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Los ponentes de la jornada Afrontando retos para la supervivencia de las abejas en Europa que hoy se desarrolla en el Parlamento Europeo advirtieron de que que la expansión de la Vespa velutina puede poner en peligro la seguridad alimentaria de la Unión Europea.
La jornada está organizada por la eurodiputada de Alternativa Galega de Esquerda, Lídia Senra, quien destacó que el objetivo de esta jornada es «hacer una llamada de atención al Parlamento Europeo y a la Comisión sobre la grave problemática que estamos enfrentando».
Durante la primera parte de la jornada, centrada en los planes de lucha contra la vespa velutina, Gilles Lanio, Presidente del Sindicato de Apicultores de Morbihan y de la Union Nationale de l’Apiculture Française (UNAF), aportó claves sobre las características de la expansión de la Vespa velutina: «las primeras larvas son muy pequeñas, pero al final de cada ciclo se pueden dar cientos de reinas». También destacó que es una especie depredadora no sólo de las abejas, sino de otro tipo de polinizadores: «en el rural depredan un 60% de los insectos y 40% abejas, en tanto que en las ciudades es al revés».
Además, tienen una predilección por las plantas asiáticas, por lo que «es importante identificarlas para ubicar ahí las trampas para las reinas madre», también les gustan los ciruelos y las plataneras.
¿Como afrontan la plaga de la avispa asiática en Francia?
Los apicultores/as franceses, de los primeros de Europa en identificar la presencia de la Vespa velutina hace más de diez años, recibieron muchas críticas por las campañas que llevaron adelante, hartos ya de la inoperancia de la Administración francesa. «El 2014 fue una auténtica catástrofe porque seguimos las instrucciones que nos dieron desde las instituciones, pero en el 2015, con nuestros planes, conseguimos hacerla retrocede por primera vez».
Apicultor francés: “En verano hay que evitar poner demasiadas trampas en las colmenas”
Lanio aconsejó que desde el verano «hay que evitar poner demasiadas trampas en las colmenas, porque van a venir muchas avispas asiáticas, pero no reinas, sino obreras, y puede suponer problemas para la colmena». También resaltó que hay que poner trampas «en los lugares donde antes se puso alimento para ellas».
Luego alertó de que hay trampas que se pueden introducir en las colmenas, «pero no dan buen resultado porque estresa mucho a las abejas, que pueden dejar de criar, por lo que no se deben colocar las trampas en las colmenas».
Más del 80% de los cultivos europeas dependen de los animales polinizadores
Seguidamente, Sandra Rojas, Doctora en Biología en la Universidad de Vigo y una de las coordenadoras del plan contra la vespa velutina puesto en marcha por AGA, acercó las claves de este Plan de estudio y monitoreo de las medidas de control del avispón asiático invasor.
Rojas, que resaltó que la polinización mediada por animales es «un proceso esencial para el mantenimiento de la biodiversidad, el funcionamiento de los ecosistemas y el bienestar humano» y que más del 80% de los cultivos europeos dependen de esta polinización, advirtió de que los animales polinizadores «están afrontando globalmente una crisis causada por el cambio climático, la alteración del paisaje, la intensificación agrícola, el propagamiento de agentes patógenos y, en especial, la presión de especies invasoras; (…) a vespa velutina constituye el primero caso exitoso de una invasión de véspidos en Europa».
Y es que esta avispa consiguió colonizar en apenas diez años los Estados español, francés, portugués, belga, italiano y alemán y, «da acuerdo con modelos predictivos», especificó Rojas, «la invasión puede alcanzar a la mayoría de países europeos». En Galicia, concretó, «los primeros registros son de 2012 y ya tiene colonizadas todas las áreas costeras».
De entre todos los impactos negativos de la presencia de esta especie invasora, Sandra Rojas destacó como el más fuerte aquel que se relaciona con su comportamiento como depredador de insectos como abejas, mariposas y otros polinizadores.
Problemática en Asturias y en el País Vasco
A continuación, Carlos Peña Gómez, de la asociación vasca BAMEPE destacó que «se percibe claramente un descenso del número de avispas y abejas». Peña destacó que es importante que no centremos este problema nos apicultores y apicultoras, «porque los daños no son sólo para la apicultura, este es un problema de toda la sociedad», repitió, por lo que «las actuaciones deberían estar siendo lideradas por las administraciones, se tienen que implicar, no podemos ser sólo el sector apicultor». Al mismo tiempo, reiteró que el camino tiene que ser colectivo y coordenado, «me alegro de que poco a poco nos vayamos informando y poniendo esfuerzos en común».
Desde Asturias, Carlos Marín Barcaiztegui, de la Federación de Apicultores de Asturias (FAPI) fue el encargado de cerrar este primer panel de la mañana. Situó que Asturias fue la última comunidad costera en encontrarse a la velutina, «hubo un momento en que estábamos cercados por los extremos, de un lado Galicia, de otro lado Cantabria».
Barcaiztegui lamentó que el sistema de confirmación de casos de vespa velutina «muchas veces se puede demorar mismo durante meses», por lo que muchos apicultores y apicultoras «no pueden solicitar que se ubiquen trampas para la vespa velutina debido la esta demora por parte de la Administración. En algunas ocasiones «hasta han desaparecido solicitudes de trampeo».
Además le solicitan un inventario de insectos que «caen en las trampas», «pero para los apicultores es complicado, por falta de conocimiento y tiempo, y además creemos que el que se busca es compilar datos para la Administración de manera gratuita». Desde la FAPI también se mencionó que en el año 2011 el propio Parlamento Europeo presentó un informe sobre la problemática de la vespa velutina.
