170 bodegas de Rías Baixas reciben la certificación ENAC

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170 bodegas de Rías Baixas reciben la certificación ENAC

Juan Gil de Araujo, presidente de la Denominación de Origen Rías Baixas

El Consejo Regulador de la D.O. Rías Baixas ha entregado a 170 de sus bodegas los Certificados de Producto, de conformidad con la Norma UNE-ISO/IEC 17065, una acreditación internacional lograda por el Consejo Regulador, cumpliendo así las exigencias derivadas de la OCM del vino para todas las indicaciones de calidad europeas.

De hecho, Rías Baixas es la primera Denominación de Origen de vinos gallegos, y una de las primeras en España, que consigue la “Acreditación para la certificación de productos del sector agroalimentario” conforme a la Norma UNE-ISO/IEC 17065 (anteriormente 45011), tal y como destacó Juan Gil de Araujo, presidente de la Denominación de Origen Rías Baixas.

La entrega tuvo lugar en el auditorio centro multiusos de O Mosteiro, Concello de Meis, al que asistió una amplia representación institucional y del sector.

Juan Gil de Araujo señaló que, con este acto, “culminamos la primera parte de una travesía que empezamos en el año 2010 con el desarrollo e implantación del Manual de Calidad, y que finalizó en noviembre de 2014, fecha en la que en Rías Baixas hicimos historia al convertirnos en la primera denominación de origen vitivinícola gallega, y una de las primeras de toda España, en recibir de la Empresa Nacional de Acreditación (ENAC) la Acreditación según los criterios recogidos en la Norma UNE- 17065 para la certificación de los vinos amparados por la Denominación de Origen Rías Baixas”. Dicha certificación, que en España únicamente expide la Entidad Nacional de Acreditación (ENAC), se obtuvo en noviembre de 2014 y sigue hoy en vigor, tras su renovación en 2015.

Como explicó Juan Gil de Araujo a los asistentes, “la denominación entendió este desafío como una oportunidad de mejorar su funcionamiento y el de las bodegas”. Prácticamente todas las bodegas de Rías Baixas han superado estos requisitos.

De hecho, 170 empresas recogieron hoy su certificación de mano de los representantes institucionales culminando la primera parte del trabajo iniciado en 2010. Pero esta singladura no fue sencilla. Entre las dificultades a las que se enfrentó este Consejo Regulador se encontraban algunas singularidades propias de la denominación, como son el minifundismo o la gran atomización de las bodegas y viticultores.

El proceso técnico de la certificación de producto

Desde el Grupo de Ingeniería de la Organización de la Universidad de Vigo, cuyo asesoramiento resultó fundamental para la consecución de la acreditación, explican que la tarea de adaptar la organización del Consejo Regulador a los requisitos de la Norma no fue fácil: “Hubo que centrar criterios en la interpretación de la Norma y también ENAC tuvo que comprender bien el funcionamiento de los Consejos Reguladores vitivinícolas gallegos”, admite Arturo J. Fernández González desde el Grupo de Ingeniería de Organización de la Universidad de Vigo.

El resultado de este trabajo en Rías Baixas es el cambio de mentalidad en la operativa del Consejo Regulador, de las bodegas y de los viticultores de esta denominación de origen. La labor del Consejo Regulador ya no es tanto la de juez que califica el vino, sino más de vigilancia y de confianza en sus asociados: “Ahora es la bodega quien tiene que acreditar que cumple con la normativa”, añade el director del Órgano de Control y Certificación del Consejo Regulador, Agustín Lago.

Además, todo el trabajo realizado a lo largo de estos años ha generado una amplia y detallada documentación donde se pormenoriza todo el proceso, desde Manual de Calidad, al Pliego de Condiciones, también procedimientos operativos e instrucciones técnicas, así como normas específicas de vendimia, etiquetado, de elaboración de espumosos…

En este sentido, Ignacio Pina, director técnico de ENAC, definió la acreditación como “un ejercicio complejo, que consiste en demostrar competencia en la ejecución de un proceso, en este caso certificar vinos”. Pina considera que los certificados de producto serán “una ayuda fundamental en los planes de internacionalización”, puesto que este certificado está reconocido en más de setenta países.

Y Martín Pita, director de AENOR en Galicia, expuso que la corriente de la globalización ha generado mayor necesidad de contar con estas certificaciones, como garantes de buenas prácticas de calidad para ofrecer confianza al consumidor. Pita explicó que AENOR está desarrollando, en conjunto con la Federación Española del Vino, un procedimiento para la certificación de explotación sostenible.

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