A Campiña, 30 años produciendo leche en una de las SAT más veteranas de Galicia

Apostaron por el trabajo en conjunto en el año 1989 formando una de las primeras sociedades ganaderas de nuestra comunidad y 10 años después crearon una CUMA pionera junto a otras 5 ganaderías de la zona. Hoy esta explotación de Portomarín busca estabilizarse en 280 animales en producción

Ricardo Pérez, na nave de produción que SAT A Campiña ten en Vilaxuste

Ricardo Pérez, en la nave de producción que SAT A Campiña tiene en Vilaxuste

«Estamos buscando estabilizar la explotación en 280 animales en producción y tenerlos cómodos. Si las vacas están cómodas nosotros trabajamos cómodos también», afirma Ricardo Pérez, uno de los tres socios de la SAT A Campiña, una de las más veteranas de Galicia, con 3 décadas ya de trabajo en conjunto.

Los 2,9 millones de litros producidos en 2019 (400.000 más que en el 2018), que entregan a Leche Río desde hace 2 años, convierten a esta explotación de Portomarín en una de las más grandes de la provincia de Lugo. Pero su principal característica, además de apostar por la unión con otras granjas de la zona, es su capacidad para ir adaptándose al paso del tiempo.

«A quien más beneficia el bienestar animal es al ganadero, porque si la vaca no está cómoda y bien no produce»

«Aunque son instalaciones antiguas, fuimos haciendo reformas para actualizarlas y tener a las vacas cómodas. A quien más beneficia el bienestar animal es al ganadero, porque si la vaca no está cómoda y bien no produce», insiste Ricardo.

SAT A Campiña cuenta en este momento con 234 vacas en ordeño y 390 cabezas totales pero acaban de hacer una ampliación para 50 animales más en producción. «Es una zona nueva con cama caliente para reubicar a las vacas de más edad o que no se adaptan bien a los cubículos», explica.

Parideira

Paridera

«Para incrementar nuestra producción estuvimos dudando entre pasar a hacer 3 ordeños diarios con las vacas que teníamos o seguir con dos ordeños y aumentar el número de animales y pensamos que nos sería más factible esta segunda opción, por eso decidimos ampliar», razona. Ordeñan a las seis y media de la mañana y a las seis de la tarde y les lleva dos horas y media ordeñar y media hora más lavar. Tienen una sala 2×10 semitrasera remodelada en el 2011 y ordeñan dos personas mientras otras dos limpian los patios y las camas.

390 cabezas repartidas en tres ubicaciones

Teñen touro para as repetidoras

Tienen toro para las repetidoras

La explotación en su conjunto la forman tres núcleos diferentes ubicados tres ubicaciones distintas. El núcleo principal, donde se encuentran las vacas en producción, las vacas secas y las terneras más pequeñas (hasta que son destetadas a los 2 meses de vida) está en Vilaxuste. Los siguientes lotes de recría se reparten después, a medida que van creciendo, entre Recelle y Guntín, con 70 y 20 novillas respectivamente.

Esta SAT fue creada en el año 1989 por tres socios, de los que en la actualidad siguen dos, Ricardo y José Pérez. El otro de los fundadores, José Luis López, dejó en 2009 la sociedad, a la que se había incorporado en el 2003 José Manuel López, que continúa hoy en la SAT junto a Ricardo y José.

José Manuel es de Recelle, un pueblo vecino a Vilaxuste, y en el que era su establo se encuentra la mayor parte de la recría, que atiende su mujer. «Las novillas las llevamos durante tres años a un centro en Escairón pero no nos resultó y decidimos volver a hacerla nosotros», explica Ricardo.

Menos recría

Logran animales muy productivos aunque lo que buscan también es que duren. «A nivel genético estamos a un nivel medio-alto. Buscamos producción, evidentemente, pero también patas y ubres, lo que queremos son animales medios que a nivel de establo respondan bien», indica.

Aos dous meses, as becerras repártenas entre Recelle e Guntín

A los dos meses, las terneras se reparten entre Recelle y Guntín

«Hoy tenemos menos recría, con criar un ciento de terneras al año arreglamos, tuvimos épocas en las que recriábamos todo, ahora no, solucionamos con menos. Las que tenemos nos llegan y sino compramos, hoy hay animales buenos a buenos precios», asegura Ricardo. Tienen toro para las repetidoras, para asegurar la reproducción después de tres intentos mediante inseminación.

Tres de las primerizas del 2018 de esta explotación se situaron entre las de más producción de Galicia según los datos de control lechero. Las tres superaron los 16.000 litros en su primera lactación, colocándose entre las 10 con más producción al primer parto de la provincia de Lugo y Campiña Rosendo 5738 incluso se subió al podio como tercera clasificada con un total de 17.609 litros producidos en el 2018 con el 3,62% de grasa y el 3,25% de proteína.

Mano de obra estable

Además de los tres socios y de la mujer de José Manuel, que atiende la recría en Recelle, cuentan con tres trabajadores, tras la incorporación en 2019 de un tercer empleado. El que más tiempo lleva en la explotación es Ricardo, portugués asentado en Vilaxuste y que lleva trabajando en la granja desde el principio. Hace 10 años empezó Enrique y Álvaro lleva 6 meses. «Nosotros tenemos todos entre 50 y 60 años y no tenemos hijos que quieran seguir con las vacas pero la idea es seguir por los empleados», explica Ricardo.

As camas son unha mestura co 80% de carbonato e o 20% de serrín ou cascarrilla de arroz

Las camas son una mezcla con el 80% de carbonato y el 20% de serrín o cascarrilla de arroz

En esta SAT tienen distribuido el trabajo de manera semanal con horarios que facilitan la libranza tanto de los socios como de los trabajadores. «Los horarios en la explotación son de 6 a 10 por la mañana y de 7 a 9 por la tarde pero si acaban el trabajo antes se marchan. Si no hay trabajo no los queremos aquí para nada, las vacas si están listas no hay que estar aquí, tienen que descansar las vacas y también los empleados. A nosotros nos interesa que se haga el trabajo, no si un día hacen una o dos horas menos y se marchan antes porque ya acabaron», afirma.

Después de la jubilación de los socios pretenden seguir con la explotación unos años más por los empleados, que llevan mucho tiempo con ellos

En A Campiña los trabajadores tienen día y medio libre a la semana y «si hacen una hora más se les paga, no regateamos en eso, porque la gente si no la tratas bien no te dura», añade Ricardo. La organización del trabajo busca descargar los fines de semana para que las necesidades de personal sean mínimas. «En las camas, por ejemplo, lo que hacemos es picarlas los miércoles con una gradilla y meter material el jueves, para que el viernes quede encamado y el fin de semana no haya que tocarles», explica.

De este modo, los sábados y domingos solo hacen los ordeños y la alimentación del ganado y revisan si hay vacas para parto o para inseminar. «No tenemos collar ni podómetros y hacemos la detección visual de los celos», indica Ricardo, que añade que él, José  e José Manuel se van turnando «para que uno de los tres socios esté siempre en el fin de semana».

Vilaxuste Sociedad Cooperativa Gallega

Maquinaria pertencente á CUMA e que dá servizo a 6 explotacións da zona

Maquinaria perteneciente a la CUMA y que da servicio a 6 explotaciones de la zona

SAT A Campiña es una de las 6 explotaciones que forman la CUMA Vilaxuste S. Coop. Gallega, junto a SAT A Cruz, Abrita SC, Ganadería Luchana, San Martiño SL y Ganadería Outeiro. Foi la primeira CUMA en crearse en Galicia y segunda a nivel de todo el Estado, en el año 1998, y cuenta con un parque de maquinaria y con una persona contratada que lleva la gestión de todas las granjas.

«La CUMA nos hace todos los trabajos, pero tenemos límites, porque todas las explotaciones que la formamos fuimos ampliando y no tenemos horas para todos, así que las explotaciones más grandes tenemos maquinaria de apoyo para la CUMA que empleamos sobre todo en campaña. En nuestro caso son 2 tractores y una cisterna para sacar purín», indica Ricardo.

Además de maquinaria, la CUMA cuenta con una persona que lleva la gestión de todas las granjas

Vilaxuste S. Coop. Gallega cuenta con 5 empleados fijos durante todo el año: tres tractoristas, una persona que se encarga del carro mezclador y la persona de la oficina. «En campaña metemos un tractorista más y ayudamos también los socios», explican.

Aunque la CUMA hace todos los trabajos agrícolas en las 6 explotaciones que la forman, en los últimos años decidieron contratar a otra empresa externa el picado para el ensilado. «Antes teníamos cosechadora propia en la CUMA pero ahora no, contratamos una o dos cosechadoras en campaña y nosotros ponemos los remolques y nos sale más rentable. La campaña hay que sacarla rápido porque el maíz no puede esperar y somos muchos socios con mucha superficie», razona Ricardo.

170 hectáreas de superficie

SAT A Campiña dispone de 170 hectáreas de terreno y tiene dificultades para ampliar su base territorial por encontrarse en una zona con muchas explotaciones de leche y por la presión que ejercen sobre los terrenos agrícolas las plantaciones forestales. «Llevamos tierras en los ayuntamientos de Guntín y de Portomarín y pagamos 250 euros por hectárea de alquiler, se nos van mucho dinero en eso», indican.

Redujeron las hectáreas que sembraban a maíz porque no en todas las parcelas lograban buenos rendimientos

Esta explotación decidió en los últimos años reducir la superficie que echaban a maíz para sembrarlo solo en aquellas parcelas donde los rendimientos por hectárea eran interesantes, dedicando a hierba el resto de la superficie agrícola. «Cambió la climatología y no todas las fincas son productivas para maíz, en algunas sacábamos rendimientos pequeños, así que este año echamos solo 60 hectáreas, pero hubo años que llegamos a echar el doble, unas 120 hectáreas, pero pienso que seguramente nos compense comprar, porque escoges forraje y así es siempre de calidad», cuenta Ricardo.

Ración dos veces al día

Nave de produción

Nave de producción

Cada una de las seis explotaciones que forman la CUMA de Vilaxuste ensila en sus propias instalaciones y diariamente el carro mezclador que tienen en común acude a las granjas de los distintos socios a hacer las diferentes raciones de alimentación de cada una de ellas. En el caso de SAT A Campiña el carro de la CUMA va dos veces al día, la primera de ellas a las 7 de la mañana, porque para las vacas en producción prefieren hacerles la mezcla fresca dos veces al día.

En 2019 quedaron escasos de silo de maíz y tuvieron que suplirlo con más silo de hierba

Este año la cosecha de maíz en esta zona fue buena, pero la del 2018 había sido muy escasa, por lo que no les llegó para todo el año. «Quedamos escasos dos meses», admite Ricardo. En esta explotación de la alimentación se encarga el nutrólogo Ángel Ávila y se vieron obligados entonces a suplir la falta de silo de maíz con silo de hierba variando la ración de leche por una con 14 kilos de pienso, 1 kilo de hierba seca y 33,5 kilos de silo de hierba. «Arreglamos bien con el silo de hierba que teníamos porque era de buena calidad, con un 17% de proteína», aclara.

En el caso de las vacas secas la ración lleva 3,5 kilos de hierba seca, 3,2 kilos de concentrado, 12 kilos de silo de hierba y 1,5 kilos de morea (un pienso liquido complementario elaborado con azucares de alta digestibilidad, microelementos minerales y vitaminas). La de las novillas de recría es semejante a la de las secas pero sin silo de hierba y con 2 kilos de morea.

Mejoras en el confot de los animales

Separan as vacas que van secar para baixarlles á alimentación e reducirlles a cantidade de auga dispoñible

Separan a las vacas que van a secar para bajarles progresivamente la alimentación y reducirles la cantidad de agua disponible

Uno de los mayores énfasis que ponen en esta ganadería es en la comodidad del ganado y en los últimos años fueron realizando mejoras buscando el aumento del confort de las vacas. «La nave de producción era una granja de cerdos de uno de los socios que reconvertimos, por lo que son instalaciones antiguas y más bajas de lo debido, y aunque son ventiladas, tenemos chorros de agua y ventiladores para combatir el estrés por calor, porque aquí el calor aprieta en verano y el año pasado llegamos a estar la 40 grados», explica Ricardo. El sistema de ventiladores y aspersores de agua se enciende automáticamente cuando la temperatura pasa de los 25ºC.

La cama de las vacas en producción es de una mezcla de carbonato (80%) con serrín o cascarrilla de arroz y en la última ampliación, acometida en 2019, apostaron por un espacio con cama caliente con capacidad para 50 animales, pensado para aquellas vacas de más edad o que no se adaptan bien a los cubículos. También una parte de la recría, la que se encuentra en Guntín, está en cama caliente.

«Las secas las tenemos en paja porque queremos que estén cómodas», dice también Ricardo. La instalación de las secas cuenta con una cubierta con trabantes y acceso al exterior, a una finca al lado de la nave de producción, pero las meten todos los días a comer para también vigilarlas y tenerlas controladas. «Les respetamos a todas las vacas dos meses de secado. En algún caso es difícil hacerlo bien porque llegan dando 50 litros, pero lo que hacemos cuando secamos es separarlas durante unos días para bajarles a la alimentación y al agua», explica.

Conflicto por la gestión del monte comunal entre ganaderos y vecinos sin vacas que quieren plantarlo

«La mayoría de las fincas que tenemos era antes monte pero fue roturado y se llevan trabajando muchos años. Tenemos 40 hectáreas alquiladas al Monte Veciñal en Man Común Rañadoiro, de la parroquia de Vilaxuste, y otras 20 hectáreas alquiladas al monte comunal de Recelle», explican los socios de la SAT A Campiña.

Pero en esta parroquia, como en otras muchas en Galicia, la presión de las plantaciones forestales sobre las explotaciones que quedan en activo es cada vez mayor, sobre todo por parte de aquellos vecinos que no tienen vacas y quieren obtener un rendimiento maderero del monte.

El acta fundacional del monte comunal de Vilaxuste, un documento original del siglo XVIII, establece que el monte tendrá «usos agrícolas» para aquellos vecinos «que demuestren que la casa está abierta y que hay humo en la chimenea», aclarando además que «no concede derechos ni a los curas ni a los viandantes».

Pero este uso agrícola tradiconal del monte comienza a estar en peligro en muchas parroquias a medida que los ganaderos fueron quedando en minoría en las comunidades de montes. Fue lo que ocurrió en Vilaxuste. La nueva directiva de la CMVMC quiso hace 5 años modificar el uso de muchas de las parcelas que habían sido convertidas en pastizales, algunos mediante subvenciones públicas, y que las explotaciones usaban para alimentar al ganado, poniendo así en peligro la viabilidad de las ganaderías de la parroquia y que suman en conjunto más de 1.500 cabezas de ganado.

NOTA ACLARATORIA: EL PERIODISTA DE CAMPO GALEGO VISITÓ ESTA GANADERÍA PARA REALIZAR EL REPORTAGE ANTES DE LA CRISIS DEL CORONAVIRUS COVID19

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