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La aplicación a partir del próximo 26 de noviembre del Real Decreto 1311/2012 de uso sostenible de productos fitosanitarios, que limitará la venta de los de uso profesional solamente a aquellos agricultores y ganaderos que cuenten con el carné de manipulador, podrá provocará el abandono de la actividad agraria de gran parte de los agricultores y viticultores a tiempo parcial. Este es la opinión extendida entre buena parte del sector que coincide en advertir de que el Decreto no está adaptado a una realidad gallega donde sigue imperando el minifundio y la agricultura y la viticultura como una actividad complementaria.
Así lo percibe también la principal distribuidora mayorista de productos fitosanitarios de Galicia, SOAGA, que ante la gran demanda de cuestiones relacionadas con este nuevo marco legal, estos días está celebrando charlas informativas para sus distribuidores de productos fitosanitarios. Tratan sobre todo los cambios que supondrá la aplicación del decreto Real Decreto 1311/2012. Si la semana pasada celebraron actos informativos en Betanzos, Santiago y Pontevedra, con gran asistencia de público, hoy le tocará a Ourense y el miércoles de la próxima semana en Lugo.
Le piden a la Xunta que facilite la obtención del carné básico
Precisamente, uno de los aspectos más problemáticos de la aplicación del Decreto en Galicia según el sector es la falta de oferta suficiente de cursos de manipulador de productos fitosanitarios y el excesivo número de horas presenciales que se exigen.
Así, Manuel Crespo, técnico de SOAGA, explica que “le pedimos a los distribuidores y agricultores que hagan un gran esfuerzo con los cursos para cumplir la legislación vigente y nos recriminan que en otras comunidades vecinas el esfuerzo no es tan grande”.
Desde las academias de formación también reconocen que la obtención del curso básico de manipulación y aplicación de productos fitosanitarios requiere un esfuerzo por parte de los agricultores. Uno de los centros privados que imparte este curso, previo pago, es el Centro de Enseñanza Pondal, en Monforte de Lemos, donde informan de que “el perfil del alumno de estos cursos es un pequeño agricultor y gente mayor”. “Los cursos básicos tienen una duración de 25 horas de clase presenciales, repartido en dos semanas”, añaden.
La mayoría de los viticultores en Galicia son a tiempo parcial
Manuel Crespo prevé que uno de los sectores más afectados será el de la viticultura, donde hay muchos pequeños viticultores que tienen esta actividad como un complemento, y en menor medida el sector de la huerta. “Será un problema, en caso de querer cumplir con la legislación vigente, pues no todo el mundo se puede permitir desplazarse y asistir al curso”, asegura.
La problemática creada llevó a los mayoristas de productos fitosanitarios a mantener recientemente una reunión con la conselleira de Medio Rural. En este sentido, desde SOAGA aseguran que “la administración mostró toda su colaboración en la medida de lo posible, y de hecho se mantuvieron varias reuniones en las que el personal de la administración aclaró todas la dudas planteadas”.
“Va a provocar que mucha gente abandone la viticultura”
Los pequeños distribuidores locales son los que mejor conocen si el sector está adaptado o no para la nueva normativa. Antonio Meiriño, propietario de Agromeiriño, en Ribadavia (Ourense) asegura que “hay muchísima gente que no tiene aún el carné y a la que ya no le estamos vendiendo los productos que nos piden”.
“Hay clientes que nos dicen que llevan meses apuntados para realizar el curso básico pero que no los llaman”, añade. Y en una comarca eminentemente vitícola como O Ribeiro, Antonio Meiriño pronostica que “el decreto va a provocar que mucha gente mayor que tiene la viticultura como una actividad complementaria y que no tiene el carné de fitosanitarios abandone el viñedo”.
“El Decreto está pensado para grandes agricultores, no para la realidad de Galicia”
El motivo es que los productos fitosanitarios que se ofrecen para uso no profesional -los que no requieren el carné- “son muy pocos, y sobre todo en fungicidas, que es el principal problema sanitario del viñedo en Galicia”.
“En insecticidas de uso no profesional aún hay oferta, pero en fungicidas el Decreto sólo ofrece el uso del cobre y en pequeños sobres, lo cual resulta muy caro y es mucho menos efectivo frente al mildiu”, advierte Antonio Meiriño.
“Estoy de acuerdo en que la ley hay que cumplirla, pero no está adaptada al minifundio de Galicia y va a provocar el abandono de muchos viticultores”, concluye.
“Muchos cultivos en Galicia van a quedar sin productos fitosanitarios para plagas”
Manuel Crespo, técnico de SOAGA incide también en este problema de adaptación, ya que con la oferta de productos de uso no profesional “muchos de los cultivos van a quedar sin productos fitosanitarios para combatir las plagas”.
“La oferta, de momento, es muy limitada, por lo que no va a cubrir las necesidades de los agricultores que no tengan carné”. “Así, -explica- no va a haber herbicida de uso no profesional para el maíz, como tampoco un fungicida sistémico para el control del mildiu en viña o un herbicida para la patata”.
“La norma está hecha para los grandes agricultores, no para Galicia”
En la misma opinión coincide Jesús Campañó Casal, gerente de Agroulla, un establecimiento de venta de productos para el campo en Valga (Pontevedra).
“Son normativas que salen de Bruselas para grandes agricultores, grandes profesionales con grandes volúmenes y esa vara es la que quieren aplicar en Galicia, donde la realidad es diferente: tenemos minifundio y el 80% de los agricultores son pequeños y a tiempo parcial”, asegura.
En este sentido, también prevé que “va a haber muchísima gente que no va a estar dispuesta a sacarlo, sobre todo pequeños agricultores a los que si les empiezas a poner más trabas van a abandonar la actividad”. Por eso, Jesús reclama “una vara de medir adaptada a la realidad gallega, con un carné intermedio entre el aficionado y el profesional”.
