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La Inspección Técnica de Equipos de Aplicación de Productos Fitosanitarios (ITEAF), una revisión obligatoria que tendrán que pasar un total de 10.477 equipos en Galicia antes deL 26 de noviembre, puede dar lugar a un fraude masivo como el que sucedió con los carnés de aplicadores de fitosanitarios que se impartían online en León.
Diversas fuentes del sector alertan que en varias zonas de Galicia ya se están produciendo hechos delictivos, como que los propios inspectores vendan recambios para las sulfatadoras durante la inspección, o entreguen certificados favorables sin haber revisado el equipo.
Además denuncian que varias empresas visitan casas del rural presionando a la gente mayor para que realice la ITEAF de sus equipos, amenazando con retiradas de subvenciones y multas, tal y como ya había ocurrido en la época de los cursos fraudulentos.
Además, informan de que todas las ITEAF autorizadas deben notificar a la Xunta de Galicia con 10 días de antelación cuáles serán los puntos de inspección y ya está habiendo casos de inspecciones en zonas públicas que se realizan sin conocimiento ni autorización de los propios ayuntamientos.
«Cobrar por segunda vez la revisión es antiético»
Por otra parte, fuentes del sector alertan de que hay empresas que están haciendo ITEAF a un precio muy bajo, prácticamente sin revisar los equipos y sin informar a los propietarios que les cobrarán por segunda vez la revisión de los fallos, “lo cual es totalmente antiético” nos indican. Y cuando no lo consiguen dan por favorable equipos que no lo están, lo que puede provocar un nuevo fraude como el sucedido con el carné de fitosaniarios online que se sacaba en León.
Piden a la Xunta que tome las medidas necesarias
“Estamos en una situación de impotencia porque vemos que las empresas que realizamos correctamente las Inspecciones Técnicas de estos equipos fitosanitarios, al final salimos perjudicadas por las que la imcumplen, y si esto sigue así tendremos que que tomar medidas legales”, advirte.
Recuerdan que lo que se están inspeccionando son equipos que distribuyen productos fitosanitarios sensibles para las personas y el medio ambiente y que en otras comunidades en las que ocurrió esto mismo cientos de máquinas tuvieron que volver a ser inspeccionadas, con la consiguiente molestia y gasto para los propietarios.
Según nos indican, estos hechos ya se han puesto en conocimiento de la Xunta de Galicia, esperando que se tomen las medidas necesarias para frenar a las empresas fraudulentas.
Campo Galego se puso en contacto con una de las empresas denunciadas, que opera también en otras Comunidades Autónomas, pero se negó a realizar declaraciones.
