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Manolo Gómez (a la derecha) y su hija Isabel junto al alcalde de Friol, José Ángel Santos, y al subdirector del Agader, Javier Blanco.
El ayuntamiento lucense de Friol cuenta desde esta mañana con un centro de procesado y elaboración de productos de carne ecológica destinados tanto al mercado gallego y español como a la exportación a países europeos como Francia o Bélgica, donde los productos ecológicos cuentan con una mayor cuota de mercado.
Detrás de este proyecto se encuentra la ganadería Traloagro, ubicada en Burgo de Negral, en la parroquia de Pacio, y que cuenta en este momento con 160 cabezas de ganado vacuno de raza rubia gallega y una granja de pollos camperos de la que salen 110.000 pollos al año.
Pretenden comercializar su propia carne y la de otros ganaderos de la zona que produzcan en ecológico
Según explicaron los impulsores de esta iniciativa, Manolo Gómez y sus hijos Isabel y Tito, pretenden poner en el mercado unas 700 canales de vacuno al año, tanto terneros como vacas de desvieje, por lo que a medida que el proyecto vaya creciendo comprarán también animales a otros productores de la zona. «Nuestra producción no nos llega», indicó Isabel.
«Decidimos poner en marcha este proyecto para comercializar nuestra propia carne», explicó, pero lo que comenzó siendo un pequeño proyecto de poner en marcha una carnicería fue creciendo para convertirse en un proyecto de mayor calado y envergadura.
«Conocemos el mercado centroeuropeo, sobre todo el mercado francés y belga, y vemos que aquí muchas veces no valoramos lo suficiente lo que producimos, que tiene mucha calidad, y lo ecológico aun más», añadió. «Hay mucho interés por la rubia gallega en Europa, se habla mucho de ella y se comercializa mucho ya en Francia y Bélgica, pero la que llega a estos países es rubia gallega convencional», indicó.
«Hay mucho interés por la rubia gallega en Europa y países como Francia, que tienen mucho más desarrollado el mercado ecológico, demandan productos de calidad», dice Isabel
Por eso ellos pretenden llenar el hueco existente para la carne ecológica. «Francia tiene mucho más desarrollado el mercado ecológico de lo que está aquí y hay mucho interés por los productos de calidad», aseguró. De hecho, Traloagro ya tiene contactos con distribuidores franceses y belgas para comercializar sus productos en restaurantes de alta gama, hoteles 5 estrellas y tiendas delicatesen.
Vuelta a la tierra
Las vacas de la explotación familiar pacen en extensivo 120 hectáreas de praderas ecológicas
Manolo, el patriarca de la familia, habló en la inauguración de la «ilusión» con la que la familia encaró este proyecto. Él tuvo que marcharse de Galicia en busca de oportunidades. Emigró a Bruselas, donde se dedicó al sector de la hostelería. Pero sus hijos Tito e Isabel decidieron emprender el camino de vuelta a Galicia y poner en marcha hace 10 años en la casa familiar de Friol, a la que volvían todos los veranos, una explotación ecológica de vacas de carne y pollos siguiendo las enseñanzas que habían aprendido de los abuelos.
«Contamos con 120 hectáreas de terreno donde tenemos las vacas, unas 160 cabezas entre madres y terneros, que pacen en extensivo y solo se meten para el cebo final en boxes de paja», explicó Isabel. A través de un plan de mejora este año acondicionaron las instalaciones.
Una de las mayores granjas de pollo ecológico de España
El patio tiene 4 metros por animal
A mayores también crían pollos camperos, unos 110.000 al año, que también pretenden comercializar junto a la carne de vacuno. De hecho las instalaciones del centro de procesado cuentan con dos líneas independientes, una para la elaboración de productos de carne de vacuno y otra para los pollos. «Por temas de salmonela y para evitar contaminaciones, el pollo cuenta con obrador propio y muelle de carga independiente», explicó.
Los pollos, al igual que las vacas, también están en ecológico. “Buscábamos una actividad complementaria a la de las vacas y que fuese compatible y decidimos montar la granja de pollos. Cuando la montamos era a más grande de España, con capacidad para 20.000 animales”, recuerda. La nave está muy automatizada, tanto el suministro de pienso y agua como el control de la temperatura, lo que reduce a mano de obra necesaria. Y en el exterior hay 4 metros cuadrados de patio por animal.
Vacuno mayor
Canales en el centro de procesado
Con la carne de vacuno, además de cortes especiales de las piezas con mayor valor comercial, elaborarán otros productos, como por ejemplo hamburguesas, con los que incrementar el valor de mercado de otras partes y aprovechar de esta forma más las canales. «Hay empresas francesas interesadas en nuestras hamburguesas ecológicas, que no llevan aditivos, por lo que para poder venderlas en Francia y que se conserven sin añadirles productos químicos las vamos a comercializar congeladas», aclaró.
Elaborarán hamburguesas sin aditivos ni conservantes que comercializarán congeladas para el mercado exterior
Aunque al principio se van a centrar solo en la rubia gallega, están valorando también exportar otras razas, como por ejemplo la cachena, en función de la demanda que pueda haber para ella. También está entre sus planes el vacuno mayor. «Al no haber aún líneas de comercialización está un poco parada la certificación dentro de la nueva IGP Vaca e Boi de Galicia», consideró Isabel.
1.300 metros cuadrados
El centro inaugurado esta mañana, con la presencia entre otras autoridades del alcalde de Friol, José Ángel Santos, del delegado de la Xunta en Lugo, José Manuel Balseiro, y del subdirector del Agader, Javier Blanco, cuenta con unas instalaciones que ocupan 1.300 metros cuadrados repartidos entre el biocentro cárnico y la ecotienda.
La nave construida en el polígono industrial de Friol cuenta con dos edificaciones. En la principal están las instalaciones industriales, con distintas salas de despeze y cámaras de conservación, oficinas y sala de degustación. La edificación anexa acoge la ecotienda, en la que además de los productos elaborados por Traloagro también se pondrán a la venta otros alimentos diversos de origen ecológico, desde mermeladas y conservas hasta productos frescos de la huerta o huevos.
La iniciativa contó con el apoyo de la Xunta a través de la Consellería de Medio Rural, que concedió una aportación al proyecto de 300.000 euros para la actividad industrial de procesado de carne y otros 160.800 euros de fondos europeos Leader de la Agencia Galega de Desenvolvemento Rural (Agader) para el proyecto de comercialización a través del Grupo de Desenvolvemento Rural ( GDR-4) de la comarca de Lugo.
Carnicería propia en la Plaza de Abastos de Lugo
Puesto de venta directa que Traloagro tiene también en la Plaza de Abastos de Lugo
Pero apostar por vender fuera la carne ecológica que producen, en busca de un mayor volumen de mercado, no significa tener que abandonar el mercado local y de proximidad. Traloagro cuenta también desde este verano con una carnicería propia en la Plaza de Abastos de Lugo, un edificio reformado en los últimos años y que está en proceso de dinamización.
También el centro de elaboración abierto en el polígono de Friol cuenta con tienda para venta directa. La comercialización sin intermediarios fue la idea que movió el proyecto desde el inicio, para de este modo poder cerrar el círculo con la producción ecológica, transformación y comercialización directa de ese producto.
En total van a generar 7 puestos de trabajo entre la granja, la carnicería y el centro de procesado
Al frente de la carnicería de la Plaza de Abastos se encuentra Ana, la mujer de Tito. Reciben pedidos vía telefónica y también a través de la página web. Pero la filosofía tanto para el puesto de la Plaza como para la tienda de Friol, la página web o los distribuidores europeos es a misma: «todo lo que vamos a comercializar es en ecológico», aclaran.
La granja familiar de vacuno y de pollos la atienden Tito, Isabel y un empleado, en la carnicería está Ana y una empleada y en el centro de transformación inaugurado en Friol van a generar 5 puestos de trabajo más. «Queremos estar al 100% ya para esta Navidad», dice Isabel.
Manolo y su familia nunca perdieron las raíces y la vinculación con el lugar del que tuvieron que marcharse y, años después, decidieron volver y poner en marcha una iniciativa productiva que crea valor añadido en el territorio y que genera riqueza y puestos de trabajo para que otros no tengan que seguir hoy el camino de la emigración que ellos emprendieron décadas atrás.
