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La contaminación de las aguas por la aplicación de purines obligará a declarar en Galicia zonas vulnerables a nitratos. Augas de Galicia ya tiene mapeados los puntos que presentan problemas de origen ganadero y ahora le corresponderá a Medio Rural la concreción de las zonas vulnerables a los nitratos. Esas áreas deberán ser objeto de un plan de actuación que limitará el empleo del purín en el campo.
La filtración de los nitratos de origen ganadero a las aguas es un problema en toda Europa que obligó hace ya más de 20 años a la adopción de especiales medidas de control. En España, comunidades como Cataluña habían concretado ya de aquella zonas vulnerables a los nitratos, pero Galicia, caracterizada por una ganadería vacuno de carácter semiextensivo, había optado hasta el momento por evitar su declaración.
En España, el límite de nitrógeno por hectárea y año es de 210 kilos, que se reduce a 170 en zonas vulnerables
Los problemas ocasionados por los purines en determinadas comarcas gallegas eran, sin embargo, evidentes. Es el caso de A Limia, donde la ganadería intensiva de porcino genera un alto impacto en la cuenca del río Limia, con el ejemplo paradigmático del embalse de As Conchas, aguas abajo, afectado por serios episodios de eutrofización en los que se dispara la materia orgánica y el crecimiento de algas.
Medidas
La Xunta tratará ahora de ponerle coto a la contaminación de las aguas por la filtración de purines. En las zonas que se declaren como vulnerables a nitratos, se establecerá un plan de actuación que limitará las cantidades de purín a aplicar. Como norma general, en España se permiten aplicar 210 kilos de nitrógeno por hectárea y año. En las zonas vulnerables, esa cantidad se reduce a 170 kilos.
La declaración de una zona como vulnerable a nitratos implica un mayor control sobre la gestión de los estiércoles por parte de los ganaderos, así como sobre las parcelas de aplicación. Es previsible que, tal y como se hace en otras comunidades, los ganaderos tengan que llevar libros de registro y que haya inspecciones con periódicos análisis sobre el suelo y las aguas.
Control sobre las industrias agroalimentarias
El anuncio de la futura puesta en marcha de zonas vulnerables a los nitratos lo hizo ayer el director de Augas de Galicia, Roberto Rodríguez, durante la comisión de Agricultura del Parlamento. La comparecencia de Rodríguez se debió a una pregunta del grupo socialista sobre los vertidos de las industrias agroalimentarias, en especial en la comarca de Chantada.
El grupo socialista se interesó por el impacto de Casa Macán (Taboada) sobre el río de Piñeira y preguntó por la solicitud que cursó Macán para dirigir sus vertidos al río Enviande, ya en el vecino ayuntamiento de Chantada, un asunto que considera polémico. También advirtió la formación socialista de los supuestos problemas de vertidos que venía generando la industria láctea Celega (O Saviñao), “ya antes de su compra por las cooperativas”.
Desde Augas de Galicia se señaló que las obras solicitadas por Macán eran competencia de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil, por lo que la respuesta de su director se centró en un análisis general de la situación de los cauces fluviales.
Mapa de vertidos
Finalmente, a propuesta del grupo socialista, todas las formaciones aprobaron solicitarle a la Xunta la elaboración de un mapa de vertidos de las industrias agroalimentarias, de cara a identificar los problemas y buscar vías de solución.
Hubo consenso en los problemas que generan los vertidos, tanto los industriales como otros puntuales de origen ganadero, que se hacen incumpliendo la legislación vigente. “A los que nos gusta la caña bien sabemos como están los ríos, y digo que nos gusta la caña y no las truchas porque ya pocas pillamos. Antes, aunque no se pescasen, se veían saltar, pero ahora ni eso”, señaló en su intervención el diputado del Bloque Xosé Luis Rivas, ‘Mini.’
