorar las condiciones de la cama y reducir los riesgos. Godden apuntó que se trata de pautas sencillas que ayudan a lograr bajar el recuento bacteriano y mejorar la salud de la ubre.

-Añadir con frecuencia, preferiblemente una vez al día, cama orgánica fresca a los cubículos. “Hay que tener presente que la carga bacteriana aumenta nada más empezar a utilizar el material, por lo que añadir producto nuevo baja esa carga y reduce los riesgos”, indica Godden.

-Corregir diseño y dimensiones de los cubículos para evitar que las vacas orinen y defequen en ellos, en lugar de hacerlo en los pasillos.

-Retirar la cama húmeda del tercio posterior al menos 2 veces al día. “Muchos optan por hacer estas limpiezas de la cama antes del ordeño”, apunta.

-Limpiar los pasillos al menos 2 o 3 veces al día.

-Evitar la acumulación de agua y estiércol en los pasillos. “La limpieza de las zonas de acceso a las camas reduce la cantidad de materia orgánica que las vacas llevan a las propias camas en las pezuñas y que contribuye a bajar el recuento bacteriano”, detalla.

-Evitar el hacinamiento de los animales, ya que esto también provoca que los pasillos terminen más sucios.

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