Español
Cristina Alcalá es gerente del Consello Regulador de la D.O. Ribeiro desde el pasado 12 de enero. “Llevo tres semanas muy intensas en las que no he parado”, reconoce. Tiene en su haber más de 18 años vinculada al mundo el vino, trabajando en los últimos años en márketing, posicionamiento de marca o estrategias de comunicación y de promoción dentro del sector.
Transmite optimismo sobre el futuro de la denominación vitivinícola más antigua de Galicia, “pero con los pies en la tierra”, subraya. En este sentido, insiste en que “ante todo, el cultivo de la viña y la elaboración de vino tienen que ser rentables”, y avanza que, sin descuidar los mercados exteriores, “no debemos obviar el mercado español, que es fundamental”.
¿Como fue tu acercamiento el mundo del vino?
Fue un cruce de caminos. Me acerqué al vino de la mano de un cocinero en el año 1998, por lo que para mí la gastronomía la concibo asociada al vino. Y además empecé trabajando con el consumidor final como sumiller. Digamos que empecé y sigo con los piés en la tierra y me fui formando a lo largo de los años.
Llevas tres semanas en la gerencia, ¿Como ha sido tu aterrizaje?
Muy intenso, necesito más horas de tiempo. Para mi es muy importante conocer el equipo con el que trabajo, conocer muy bien la ideosincrasia del Ribeiro y para eso necesito tiempo. Por eso, estoy empezando a modiño, observando y escuchando para entender cual es el mejor camino para el Ribeiro.
En esta etapa de toma de contacto, ¿Cuales son las fortalezas y las debilidades que detectas en la Denominación de Origen Ribeiro?
La fortaleza mayor del Ribeiro es la proyección que tiene. Creo que tiene unos pilares de calidad, de diferenciación, de diversidad y de versatilidad que son muy singulares y que hay que potenciar.
En cuanto a las debilidades, situaría la fragmentación, el minifundismo, que también puede ser una fortaleza, pero que hay que saber equilibrar: la unidad como territorio y como paisaje y la diversidad.
“La mayor fortaleza de la D.O. Ribeiro es su proyección, pero tiene que profesionalizarse más”
Creo también que el Ribeiro tiene que orientarse hacia la profesionalización, que ya están haciendo muchas bodegas.
Por supuesto que hay debilidades en O Ribeiro, pero en estas tres semanas lo que vi me fue transmitiendo optimismo y lo que viene a mi cabeza son las fortalezas.
Entre las asignaturas pendientes del Consello Regulador está la acreditación ENAC. ¿Para cuando tiene previsto conseguirla?
Es algo que tenemos pendiente. Sé que este año tiene que salir, si o si.
¿Se están cumpliendo los objetivos del Plan Estratégico para la D.O. Ribeiro 2014-2016?
Creo que fue una base importante que en el Ribeiro se trazase un camino y se intentase seguir y eso, por si, ya es un gran paso. No se cuantos planes estratégicos se cumplen al 100%, pero la anterior gerencia marcó unas pautas para seguir, y creo que ha sido una buena labor. Ahora toca evaluar los resultados y reorientar, porque el movimiento Ribeiro es imparable.
En los últimos años la estrategia de márketing se ha orientado a sintonizar con el público joven para ganar nuevos consumidores y en aumentar las exportaciones. ¿Como están siendo los resultados?
Pienso que hay que focalizar las acciones promocionales porque los recursos son limitados. Sabemos que el consumo de vino en España está entre mal y regular, y casi es una obligación que los Consejos Reguladores de las Denominaciones de Origen hagamos acciones promocionales promoviendo el consumo responsable de vino, y es una labor de todos, incluyendo a las administraciones, para poner en valor el vino y acercarlo a la gente joven. Ribeiro lo ha hecho, sobre todo a través de la música apoyando a festivales, alguno de ellos propios, y lo vamos a seguir haciendo.
“Al Ribeiro aún le falta ser conocido en el resto de España”
Debemos orientar las acciones de márketing hacia una promoción y posicionamiento de marca orientada hacia la comercialización. Es decir, las bodegas tienen que vender el vino y Consejo Regulador tiene que dar las herramientas suficientes a las bodegas para que puedan hacerlo mediante promoción de la marca Ribeiro.
Se han dado los primeros pasos hacia la internacionalización y se va a seguir en ello, pero no debemos obviar para nada el mercado español, que pienso que es fundamental. En este sentido, este año nos marcamos como objetivos Madrid, Barcelona, Bilbao y Málaga. Al Ribeiro aún le falta ser conocido en el resto de España.
¿Como se reparte el mercado del vino Ribeiro?
Alrededor de un 70% en Galicia, un 20% en el resto de España y un 10% en el exterior. No debemos abandonar nuestro mercado natural, debemos seguir comprometidos con nuestra tierra y con nuestros viticultores y debemos dirigirnos también al resto de España.
“Fuera de España, el paraguas de vinos gallegos es interesante”
¿Hay que aumentar la colaboración entre los consellos reguladores para promover conjuntamente los vinos gallegos en el exterior?
El vino gallego, y el vino del Ribeiro en particular, tiene como único camino la calidad. Cada denominación gallega tiene su estilo, pero debemos colaborar, no somos competencia. De hecho, fuera de España, el paraguas de vinos gallegos es interesante porque no dejamos de ser una región pequeña.
En los últimos años se empieza a hablar del problema del relevo generacional de los viticultores, cuya edad media es muy elevada….
Creo que es un tema preocupante que desborda a los Consellos Reguladores. Creo que, ante todo, el cultivo de la viña y la elaboración de vino tienen que ser rentables. El campo, ante todo, tiene que ser rentable para que haya relevo generacional y sea atractivo para las nuevas generaciones.
“El vino, ante todo, tiene que ser rentable para que haya relevo generacional”
En este sentido, pienso que tenemos que conseguir un equilibrio en el Ribeiro entre las bodegas que son más rentables y las que menos, porque me parecen tan maravillosas las 1.500 botellas que hace una pequeña bodega como el millón que hace otra. Estas dos visiones del Ribeiro son necesarios y las dos se necesitan.
¿Algo más que quieras añadir?
Soy optimista y cuando pienso en Ribeiro me vienen a la mente nuestros lemas En Esencia y En Movimiento, y pienso que es bueno para todos. Mi idea es llegar a posicionar con el tiempo la marca Ribeiro, que ya es fuerte, en el mapa nacional, así como la variedad Treixadura.
