Cuarta baja por los lobos en una granja de Rodeiro en 6 meses

Los cánidos dan cuenta de una novilla que pasaba la noche en un prado en las cercanías de un núcleo de población. El resto del rebaño, acompañado por un mastín, huyó hasta las cortes

Cuarta baja por los lobos en una granja de Rodeiro en 6 meses

Restos de la novilla muerta por los lobos anoche en Rodeiro.

Una granja de Carboentes (Rodeiro) sufrió cuatro ataques del lobo en los últimos seis meses. En junio, el lobo dio cuenta de dos novillas en un plazo de dos semanas. En agosto, los cánidos volvieron para matar un burro y ahora en noviembre se repitió el ataque, que se saldó con la baja de una novilla. El ganadero afectado, Carlos Daparte, se ve impotente ante la presión de la fauna salvaje.

Tras los primeros ataques, la granja optó por guardar durante la noche los animales en el establo, una alternativa que se presenta como la única vía eficaz para evitar las muertes nocturnas. En la noche de ayer, sin embargo, el rebaño permaneció en un prado al lado del núcleo de población. «No pensábamos que el lobo bajara hasta las casas», explica Carlos.

Los animales quedaban protegidos por un mastín, que optó por no hacerle frente al ataque. El perro huyó con la mayor parte del rebaño, una veintena de animales, que regresaron durante la noche al establo. «Probablemente eran muchos lobos y no pudo enfrentarse a ellos», deduce el ganadero. En el prado sólo quedaron una novilla, que fue devorada por los cánidos, y una vaca con una pata coja, que se libró de daños.

Ante la presión de los lobos, la granja ya no sabe qué medidas de prevención adoptar, pues las que tenía hasta ahora han dado poco resultado. Un burro que había comprado para alertar de los ataques fue muerto por los lobos en agosto, en tanto el mastín, por sí solo, no da hecho frente a la manada de cánidos.

Controles selectivos
Unións Agrarias ha pedido en reiteradas ocasiones medidas de control poblacional del lobo en la zona de Rodeiro, Dozón y Lalín, pero desde Medio Ambiente le trasladaron al ganadero afectado que era complicado que se autorizaran esas batidas selectivas. «Hablé también con el presidente del Tecor de Rodeiro y me confirmó que les habían denegado una batida por daños contra el lobo», señala Carlos Daparte.

Desde Unións Agrarias advierten de la reiteración de los ataques y del temor de las granjas a que los lobos lleguen a introducirse en los establos durante la noche. La organización demanda la autorización de medidas de control selectivas. Pide que se haga un estudio técnico sobre la población de lobos en el Deza y Terra de Montes y que se proceda a solucionar la «sobrepoblación» que entiende que hay en la zona. Unións calcula que sólo un 20% de los ganaderos afectados por daños los están denunciando, ante los retrasos que se suelen producir en el pago de las ayudas.

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