La poda invernal o como equilibrar el vigor de la vid

Publicidade
La poda invernal o como equilibrar el vigor de la vid

Este invierno está viniendo caliente, con algún intervalo de días fríos, que en nada reflejan aquellos “inviernos de antes” que decían los viejos. Los cortes de poda lloran más de lo que deberían en estas fechas.

Ciclos “normales” o cambios climáticos. ¿Hacia la mediterranización o quizás a algo más parecido a los subtrópicos? Quien sabe El caso es que estamos en plena campaña de poda invernal.

Cuando se trate de ir podar una viña adulta, el primer objetivo es el de buscar la manera de conservar estable su entramado leñoso. Esqueleto, figura o como le queramos llamar, el entramado viene siendo la estructura que en su día elegimos, mediante la poda de formación para configurar un tronco y, si es el caso, los brazos que de él deriven, para las vides que integran la plantación.

Aunque de esto ya hablamos en otros artículos, no está de más recordar que los sistemas de poda invernal son tres :

-A cotón (torno, guardia, fiador, virote, talón)
-A vara arqueada.
-A guyot, que algunos llaman poda mixta, que viene siendo una poda a vara, pero combinada con un cotón que se deja atrás.

La elección del sistema puede venir determinada por la tradición de cada comarca vitícola, por la adaptación en función de variedades y terroirs y/o por el tipo de viticultura que se pretenda hacer.

Junto con la conservación de la forma, la poda invernal debe buscar el equilibrio entre vigor y productividad, atendiendo al aspecto de cada vid. El podador examina una cepa, y según aprecie como ha sido su expansión vegetativa en la campaña, o sea, cuál fue la respuesta a la poda que le hizo en el invierno anterior, estimará la carga que tiene que dejar.

“La poda invernal debe buscar el equilibrio entre vigor y productividad”

Si presenta un vigor normal, -habida cuenta la variedad de que se trate y las características del terroir donde está plantada- podará de una manera tal que prácticamente va a quedar una carga idéntica a la que había dejado en la poda del año anterior. Por tanto, el esquema de distribución de cotones, varas y/o combinación de ambos (según cuál sea el sistema de poda que practique), así como el número total de yemas a dejar será muy semejante al de la poda del invierno anterior.

¿Que hacer si una vid tiene poco o mucho vigor?

Cuando aparecen desequilibrios el asunto cambia. Si una determinada vid manifiesta un vigor excesivo es necesario dejar un mayor número de yemas en relación a la poda del invierno anterior.

Por el contrario si la encontráramos debilitada habría que reducir carga para fortalecerla. Ante los desequilibrios, sin perjuicio de la realización mediante la poda de las pertinentes correcciones, es necesario averiguar cuáles fueron sus causas para aplicar, si fuere necesario, otras medidas complementarias.

La poda contribuye, mediante la regulación de la carga, a la homogeneidad productiva año tras año. ES verdad que una poda bien realizada va a ayudar mucho a que esto acontezca. Pero no al cien por cien, porque las climatologías de las campañas varían y siempre va a haber ciertas diferencias entre las vendimias, tanto cuantitativas cómo cualitativas.

El viticultor puede, cuando lo estime necesario, llevar a cabo medidas complementarias en el decurso de la vegetación, destinadas a mantener dentro de lo posible los objetivos pretendidos en la poda invernal. Así, la eliminación de algunos pámpanos puede ser necesaria caso de que tras la brotación de la primavera se observen muchos duplos (procedentes de yemas en las que reventó más de un cono) y/o naciendo de la corona, y que en suma aporten más racimos de los esperados.

“Antes de eliminar pámpanos en primavera debemos conocer bien el mesoclima de la viña”

Pero atención, que para escoger el momento de llevar adelante estas correcciones hay que conocer muy bien el mesoclima de la viña. No vaya ser que hagamos las elecciones antes de tiempo y resulte que una helada de primavera o una lluvia o viento fría en la purga nos deje la cosecha en mínimos.

La eliminación de racimos en la altura del pintor es otra de las medidas que afina los objetivos de la poda de invierno. Siendo necesaria cuando existe el exceso, no obstante esta eliminación deberá ser algo excepcional, en alguna que otra campaña.

De ser habitual la sobreproducción, es necesario analizar las causas, para procurar un equilibrio en la viña acorde al nivel de producción que nos convenga. Por ejemplo, sería contradictorio abonar y regar generosamente si como consecuencia todos los años tuviéramos que echar uvas al suelo.

La regulación de la producción es conveniente. Una producción marcadamente vecera por lo general no es buena ni para la calidad del vino ni para la salud de la vid.

Yo entiendo a aquellos viticultores que se dedican a vender uva, en circunstancias en las que la calidad, sinónimo muchas veces de producción moderada, no se compensa suficientemente. Si una cosecha más abundante les supone más ingresos, el manejo de las su viñas se va a encaminar irremisiblemente a aumentar la producción todos los años, adecuando los planes de fertilización y otras medidas.

 “La producción de uva en Galicia tiene un coste elevado y hay que apostar por vinos de precio superior”

Para los viticultores que venden su vino el planteamiento muda. No hace falta acudir a tiendas muy delicatesen, llega con ver el expositor de vinos de cualquiera hiper para comprobar los enormes saltos de precios, difíciles de encontrar en la mayoría de otros alimentos.

Así pues, desde el momento en que yo entiendo que en Galicia hay multitud de terroirs vitícolas con dos características. Una, que la producción de uva tiene un coste elevado. Otra, que como compensación ofrecen un potencial objetivo como para que de ellos salgan vinos capaces de colocarse en un nivel superior al promedio de los precios de los expositores. De hecho ya los hay que están en la gama alta. Otro cantar es darlos a conocer, que no es asunto de dos días.

Cuando en el principio de campaña surge un exceso de producción se pueden tomar las medidas anteriormente citadas para reducirla.

Obviamente si por causa de un accidente meteorológico o cualquiera otra circunstancia la producción de un año se presenta mínima, entonces sólo queda cuidar bien la viña para criar unas buenas yemas latentes y esperar a que en la próxima cosecha no tenga incidentes.

“En los mejores vinos las cualidades de las añadas son las que marcan los precios”

Como dicen los viticultores, estamos ante un negocio sin tejado. Con todos los mimos y aunque en dos vendimias la cantidad de producción fuera prácticamente la misma, cada una de ellas va a tener sus peculiaridades. Esto es tan intrínseco a la viticultura como el sabor salado para el agua del mar.

Si, relativo a los vinos mejor valorados del mundo, las cualidades de las añadas son las que marcan los precios, sin que tenga por que que existir correlación de antigüedades, por algo será.

Francisco Rego Martínez

Técnico de viticultura en la Estación de Viticultura e Enoloxía de Galicia (EVEGA), en Leiro-Ourense, desde el año 1994.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Solicitamos su permiso para obtener datos estadísticos de su navegación en esta web, en cumplimiento del Real Decreto-ley 13/2012. Si continúa navegando consideramos que acepta el uso de cookies. OK | Más información