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La Estación Experimental de Viticultura y Enología de Ribadumia-EVEGA, dependiente de la Consellería de Medio Rural, acaba de publicar una información sobre el estado del viñedo en la Denominación de Origen Rías Baixas y unas recomendaciones sobre los trabajos que se deben hacer realizar en los próximos días.
Estado fenológico:
En cuanto al estado fenológico en el viñedo de referencia en Ribadumia es el siguiente en las distintas variedades:
-B-C (yema hinchada-punta verde): sousón.
-C-D (punta verde-hoja incipientes): loureira, treixadura, godello, caíño branco, branca lexítima, torrontés, pedral, mencía, brancellao, castañal, loureira tinta, mouratón y merenzao
-D-E (hojas incipientes- hojas extendidas): albariño. En las plantas más adelantadas de albariño ya comienzan a verse los primeros racimos visibles.
Las bajas temperaturas medias y mínimas continúan frenando el desarrollo vegetativo del viñedo, hasta el punto de poder diferenciar esta campaña como la más retrasada de los últimos años.
Además, comienzan a detectarse síntomas claros de clorosis en muchos viñedos debido a estas temperaturas bajas y al exceso de humedad en el suelo. La persistencia de estas condiciones que estamos teniendo durante todas estas semanas, pueden provocar algún daño fisiológico susceptible de afectar parcialmente a la fertilidad de los racimos en la floración.
Cuidados culturales:
Las precipitaciones continuadas siguen dificultando las labores del terreno, que se deben realizar con un adecuado atempero. Una vez se den las condiciones idóneas es importante proceder a su realización.
Incidencias fitosanitarias::
En la brotación y salida de hojas las plagas y enfermedades a las que hay que hacer un especial seguimiento son:
– Pedro o gorgojo (Cneorrhinus dispar Graells): Se alimenta de los brotes en algunas parcelas y en determinados rodales o lindes del viñedo.
– Acariosis: De momento no se están dando condiciones para su desarrollo, pues las precipitaciones continuadas disminuyen su actividad potencial.
– Caracoles: Los daños más importantes de este gasterópodo son los que producen en las plantas jóvenes, ya que se alimentan de los brotes. La humedad que se está registrando está siendo muy favorable para su desarrollo.
– Excoriosis: En los estados fenológicos C-D-E, con la salida de hojas en el viñedo, si se producen precipitaciones continuadas, como está aconteciendo en esta campaña, se dan las condiciones para el desarrollo de esta enfermedad. La sintomatología se detecta especialmente en la base de los brotes jóvenes, con placas necrosadas, y se extiende a las hojas y raquis de los racimos que quedan afectados.
– Mildiu. Como se apuntaba en el anterior boletín, la fuerte humedad que está registrándose en esta primavera, es un factor que puede favorecer el adelanto en la aparición de la primera mancha de aceite en cuanto aumenten las temperaturas y alcance el viñedo un desarrollo de la vegetación de más de 10 cm, necesarios para la aparición de la primera mancha de aceite.
Recomendaciones:
– Revisar los viñedos, con especial seguimiento de la posibilidad de detección de focos de pedro o de caracoles en plantaciones jóvenes. Si se detectara pedro, el insecticida se aplicará solo en los focos y zonas afectadas. Con la persistencia de precipitaciones no se recomienda la aplicación molusquicidas para el control de los caracoles, ya que el agua de lluvia los deteriora y pierden su eficacia. La eliminación manual es, en este caso, lo aconsejable. En los viñedos con control ecológico, las aves sueltas para el mantenimiento de la hierba suponen una importante ayuda para el control de los caracoles.
En cuanto pare de llover, se recomienda un tratamiento preventivo de la excoriosis
– En cuanto rematen las precipitaciones, se recomienda la aplicación de un tratamiento fitosanitario para el control preventivo de la Excoriosis, especialmente en las parcelas con antecedentes de sintomatología de la enfermedad. Las materias activas Mancoceb, Folpet, Metiram, Azoxistrobin+Folpet, Fluopicolida+propineb son las de posible empleo.
Este tratamiento se recomienda realizarlo con lanza manual, dirigiendo la pulverización a la vegetación incipiente, con el objeto de evitar la deriva del fitosanitario. Esto es especialmente importante en el emparrado, ya que tiene la vegetación menos localizada en la línea de cultivo.
– Junto con el anterior tratamiento, también se recomienda la aplicación de abono foliar a base de aminoácidos para reducir los efectos descritos por las bajas temperaturas y el exceso de humedad en el suelo.
