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Menor producción pero pero vinos con más graduación alcohólica, menos acidez y más componentes fenólicos. Así se puede resumir la diferencia de los vinos producidos en ecológico en Galicia frente a los procedentes de uvas cultivadas en convencional, según se desprende de los resultados obtenidos en el marco del proyecto “Potenciación de la viticultura ecológica en Galicia”, que se presentó en la jornada “Tendencias actuales en viticultura. Viabilidad del cultivo ecológico en Galicia”, celebrada ayer en Monterrei.
La jornada, organizada por la Estación de Viticultura y Enología de Galicia (EVEGA), dependiente de la Consellería de Medio Rural, reunió a un numeroso público interesado en la viticultura ecológica en el centro cultural de la localidad de Albarellos, en Monterrei (Ourense).
74 hectáreas de viñedo ecológico en el CRAEGA
Para introducir la realidad actual del cultivo de la vid en ecológico en Galicia, David Castrillo Cachón, doctorando FPI INIA–INGACAL, expuso los últimos datos del sector.
En concreto, en Galicia hai 26.000 hectáreas de viñedo, según datos de 2013, con una producción media de 8.722 kilogramos por hectárea. La superficie de viñedo ecológico es de 74,22 hectáreas, con una producción media por hectárea de 5.950 kilogramos. La mayor parte está concentrada en Ourense, con 45 hectáreas. En total hai 24 productores y 12 bodegas en ecológico. Sin embargo, David Castrillo matizó que “la realidad es que hay más hectáreas de viñedo en ecológico en Galicia, pero el problema es que no están certificadas por el CRAEGA”.
Comparación entre los resultados del viñedo en ecológico y en convencional en Galicia
Por su parte, Emilia Díaz, doctora en Biología y Tecnóloga de la EVA, presentó los resultados obtenidos en el marco del proyecto “Potenciación de la viticultura ecológica en Galicia”, desarrollado por la EVEGA en colaboración con la Universidad de Vigo y con financiación del INIA.
En concreto, el proyecto abordó aspectos como la producción y características de mostos en viñedo ecológico y convencional, la caracterización química y sensorial de los vinos o un análisis de la diversidad de la población de levaduras en viñedos y bodegas ecológicas.
Como conclusión general Emilia Díaz explicó que “hay mayores producciones en convencional que en ecológico, a excepción del Mencía en Ribeira Sacra y del Treixadura en Rías Baixas y mayores pérdidas en ecológico, sobre todo en años complicados como el 2014”, en el que hubo lluvias en primavera y verano que favorecieron las enfermedades fúngicas. En cuanto a sus características químicas “en general los vinos en ecológico tienen más graduación alcohólica, menos acidez y más contenidos polifenólicos”, concluyó.
Para la realización del proyecto se escogieron dos parcelas, una cultivada en ecológico y otra en convencional, -con características similares en cuanto a suelo, variedades, poda y sistema de conducción- en cuatro denominaciones de origen gallegas (Monterrei, Rías Baixas, Ribeiro y Ribeira Sacra). Es decir, ocho parcelas en total a las que se realizó un seguimiento durante los años 2013, 2014 y 2015.
Los resultados se reflejan en las siguientes gráficas:
Mayor producción en convencional que en ecológico
Autor: Evega
Comparativa de acidez y de graduación
Autor: Evega
Diferencias químicas en el vino ecológico versus convencional
Autor: Evega
Por su parte, Pilar Blanco, también investigadora de la EVEGA, expuso los resultados del proyecto en el apartado de análisis de la diversidad de la población de levaduras en viñedos y bodegas ecológicas.
Como conclusión destacó que “la elaboración de vinos ecológicos utilizando fermentación espontánea favorece la diversidad de levaduras durante el proceso”. Además, subrayó que “cada bodega en ecológico tiene unas levaduras propias que condicionan la peculiaridad de sus vinos”.
Mesa redonda
Durante la jornada también se celebró una mesa redonda donde representantes de las bodegas Gargalo y Quinta da Muradella, ambas de la D.O. Monterrei, junto al viticultor en biodinámico Iago Garrido, de O Ribeiro, que relataron sus experiencias.
Todos coincidieron en la necesidad de mantener un suelo lo más vivo posible, en que las variedades autóctonas son las más adecuadas para el cultivo en ecológico y en la necesidad de lograr un equilibrio en la viña.
