“El futuro de los vinos de Borgoña es ser referencia mundial en sostenibilidad”

Entrevista a André Ségala, presidente del Bureau interprofessionnel des vins de Bourgogne  (BIVB), la organización interprofesional de los vinos de Borgoña, unas de las más prestigiosas regiones vitívinícolas del mundo.

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“El futuro de los vinos de Borgoña es ser referencia mundial en sostenibilidad”

André Ségala, presidente del Bureau interprofessionnel des vins de Bourgogne. Foto: Pierre Bourdis (INNWEO)

Borgoña es una región vinícola de Francia que, al igual que Galicia, se encuentra en una zona límite para la viticultura y que se caracteriza por el pequeño tamaño de sus parcelas y la gran variedad de microclimas.

Esta región vitivinícola, una de las más prestigiosas de Francia y del mundo, junto con Burdeos y Champaña, ocupa una superficie de unas 25.800 hectáreas, en las que producen sobre 1,8 millones de hectolitros al año y generan un valor superior a los 1.400 millones de euros.

André Ségala, presidente del Bureau interprofessionnel des vins de Bourgogne  (BIVB), la organización interprofesional de los vinos de Borgoña, habla en esta entrevista sobre le presente y el futuro de esta región vitivinícola.

¿Cual es la radiografía actual de los vinos de Borgoña?
Borgoña produce unas 180 millones de botellas al año, con un volumen de negocios de 1.400 millones de euros. El 50% de nuestras ventas son para la exportación.

En cuanto a la vendimia 2015, fue una añada de calidad. Las transacciones a granel se mantuvieron en una escala que osciló desde los 400 euros para las denominaciones regionales a los 50.000 euros la pieza, para los Grands Crus Rares.

En el siglo XIX los vinos de Borgoña sufrieron los errores de la sobreproducción y de los bajos precios. ¿Que cambios se realizaron para pasar a ser un referente mundial de calidad y prestigio a nivel mundial?
Desde la puesta en marcha de las denominaciones en Francia en el año 1936, e incluso antes, Borgoña orientó su desarrollo prestando atención a la evolución de la producción, que permanece limitada, y sobre todo primando la calidad. La característica de nuestro viñedo es la alta densidad de las plantaciones y de las parcelas, que constituye el ADN de Borgoña, y está en el origen de las numerosas denominaciones y tipos de vinos existentes en nuestra región.

En Borgoña cuentan con más de 100 denominaciones de origen. ¿No resultan demasiadas?
Borgoña estructura sus denominaciones en cuatro niveles: denominaciones regiones, pueblos, Premiers Crus y Grands Crus. Se trata de una jerarquía cualitativa y de aptitud para el envejecimiento del vino que resulta perfectamente clara para los consumidores. Cada denominación es identificada, principalmente por un pueblo, en el cual se pueden encontrar 2, 3 e incluso 4 niveles de denominación (por ejemplo: Gevrey-Chambertin, Gevrey-Chambertin 1er Cru y Chambertin Grand Cru).

Uno de los anuncios publicitarios lleva por lema “pequeñas parcelas, grandes saberes, gran fama”. ¿Por que consideran positivas las pequeñas plantaciones en Borgoña?
Esta campaña expresa muy bien la realidad de la Borgoña: aquí cada parcela o microclima produce un vino muy específico. Sus características propias, añadidas a las prácticas del viticultor, permiten obtener un vino único. La multitud de parcelas dan lugar a una multitud de vinos de características diferentes, lo que constituye la fuente de un gran interés para los consumidores.

“Limitamos el uso de abonos químicos y de maquinaria en el viñedo”

Borgoña es una inmensa biblioteca enológica, con miles de vinos, que se enriquece cada año con una nueva añada.

En las plantaciones modernas, la densidad de plantación, el sistema de poda o de conducción se adaptan al trabajo mecánico del tractor. ¿Por qué en Borgoña priorizan más el suelo que la mecanización?
Para Borgoña, el respeto por el terroir, y sobre todo su preservación, es lo esencial. El trabajo del viticultor se centra en el mantenimiento de una vida microbiológica rica del suelo y de una relación suelo/planta que favorezca la expresión del terroir. En este sentido, los profesionales prestan mucha atención a limitar el uso de insumos y la utilización de maquinaria.

¿Cual es la estrategia de los vinos de Borgoña para los próximos años?
El objetivo de Borgoña es ser la referencia mundial de los grandes vinos nacidos de una viticultura sostenible. Nuestra prioridad es preocuparnos de la preservación de la viña frente a los problemas de deterioro medioambiental y, desde hace varios años, al cambio climático. Estamos muy comprometidos con
el desarrollo sostenible para asegurar en el futuro condiciones de producción satisfactorias, tanto en cantidad como en calidad.

Y todo esto debemos hacerlo en Borgoña de forma colectiva porque no existen soluciones individuales. Necesitamos medios para difundir la información, para comprar material en común…etc.

 “El futuro de la viticultura en Europa pasar por seguir produciendo vinos diferenciados”

¿Como considera que será el futuro de la viticultura europea ante la progresiva liberalización de los derechos de plantación y la competencia de países emergentes como Chile, Australia o China?
La viticultura europea podrá mantener su posición el mercado si permanece fiel a lo que la diferencia; es decir, la calidad y la especificidad de los vinos que produce. Europa debe permanecer atenta a la evolución del mercado y, en concreto, de la demanda de los consumidores en términos de accesibilidad, de transparencia, de compartir y de emoción. En definitiva, la viticultura europea debe continuar innovando para tener en cuenta la evolución de su entorno y, sobre todo, el cambio climático.

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