Recomendaciones técnicas de la Evega para actuar en el viñedo después de las heladas

Desde la Estación de Viticultura y Enología de Galicia (Evega) ofrecen unas recomendaciones a los viticultores para actuar en el viñedo afectado por las heladas de la pasada semana.

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Recomendaciones técnicas de la Evega para actuar en el viñedo después de las heladas

Viñedo totalmente afectado por la helada en O Ribeiro. Es necesario repodar. Foto: Paco Rego

La helada incidió de forma variable en función de la localización de las viñas afectando fundamentalmente a las ubicadas en los fondos de los valles. Hay que tener en cuenta que, según la orografía, la afectación puede oscilar entre el 0% y el 100% en función de las parcelas o incluso dentro de la misma finca.

Se produjeron daños de modo variable según las zonas en el viñedo de las zonas de interior y norte de Galicia. Según dichos daños producidos en los brotes se dan los siguientes niveles y circunstancias por parcela y cepa:

1. Grado del daños:

-Daño severo: afecta totalmente al brote y racimos hasta la base.
-Daño parcial: afecta a las partes del brote más turgentes causando la muerte en las puntas de este y a los racimos de la zona, pudiendo salvarse en ocasiones algunos de los racimos situados más hacia la base de los pámpanos.

2. A nivel de parcela se observará, en algunas, que las zonas más altas o la más  protegidas por vegetación arbórea en los lindes se libren de los daños.

3. A nivel de cepa ocurre también que en los sistemas de conducción en empalizada y en algunas parcelas, según la altura en la que estén los brotes, los más distanciados del suelo estén menos afectados por los daños.

Recomendaciones

Desde la Evega entendemos que hace falta establecer una serie de recomendaciones técnicas que sirvan a modo de guía de actuación para el viticultor que tenga superficie afectada.

Así, según los criterios de los técnicos de la Estación de Viticultura y Enología de Galicia (Leiro – Ourense) y de la Estación Experimental de Viticultura y Enología (Ribadumia – Pontevedra) el daño observado en la planta afectó a los pámpanos, órgano más sensible de la planta, que se chamuscaron, ennegrecieron y desecaron por el día. Efecto que también se observó en las inflorescencias (racimos), ya que algunas se salvaron y otras se marchitaron y secaron después. Ahora bien, según el estado de crecimiento de los órganos afectados y la intensidad de los daños, la planta puede reaccionar de forma diferente.

Hace falta fijarse en cada cepa en el grado de afectación desde las puntas hasta la base de sus pámpanos.

En las parcelas afectadas, lo primero que es necesario hacer es esperar unos días a que se estabilice el tiempo y de paso ir observando como reaccionan las vides.

1.- Cuando la afectación del pámpano es parcial, es fundamental hacer la diferenciación entre:

1.1.- Puntas chamuscadas, pero con muy pocos o ningún racimo afectados.

Neste caso só se chamuscaron as puntas, e os acios non foron afectados. Non é preciso repodar. Foto: Paco Rego

Neste caso só se chamuscaron as puntas, e os acios non foron afectados. Non é preciso repodar. Foto: Paco Rego

Es fundamental distinguir entre los racimos afectados y no afectados. Hay que fijarse en que los racimos tengan su verde natural, que no estén con los tonos morenos o rojizos, porque aunque parezca poco, después en la purga (floración) el fracaso va a ser grande.

Cuando hay poca afectación de racimos, no se poda de momento. Una vez que se aprecia la brotación de las nietas se escogerá la mejor de ellas para sustituir las puntas quemadas y se eliminan las otras nietas para evitar el efecto escoba que complicaría el posterior manejo vegetativo.

1.2.- Mayoría de racimos afectados, pero con la base del pámpano verde y por tanto con la posible emisión de nietas.

En esta situación hay que repodar. La repoda persigue tres objetivos fundamentales:

-Evitar que se forme el desarrollo de las nietas que pueden complicar el posterior manejo  vegetativo.

-Rehacer el esquema de poda hecho en invierno.

-Inducir la brotación de los conos secundarios de las yemas. El cono principal fue el que brotó. Algunos secundarios pueden llevar también rudimentos de racimos que darán lugar a una recuperación parcial de la cosecha. Lo mismo puede pasar si brotan algunas yemas dormidas de la corona.

La repoda debe hacerse con las tijeras o navajas bien afiladas, para que queden unos cortes limpios, casi al lado de la base, para eliminar la posibilidad de que las nietas superiores broten, pero no tan a ras que se eliminen los conos secundarios también.

El viticultor que tenga poca práctica puede podar un poco más separado de la base y unos días después eliminar las nietas brotadas.

Deberán utilizarse productos cicatrizantes primero y después estimulantes y fertilizantes.

2.- Si los brotes están totalmente afectados, sin hipótesis de que las nietas de los conos de su base broten, en teoría no sería preciso podar, porque nada se adelanta con cortar algo que está muerto. Sin embargo, en las viñas que ya tenían la vegetación bastante desarrollada, hay muchos viticultores que, con buen criterio, podan para tirar la podredumbre de delante. Además, los pámpanos caídos podrían estorbar la brotación de algún cono secundario.

En el caso de estos viticultores que hagan esa poda, deberán utilizarse productos cicatrizantes primero y después estimulantes y fertilizantes.

Autores:

Francisco J. Rego Martínez (Ex-Jefe de Sección de Viticultura de Evega)
Emilia Díaz Losada (Tecnóloga de Viticultura de Evega)
Juan Carlos Vázquez Abal (Colaborador de Evega en Ribadumia)

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