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Las diarreas en los primeros días de vida de los terneros, cuando aún tienen su sistema inmunológico por terminar de desarrollar, es un problema común, en mayor o menor medida, en todas las ganaderías. “Es un tema al que se le da poca importancia y que se suele tratar más que prevenir”, reconoce el veterinario José Luis Vázquez (Virbac), quien abordó esta cuestión durante los Encuentros Ganaderos de la ADS Xundeva, celebrados recientemente en Lalín.
Apenas un 30% de las granjas vacunan las vacas para ofrecer mayor protección a los terneros en la primera fase de vida
Pese a ser un tema recurrente en las ganaderías, tal y como explicaba Vázquez, apenas un 30% de las granjas optan por la vacunación de las vacas para ofrecer una mayor protección a los terneros durante esta primera fase de vida. “Cada día las ganaderías tienen que ser más eficientes, pero a veces se desatiende lo más básico”, comenta Vázquez.
En una estimación básica, realizada por el veterinario con el sistema de cálculo que ofrece Virbac, las diarreas neonatales pueden suponer unos 3.000 euros en una ganadería de 100 vacas. La cifra puede incrementarse si en la granja utilizan semen sexado. Estos gastos se derivan tanto de la mortalidad de la recría, que suele suponer en torno a un 15%; así como por otros factores como el retraso del crecimiento de las novillas.
A las bajas de animales, se suman los gastos derivados de los tratamientos veterinarios, así como el trabajo extra que implica en la granja el cuidado de los animales enfermos o las pérdidas de rentabilidad, ya que los animales con menor peso también tendrán un rendimiento reproductivo y productivo menor.
¿Por qué afectan las diarreas en los primeros días?
La aparición de diarreas que afecten a la recría más joven de la ganadería puede deberse a diferentes factores. “Un 65% de las infecciones que provocan diarreas en los terneros se deben a causas mixtas”, concreta el veterinario.
Los virus, como el rotavirus o el coronarivus, son algunos de los causantes de las diarreas. “Es fundamental conocer el origen de las diarreas para su tratamiento, ya que en el caso de ser provocadas por virus no podrán emplearse antibióticos”, explica Vázquez.
En los primeros días de vida el ternero carece de un sistema inmunológico desarrollado que lo proteja frente a patógenos
Otra de las causas que provocan diarreas en los terneros neonatos son bacterias como la E. coli, muy presente en zonas de las ganaderías con restos orgánicos y fecales. “En nuestros establos tenemos muchos focos donde pueden desarrollarse bacterias de E. coli. No podemos llegar a tener todas las zonas limpias para evitar ese contagio”, reconoce el experto.
También los protozoos y parásitos como el Cryptosporidium spp y Eimeria motivan síntomas coma la diarrea en estos terneros tan jóvenes. Estos patógenos son una de las principales causas que provoca diarreas en las ganaderías gallegas. Tanto es así, que el Cryptosporidium está presente en el 60% de la granjas de Galicia.
Incidencia de los diferentes patógenos en granjas gallegas.
Más allá de estos factores de riesgo que motivan las afecciones en los animales, el mayor detonante para que se produzcan diarreas en los terneros recién nacidos es que hasta los 21 días de vida el animal no tiene el sistema inmunológico desarrollado para hacerle frente. “Si estos 4 patógenos se dieran a partir de los 21 días, los terneros tendrían muchos menos riesgos, por eso es fundamental protegerlos durante estos primeros días”, explica el veterinario.
Patógenos que provocan diarreas en los primeros días de vida de los terneros.
Además de las diarreas, estos patógenos pueden llegar a causar reacciones subclínicas, de manera que inicialmente, pasan desapercibidas al ganadero, pero traen consecuencias en el desarrollo normal de los animales y a medio y largo plazo pueden reducir la productividad esperada.
No todo a una carta
Si la causa de las diarreas en la ganadería atiende a distintos motivos, también en su tratamiento y prevención hay que tener en cuenta diversos factores. El manejo de los terneros y las prácticas higiénicas pueden ser una de las acciones sobre las que incidir, así como las mejoras en el bienestar del animal desde los primeros momentos de vida o la vacunación de las madres, de manera que le ofrezca una mayor protección al ternero mientras su sistema inmune no está completamente desarrollado.
“Aún haciendo un manejo adecuado de los animales, si no se vacunan las madres no podremos evitar pérdidas en la ganadería”
“Aún haciendo un manejo adecuado de los animales, si no se vacunan las madres no podremos evitar pérdidas en la ganadería”, sentencia Vázquez. En este sentido, el veterinario destaca la importancia de vacunar a las madres y desmonta hábitos y creencias populares a la hora de vacunar. “Mientras estás vacunando podrán estar cubiertos los terneros pero, en cuanto dejes de hacerlo, volverán a aparecer los problemas. No se puede tratar la vacuna como un remedio sino como un método de prevención”, aclara.
De igual manera, Vázquez desaconseja el vacunado de los terneros como método para evitar las diarreas. Además, el veterinario incide en que la respuesta para atajar esta problemática en la granja no solo se soluciona con las vacunas. “Hay factores detrás de la vacuna que condicionarán su eficacia”, indica el veterinario.
El calostro, la mejor medicina
Uno de los principales factores que condicionará tanto la eficacia de la vacuna como el desarrollo del ternero es el encalostrado. “No solo hay que vacunar, hay que conseguir incrementar la capacidad inmunitaria del ternero”, indica el veterinario. Vázquez apunta a que la primera leche que toma el animal determinará su futuro.
“No solo hay que vacunar, hay que conseguir incrementar la capacidad inmunitaria del ternero”
El calostro ofrece al ternero una cobertura inmunológica en esos 10 primeros días de vida para que no se vea afectado por patógenos que provoquen diarreas. El veterinario incide en la importancia de ofrecer un calostro de calidad, en la cantidad adecuada y en el momento preciso. Tener en cuenta estos tres aspectos permite prolongar la protección durante mayor tiempo y rebajar el riesgo de contagio de infecciones.
Evolución de los terneros en función del calostro que reciben.
El ternero deberá de tomar un mínimo de 3 litros de calostro en dos tomas. “Es fundamental que el animal recién nacido tome esta leche, tanto es así que si no mama será preciso sondarlo, de lo contrario habrá pérdidas”, confirma. También es imprescindible que el ternero tome el calostro en las 6 horas siguientes al parto. “El calostro que demos pasado ese tiempo se absorbe peor”, explica el veterinario.
Para conseguir un calostro de calidad, el veterinario apunta varios aspectos que lo condicionarán:
-La calidad del calostro viene dada por la concentración total de inmuglobulinas (igg) y lo específicas que estas sean. Uno de los métodos para conseguir que estas igg sean variadas y aporte resistencia frente a patógenos como rotavirus, coronavirus y E. coli. es mediante la vacunación anual de la madre, durante el período de secado.
-La edad de la madre. Las novillas acostumbran a producir un calostro de peor calidad que las vacas que ya han tenido varios partos.
-La genética. Las razas con una mayor producción tienen también una menor cantidad de inmuglobulinas. De esta manera, razas como la Holstein tienen un calostro de peor calidad que las Jerseys, conocidas por la calidad de su leche.
-El estado sanitario de la vaca. Una vaca desparasitada y saneada produce un calostro de mejor calidad.
-La conservación. Aunque lo ideal sería proporcionar al ternero el calostro en fresco, es habitual que las ganaderías decidan conservar algunas reservas de calostro. Para la conservación del calostro se puede optar por su refrigeración, evitando tenerlo más de una semana. También se puede congelar, aunque pierde algo de calidad en el proceso. Hay quien decide pasteurizarlo, para lo que lo ideal sería que se hiciese por debajo de los 50 grados, para evitar que se destruyan las inmuglobulinas. También se puede optar por aditivos y conservantes que ayudan a su conservación.
